Tier List 24 de octubre: los Stones, Roldán, L'Rain, Blink 182, Westside Gunn, Syd de Palma, Lost Girls, Naix y más
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
Directos al Excel
L'Rain - I Killed Your Dog
género: el pop etéreo que era más de gatos
Los que nos dedicamos, profesionalmente o de manera amateur, a escribir sobre discos u otras obras artísticas solemos emplear de manera implacable el término "indefinido" para destrozar esos intentos que se quedan a medio de terreno de sus intenciones, viéndose las costuras a la hora de aparentar algo que no se es. Hago mención de esto porque es casi imperativo hablar de lo que hace L'Rain como "música indefinida", pero no hay la menor connotación negativa en ese término, palabra. Taja Cheek se nutre precisamente de experimentar con sonidos que parecen reconocibles y canciones que suenan pop, pero no están trazadas de la manera más clara o sencilla.
Entre un neo-soul electrónico, el indie rock y el etéreo dream pop, Cheek ofrece en I Killed Your Dog canciones que no entran en un molde concreto, pero se benefician precisamente de ser indefinidas. Va moviéndose entre sonidos y tonos con una fluidez que desarma, y siempre es capaz de despertar sensaciones sensuales y elegantes aunque esté narrando historias muy turbias sobre matar perros. No debería funcionar, y su carácter melifluo debería ser impenetrable o dejar al oyente muy frío, pero en su lugar ofrece uno de los discos pop más sugerentes que han salido en las últimas semanas, sino el que más. (Black Gallego)
Roldan - Fumarola
Género: La noche me observaba, amorfa, gigante, ciega y desprovista de fronteras.
Con el éxito y el arraigo que ha tenido la etiqueta post-rock y la poca cancha que ha conseguido el post-pop. Más allá de reduccionismos posteriores, cuando Simon Reynolds comenzó a darle forma, el post-rock hablaba más de lo que estaba fuera de la tradición del rock (las armonías, las progresiones, los arreglos), que de lo que estaba dentro (curiosamente, lo que acabó quedando como santo y seña del asunto). El post-rock vivía y tenía razón de ser en las fronteras del género y con el post-pop pasa parecido: es en esos límites donde va a brillar y resultar especial.
Roldán, sin expresarlo abiertamente, llevan toda una vida discográfica explorando los bordes del pop, más allá de los cuales habitan dragones que a veces toman forman canterburyana y otras remiten a lo mismo que buscaban Mice Parade. Juan Carlos Roldán sabe que habita el centro de gravedad del pop, y da igual cuanto se aleje, que siempre acabará volviendo allí. Por eso estira sus canciones en una experiencia que no por fácil de escuchar es precisamente cómoda: hacia dónde lleva temas como 'Gamelán', 'Marisma' o 'Locos del pueblo' desafía a sus oyentes. No va a ser una experiencia sencilla, pero tampoco vinimos aquí a eso.
¿A qué vinimos? A imaginar qué habría pasado si los Beach Boys de los 70 se hubiesen encaramado al futuro sonoro que habitaba en las cabezas de algunos y no en las billeteras de otros. A dejarnos diluir entre arreglos impresionistas y canciones indefinidas por su pura ingravidez. A recordar la escena final de Solaris. Y a tener claro que, en el camino del post, no debería olvidarse nunca la emoción: 'Se me olvidó' nos lo recordará siempre. (probertoj)
Naix – Remains
Género: Saturación techno/electro, el futuro
Quizá alguien recuerde la lista de mejores discos de electrónica del año pasado. Aquello iba para el discarral de Galaxian, We Are Power. Este año ha publicado con un nuevo aka, Naix. Mark Kastner, afincado en Glasgow, y que juega también con esa identidad que no acaba de descubrir, a lo Underground Resistance, mira hacia allí ni más ni menos. Por ese anonimato, pero también, evidentemente, por su sonido, un techno traído y pasado por el ensordecedor filtro del electro. Un sonido saturado que en ese primer ‘Remains’ juega con esos efectos entre el electro y el acid y la cinemática de Carl Craig, para ir metiendo en la segunda mitad del tema sus ladrillos techno. Una carta de presentación de lo que es el disco. Corto como debe ser, tan solo ocho temas para quedar vacío.