Tier list 17 de enero: Belle & Sebastian, Riverside, Richard Dawson, Kinoteki, Moby, Chico y Chica y más
Los discos de la semana ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
Directo al excel
Richard Dawson - The Ruby Cord
Género: Avant Folk
Hay discos que no encuentran su momento justo cuando se lanzan. Principalmente si el estreno, como es el caso, coincide en últimas semanas de año, cuando en las oficinas hipersónicas prestamos más atención a insultar a los editores que tumban nuestras propuestas para el Top anual que a los lanzamientos en sí. Esto lo ha padecido 'The Ruby Cord', el último disco de Richard Dawson, que viene a cerrar la trilogía iniciada con 'Peasant' y continuada con '2020'.
'The Ruby Cord' es un disco agotador. Posiblemente el que te deja más exhausto tras su escucha de toda la trayectoria de Dawson, que ya no ha sido conocido nunca por lo accesible de sus propuestas. Pero si se consigue reunir la disponibilidad adecuada para extraer cada detalle del disco, desde esa apertura de 40 minutos que es 'The Hermit' (y que justificaría por sí misma la presencia en la tier Directo al excel) hasta el derroche fuerza y vulnerabilidad de 'The fool', el oyente saldrá absolutamente recompensado. Probablemente, los ochenta minutos más redondos de la carrera del de Newcastle. (Chou)
Riverside - ID.Entity
Género: Prog
(No hay link, se estrena este viernes)
Más de 20 años después de su formación, donde se han vuelto emblema del emergente rock progresivo polaco para luego arraigar ellos solos en el "mainstream" cuando todo aquello se calmó, Riverside deciden volver a sus orígenes. La década pasada vimos como el trío abrazaba un estilo más melódico y pausado que alcanzó su cima con Love, Fear and the Time Machine, indicando una posible madurez que iba a dejar atrás los coqueteos con el metal y los ritmos más vivos.
Pero han decidido volver para atrás con ID.Entity, en un intento de recuperar la energía de sus directos en un disco de estudio. Cierto que es la clase de movimiento que indica cierta desesperación, pero esa recuperación del brío pesado que no se oía desde el Anno Domini High Definition les sienta estupendamente. El grupo suena estimulante y contundente en una serie de canciones arrebatadoras que son puro Riverside. Hay de nuevo espacio para la melodía calmada, como en la exquisita 'The Place Where I Belong', pero el músculo de las guitarras, los ramalazos de jazz con esteroides y los riffacos vuelven a dominar el sonido de una manera deslumbrante, si bien no original.
No obstante, resulta apropiada la dirección de reencontrarse con su pasado en un disco sobre encontrar la identidad personal en el maremagnum digital que vivimos. Un disco tan vibrante y potente que van a disfrutar tanto veteranos como neófitos en el fenómeno de culto de Riverside. (Black Gallego)
Discos que sí
AJ Suede - Indica Music
Género: Abstract Hip-Hop
Aunque parezca imposible seguir el ritmo de AJ Suede, es muy recomendable no perder demasiado de vista al rapero de Seattle, porque en sus ¡25! discos lanzados desde su debut en 2012 empiezan a encontrarse todas las pistas de hacia dónde camina el hip-hop del futuro inmediato.
Indica Music es una buena puerta de entrada, tanto como lo fue ese Metatron’s Cube junto a Televangel que acabó convertido en uno de los mejores discos de hip-hop de 2022. Suede rapea en canciones sin batería, sin apenas nada más que sampleados de discos que parecen inofensivos pero sobre los que él cambia el flow: de la agresividad de ‘Black Mesa Incident’, un verso del tirón sin estribillos ni hostias, casi de ciencia ficción, a la bucólica estampa urbana sobre el retorcido beat de ‘Mount Saint Helen’ (Every cloud in Seattle got a black linin' / Even now in the dirt you'll find black diamonds / Every cloud blocks the sun, so there's no shinin' / Anyhow, all these mountains I'm still climbin'). En cierto modo, Suede vuelve a la vez al inicio del hip-hop (antes de Kurtis Blow, cuando ni existían estribillos ni puentes, y todo era deambular por el flow) y salta hacia un futuro donde a todos los productores les pide drumless de ambientes malsanos.
Frente a anteriores aventuras con un sólo productor, como la de Televangel o la posterior con Small Professor, aquí Suede concentra en menos de 30 minutos un reparto estelar de nombres muy diferentes del underground (Small Professor, Hann 11, Wolftone, Argov, Morriarchi, Bloodblixing) que cuajan todos juntos. Un disco que es casi EP y que merece muchísimo la pena. (probertoj)
Kinoteki - Dawn of the Final Hour
Género: Juke
Empezar a escuchar discos de 2023 es como ir a tientas en una habitación oscura, así que ir muy lanzado puede conducir a que te des un golpetazo en el pie. Aunque puedes tener la suerte de toparte con cosas como el pelotazo breakcore de Kinoteki en su cuarto disco, publicado en la primera semana del año y rápidamente colado en el (precario) top del año en RYM.
Podéis entrar sin miedo en Dawn of the Final Hour, que no os vais a romper la uña del meñique. Aquí vas a encontrar casi una hora de ritmos eufóricos y machacones, saltando entre el jungle, el housito ácido, el drill y el IDM que engloba un poco de todo. Ofrece una buena colección de emociones, muchas de subidón, en unas canciones con cierta variedad y mucha capacidad para engancharte. Fabulosa jugada. (Black Gallego)
Discos que OK
William Ryan Fritch - Polarity
Género: Ambient, Drone
Para no perder las buenas costumbres, empiezan a llegar los primeros trabajo de ambient del año. Esta vez de la mano del prolífico William Ryan Fritch. En este tempranero Polarity, el productor norteamericano vuelve a ofrecer una propuesta de matices de evocación natural. De hecho, la inspiración, o más bien la causa, puesto que lo donará a ella, viene de la crisis con el agua que se viven en distintas regiones del planeta. Un marco narrativo que no es nuevo, pues en los últimos años ya ha explorado estos sonidos más vinculados a lo salvaje.
Con el nuevo trabajo se encierra en unas coordenadas esta vez más replegadas, aunque con drone, pero no con ese drone erosivo de epatar. Un LP reposado, de matices sutiles a los que prestar atención con unos buenos auriculares. Bellezas introspectivas en 'A Fissure Too Wide' y algo más de grosor en piezas como 'Storm'. A raíz de ahí, arpegios, secciones de viento y cuerda y grabaciones acústicas de campo. Un trabajo interesante con un bonito e inspirador cierre, marca de la casa, dentro de un disco que no llega al nivel de la fuerza de discos recientes como Freeland. (Ferraia)
Chico y Chica - Senadora
Género: Dinarama Pop
Me interesan mucho, muchísimo más, los Chico y Chica empeñados en hacer la canción de synth-pop perfecta frente a los Chico y Chica que, sabedores de que tienen mucha gracia, la derraman en canciones menos directas, incluso intrascendentes, porque el mensaje, en su caso, es el medio.
Senadora incide, una vez más, en esas diferencias, posiblemente ya de manera irreconciliable para los que aún seguimos esperando que gane su primera cara. Nos engaña un tanto el que el disco comience con ‘Dráculas’ (imposible resistirse a ese “uuuuh”), ‘La actriz más mala que hay’ (finísimo el viraje desde el recitado de Alicia San Juan hasta ese estribillo imposible), ‘Las zarzas’ (quizás su mejor canción aquí, desde el espectacular inicio “quiero darme de baja de ti” hasta cuando se dinaraman en ese “no tienes vergüenza ninguna”). Nos engañó también un single como ‘Mosquita Muerta’, qué prodigio de arreglos, de pegadiza sencillez. O simplemente escogen TAN BIEN cómo venderse.
Es posible que eso sea lo que siempre me acabe alejando de ellos: desde el primer día les he visto como el testigo más natural posible al ocaso artístico de Canut y Alaska pero… parafraseándoles… no tienen fin. No aceptan tenerlo, al menos. Me interesan mucho menos cuando se alejan del estribillo sublime (‘Santa Teresa de Jesús’, ‘Orden Mundial’; lo que consiguen es que eche de menos a Feria), me agotan en su búsqueda de lo diferente (‘Panorama’ se me cae por el camino; sé que con ‘Que opinen las modelos’ querré irme a por una cerveza en sus conciertos)…
Chico y Chica tienen, quizás, el mejor disco recopilatorio de jitazos pop de todo el universo Austrohúngaro. Y, sin embargo, nunca han conseguido el disco redondo que casi todos los demás sí. Voy a seguir aquí, quizás siendo el único que no necesita más ‘4 en Alicante’ y sí jitazos irrefutables que me quiten la tontería. (probertoj)
Margo Price - Strays
Género: Americana
Margo Price se ha ganado a pulso la expectación que poco a poco ha ido despertando. Seguramente estemos ante uno de los mayores exponentes de la Americana en la actualidad y, en consecuencia, sus lanzamientos van creciendo en atención mediática. No sabemos si como declaración de intenciones precisamente en torno a esa idea o a la vida en general, la de Nashville (cómo no?) empieza su disco con las palabras 'I got nothing to probe', que encabezan una 'Been to the Mountain' que es una nueva muestra de que en una etiqueta con relativo escaso poder de varianza, Price es capaz de hacer la suya una propuesta diferencial.
Esas buenas, notables sensaciones, tienen continuidad en la efervescente 'Light me Up' y en la más clásica 'Radio', en la que comparte protagonismo con una tal Sharon Van Etten como invitada. 'Strays' entra en ese momento en un tramo en el que domina cierto punto muerto, sin momentos que podamos tachar de deficientes pero carente igualmente de esos ramalazos de talento diferencial de Margo. Esto es así hasta la llegada de una sobresaliente 'Lydia', probablemente el mejor tema de un 'Strays' que, sin alcanzar las más notables cotas de 'All American Made', le vale a Price para mantener un curriculum sin mancha. (Chou)
RTR - XOR
Género: Drill’n’bass
Después de haberse sacado de la chistera uno de los discos del año en 2022, el francés RTR no ha tardado mucho en volver a sacar el látigo de drill'n'bass, esta vez con un largo de diez temas. Eso sí, mucho más abrasivo que 61 Cygni (Analogical Force, 2022), que se centró más en las melodías y las elegantes líneas de la IDM. En este XOR el productor galo vertebra todas sus producciones con el drill'n'bass y el acid, un disco de los de sudar, de puro braindance, en los que recorre puntos comunes muy utilizados por otros en tantas y tantas ocasiones. Quizá es eso lo que le resta algo más de interés a este nuevo álbum, en el que precisamente esa parte tan magistral del año pasado aquí ha desaparecido.
Sí que hay cambios de guión en temas como '143UO', y en los que se comprueba que cuando tira, por liviana que sea, esa capa ambiental con la dosis de drum'n'bass, su música gana bastante. Ahí está el ejemplo de 'Nimitz. O partes como 'T1', de sonido muy vintage, pero efectivas. Un trabajo muy bruto de drill'n'bass, disfrutable para los más acérrimos, aunque al haber apostado por ello, se han perdido por el camino algunos matices que le daban un toque diferenciador importante. Aunque no negaremos que en esos pasajes clasicistas y añejos como '6EQUJ5' hay cuerda para rato. (Ferraia)
Discos que MEH
(Hacía muchísimo que no había una semana sin mehs, regociajos)
Discos que NO
Circa Waves - Never Going Under
Género: Perversiones de indie mal digerido
Circa Waves buscan en su ya quinto disco de estudio en una década de carrera consolidar una senda que los ha llevado a coleccionar un buen puñado de buenas críticas, puestos altos en listas de ventas y recepción en general agradecida por un público más o menos numeroso. Lo hacen insistiendo en apuesta indie pop-rock con infuencias Phoenixianas especialmente notables en cortes como 'Do You Wanna Talk'.
La sensación es que 'Never Going Under' deja poco que destacar. No funciona mal como colección de algunas canciones para facilitar la labor del pinchadiscos en los bares, pero deja bastante el poso de escasa capacidad de maniobra, de haber encontrado una fórmula (única, sin un leve movimiento o variación) que les funciona para lo suyo y no tener la más mínima intención de arriesgar un poco. Podríamos intentar aceptarlo y no castigarlos en exceso, pero luego llega 'Carry You Home' y mira, ya está bien de esta mierda. (Chou)
Moby - Ambient 23
Género: Ambient plasta
El plasta de Moby estrenó el año nuevo con una colección de dos horas y media de ambient invisible. Una gran colección de masa sonora inerte que parece invariable y no consigue absolutamente nada. Sólo una persona puede realmente apreciar algo de lo que está pasando en este disco:
(Black Gallego)
Belle & Sebastian - Late Developers
Género: Desastres mundiales
[Nota del editor: por su interés, extractamos parte del manuscrito aún sin publicar “The Poptimism Took My Baby Away”, del recientemente desaparecido investigador inglés Peter Robert J. Ram]
…Pero nada de eso les servirá para parar lo inevitable si no caemos en la cuenta de lo que en realidad ocurre. En 2001, y esto es bien sabido porque aparece documentado en “Crónica de Los Invisibles: un ensayo sobre terrorismo y anarquía para sobrevivir a la Iglesia Exterior” de G. Morrison, los arcontes de la Iglesia Exterior necesitaron comenzar una nueva oleada de control mental después del fiasco de la creación del Segundo Hijo de la Luna.
Recordemos que Lady Di se había negado a procrear aquel primogénito engendro, mezcla de humana e insecto de la realeza del espacio exterior. No quiso ser la madre del Nuevo Eon y para ella el castigo fue duro: la oleada de casualidades acabó, como ya todo el mundo sabe, en el sacrificio ritual del Pont de L'Alma, pero algo se descontroló para los monstruos que iban a heredar la tierra y para sus funcionarios. Fue un mazazo para ellos: tras décadas de cuidadosa estrategia de control mental televisado, hubo un amago de rebelión por parte de “los desechos sociales” (los humanos). La Iglesia Exterior decidió que algo tenía que hacer.
No es casualidad, y de nuevo lo sabemos al rebuscar en los papeles de la investigación de Morrison, que ese 2001 fuera también el primer año que los tímidos chicos indie escoceses llamados Belle & Sebastian diesen el sí a tocar en un megafestival, el FIB español, ante más de 20 mil personas. Nadie pensaba que fuesen a aceptar; nunca lo habían hecho. A los avezados buscadores de grietas lógicas les llamó la atención ese cambio de actitud de un grupo que sólo quería hacer canciones pequeñas e íntimas: al fin y al cabo, qué necesidad tenían de fingir lo que nunca fueron y cómo se iban a sentir cómodos ante tanta gente. Al resto del mundo le pareció bien.
Por qué escogieron los arcontes a Belle & Sebastian es un misterio. No eran el objetivo ideal. Sin mucho esfuerzo, uno puede ver lógica en cómo los arcontes se hicieron, casi a la vez, con la conciencia del grupo anteriormente conocido como Coldplay y lo elevaron a herramienta de manipulación masiva, apoyados por mirmidones como Pep Guardiola. Lo poco que sabemos del interés en los escoceses es que a) los arcontes querían llegar a un público que de puro tímido estaba ensimismado en su habitación y, por tanto, era muy difícilmente permeable sin más; y b) que puesto que en Escocia jamás ha existido un grupo terrorista digno de llevar ese nombre, ninguna Célula Invisible nacería para parar el ascenso de B&S a los micrófonos generacionales.
A y B se han demostrado certeras… Puede, no obstante, que aún pueda hacerse algo para detener el ascenso de Belle & Sebastian al estrellato definitivo. Pero los signos se van haciendo cada vez más intentos, sus intentos de dominación cerebral cada más llegan con más frecuencia y temo por la salud de todos nosotros si finalmente lo consiguen.
(Nota del autor: Para más pruebas sobre el interés de la Iglesia Exterior en Escocia, pueden consultarse los apéndices de “accidentes de grupos escoceses en Benicassim”, con The Delgados y Bis como primeros intentos de controlar mentalmente a un futuro fenómeno de masas. Queda claro tras leer esas anotaciones que es imposible que el escroto de John Disco se rompiese en un accidente de karts y que lo más lógico es pensar que el incidente se produjo en un enfrentamiento directo entre el ejército del Orden que operaba en Bar España y la ayuda de una Célula Invisible dispuesta a generar el caos).
No sólo yo: todo el mundo debería temer, pues, un nuevo disco de estos B&S que no son los reales, sino trampantojos de carne y hueso, extirpada toda consciencia bajo promesas de abrazar el pop verdadero. Porque aunque no se hayan conseguido alzar entre los grandes ídolos pop de su tiempo pese a sus muchos intentos, la sucesión de catástrofes que acontece cuando editan un álbum es sintomática: hay en estos himnos presuntamente blandos la capacidad de alterar estados mentales y provocar desgracias. Sé que el lector no convencido de antemano estará ahora mismo arqueando la ceja; años de programación neurolingüística nos hacen dudar. Pero el listado es infinito y la navaja de Ockham no fallaría aquí, en esta sucesión que ahora relato:
2003 - Dear Catastrophe Waitress, publicado el 6 de octubre. En California se suceden ese mes los más grandes incendios de toda su Historia; se ejecuta un rescate a un grupo de mineros en México (20 de ellos aseguran haber visto “al diablo”, otro de ellos dice que parecía un chico de Liverpool); y en EEUU Activision lanza su primer Call of Duty (consultar la investigación “Videogames and How They Teach To Obey & Consume and Create Rat Kids” para ampliar la importancia).
2006 - The Life Pursuit, publicado el 6 de febrero, el mismo día que el GRAPO regresa en España (o en Ohio, puesto que lo hace en Zaragoza) y el mismo mes en que se desata una sequía extrema en Somalia, ETA hace estallar una bomba frente a una discoteca, 65 mineros mueren atrapados en México y un terremoto de 7 grados azota Mozambique. (Hágase notar que el robo de 73 millones de euros en Kent, el mayor de la historia del Reino Unido, ocurre también ese mismo mes; consultar aquí las anotaciones del cuaderno de cuentas encontrado a una célula Invisible)
2010 - Write About Love, publicado el 11 de octubre de 2010. Ese mes, 33 mineros son rescatados con vida en San José (Chile) casi al mismo tiempo que José Luis Rodríguez Zapatero pacta con Coalición Canaria y el PNV a cambio de un tractor y sacrificios infantiles en los volcanes de las islas y se descubre el primer planeta extrasolar supuestamente habitable (otra mentira para sostener las costuras del mundo; no hay más verdad que a un lado está Barbelith y al otro la Iglesia del Espacio Exterior y entre medio los humanos, cada vez más esclavos).
2015 - Girls In Peacetime Want to Dance, publicado el 15 de enero, con una absoluta desvergüenza en su título y en su portada. La Iglesia Exterior intenta aquí su acción más clara de transformar a Belle & Sebastian en un grupo poptimista supuestamente subversivo. A la vez que el grupo habla de paz mientras sostiene en la portada armas de asalto, radicales asaltan Charlie Hebdo, Syriza gana las elecciones griegas y Boko Haram asalta aldeas en Nigeria matando a más de dos mil personas. Un puñado de mineros de Miskatonic desaparece sin dejar rastro. Todo el mismo mes. Es insostenible que se les deje seguir actuando libremente
2022 - A Bit of Previous, publicado el 6 de mayo de 2022 y que vuelve a coincidir con cientos de catástrofes y accidentes en minas, debería bastar para que una célula terrorista tome medidas y extirpe a los impostores antes de que continúen sembr…. [nota del editor: se ha perdido el resto del archivo digital en el que se conservaba la obra no publicada de PRJR]