Con la llegada a cines de su última producción, era imposible no volver a ver las películas del Studio Ghibli, uno de los estudios de cine de animación más importantes e influyentes del mundo. La compañía, fundada por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, ha entregado obras que no son sólo cima del género animado, sino de la historia cinematográfica. Por eso mismo vamos a repasar y ordenar caprichosamente todas las obras creadas y producidas por el estudio. Alerta: puede haber sobredosis de belleza.
NO
Earwig y la bruja (2021)
Earwig y la Bruja es su salto por primera vez a la animación de 3D, adaptando una novela inglesa donde la mayor disonancia no está en intentar «orientalizar» elementos británicos (aunque ya lo han hecho con acierto antes). Con la tecnología CGI, Gorô Miyazaki busca replicar el mismo estilo, sensaciones y escenas de una película Ghibli con animación tradicional. Es una idea interesante, pero es inevitable ver que la propia tecnología con la que cuentan no está en ese punto y las limitaciones hace que se pierda esa elasticidad en los personajes u otros elementos.
No obstante, el mayor problema de esta película está en cómo maneja la historia el propio Gorô, desde yendo en círculos por determinados puntos del argumento, una cierta indefinición de qué mueve a su personaje principal y la sensación de que se han dejado todo el tercer acto sin hacer. Y no sólo por un final abrupto con ciertas intenciones de lanzar una potencial franquicia, que falla por completo al poner un punto final emocional o incluso de intriga si esa era la intención secundaria buscada. Mira que no dan ganas de estar de acuerdo con la crueldad de su padre, pero…
OK
Puedo escuchar el mar (1993)
Haru en el Reino de los Gatos (2002)
Cuentos de Terramar (2006)
La Colina de las Amapolas (2011)
Algunas son un poco MEH, pero agradan la suficiente. Pero están claramente varios escalones por debajo del resto. Puedo escuhar el mar es un drama juvenil de triángulo amoroso con ejecución menor y pretensiones televisivas. Haru en el reino de los gatos tiene de buenas intenciones, aunque demasiado liviana.
Mientras tanto, las otras dos películas de Gôro son muy desiguales. Cuentos de Terramar no es terrible, pero teniendo en cuenta que su padre estaba deseando hacerla desde hace décadas y luego se aprovecharon del hijo para hacerla sin él, pues es una mancha fea. Más entrañable es La Colina de las Amapolas, reescrita junto a su padre y de carácter más realista. Por ahí parece que funciona mejor en lugar de la fantasía.
SÍ
Pompoko (1994)
Mis vecinos los Yamada (1999)
El Castillo Ambulante (2004)
El Recuerdo de Marnie (2014)
Dos películas más que estimables de Isao Takahata aquí. Pompoko muetra que, incluso con los contrastes estilísticos y en enfoque con Hayao, el espíritu de ambos siempre ha encontrado muchos puntos comunes como en esta fantasía de mapaches ecoterroristas1. Mis vecinos los Yamada se presenta algo más menor, casi una anomalía por su simpleza narrativa y su estilo de animación con acuarelas, pero su belleza cotidiana la hace recomendable.