Tier list cine y series de abril: ambulancias, yakuzas, slashers, romances y más
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas.
Como con cada cambio de mes, hacemos un pequeño repaso a las cines y series que hemos visto. Venimos con propuestas de lo más variadito, desde acción pura y bruta a romances de todo tipo. No sabemos qué nos ha hecho abril, pero ahí queda.
Primero, el cuadro general:
EXCEL
Ambulance. Plan de huida
Michael Bay regresa a lo grande. Desprendido ya de la carga de hacer incontables entregas de Transformers, el director ha regresado a cine de acción original y arrollador. Aquí hace una de sus películas más "sencillas", con dos horas de película de atracos y persecución en un escenario reducido (la ambulancia y entorno), con varios actores desatados pero entregados a lo que pide la empresa y situaciones locas encadenadas con nervio. Hay, por supuesto, espacio para estar destrozando cientos de coches, de meter tiros y explosiones hechas y contadas de manera impecable, y hasta experimentar con drones para rodar instantes imposibles. Da todo lo que tiene que dar y más, siendo un desfile de acción vertiginosa, humor loco y tensión extrema que va directa al top personal de Bay. Una experiencia cinematográfica total.
En cines.
Better Things
La serie de Pamela Adlon ha tenido uno de los recorridos más erráticos, especialmente cuando tenía la alargada sombra de Louis C.K. como uno de los productores originales y tuvo que reponerse como buenamente pudo con su escándalo. Pero lo hizo siendo fiel a sí misma, explorando todas las turbulencias vitales de una madre de cincuenta años e hijes crecidas, dando viñetas con conexión vaga que resultaban mejor o peor. En esta temporada de despedida se mantiene esa esencia guadianesca en la calidad de sus viñetas, pero consigue cierta satisfacción con todas -incluso aunque esta se sienta agridulce en ocasiones-. Así que no hay mejor manera de decir adiós que permaneciendo como una serie singular, siendo además buena en ello.
El hombre del norte
Con más recursos llegan más presiones. Robert Eggers tiene su primera oportunidad de hacer una película de estudio que encaja en sus obsesiones con los relatos de época y barbarie, y con ello ha llegado cierta necesidad de conversar si la película iba a responder a una audiencia cada vez más reacia a desplazarse a un cine. Dicho en pocas palabras, la pregunta era si iba a ser poco Vikingos (sí, la serie) o mucho. La ansiedad de Internet sobre su taquilla y sobre sí le han quitado a Eggers el montaje de las manos era evidente.
Pero son cuestiones menores, porque al final tenemos una peli de vikingos de Robert Eggers, que explora los ciclos de violencia, las presiones de sociedades opresivas y hasta una historia de amor que muestra que hay emoción en su apariencia solemne -que también Eggers se encarga de derribar como en otras obras suyas, tirando de humor de pedos y todo-. La acción muestra que estamos en otra escala, pero sigue siendo una película muy personal de una de las voces más interesantes del momento. No importa si la recaudación no está a la altura de su abultado presupuesto, porque esta película va a ser de rotación constante en conversación y en emisión. De una manera u otra dará beneficios, especialmente a la carrera de su autor.
En cines.
El primer episodio de Tokyo Vice
El maestro Michael Mann ha vuelto tras una larga espera, y lo hace desde la televisión. Sólo firma el primer episodio de Tokyo Vice, que sigue las aventuras de un reportero americano en Japón que trata de exponer a la Yakuza, pero es otro de sus electrizantes ejercicios de tensión. Cada decisión se siente bien medida para mostrarnos bien el mundo interno de su protagonista, al mismo tiempo que nos mete en los bajos fondos de la ciudad de manera enriquecedora. Formalmente impecable, como es tradición en Mann, nos ofrece un intrigante ejercicio de tensión, de estar navegando bajo presión, y de mostrar la parte más oscura de nuestros cimientos. Un prometedor y apasionante inicio.
X
Bienvenidos a la Boogie Nights de la masacre. Ti West ha dado forma a un slasher desatado y juguetón, con gore bien racionado y sentido del humor retorcido, y se puede disfrutar sólo como eso. También hay muchas ideas en torno a la represión y la sexualidad, en torno al proceso de envejecimiento y también sobre al proceso de hacer cine, lo que la hace también una película de terror muy de A24, aunque sin llegar a tener un tufo repelente de "terror elevado".
Las ideas temáticas nunca entorpecen ni el desarrollo de ambientación inquietante o el despliegue de la casquería, ni tampoco la construcción de unos personajes finamente trazados, tanto víctimas como villanos. Resulta atípico que te acaben importando todos en un slasher cuando la tendencia es a exagerar sus peores aspectos para hacer a los villanos más temibles y las víctimas más fácil de matar. Ti West consigue redondearlos mientras hace su película más completa en puesta en escena, en elaborar un montaje audaz que favorece los sustos y en crear una ambientación clásica que mantiene su tendencia en hacer películas anacrónicas. Pero incluso estando fuera de tiempo, X es una película que no teme navegar el presente y mirar al futuro. Por eso, es un pasote.
En cines.
SÍ
Heartstopper
Esta comedia romántica juvenil no engaña: quiere ser muy adolescente y muy bonica. Todo lo posible. Así que si tu grado de tolarencia de azúcar esta bajo mínimos, te va a repeler su absoluta falta de cinismo. Si estás dispuesto a darle un pase, vas a encontrar una serie bonica, con una relación romántica y de identidad muy bien tratada, con detallitos visuales majos -de pura herencia comic- que acentúan las emociones sin hacerlas muy cargantes y la dosis justa de algoritmo. Uno de los mejores hallazgos de Netflix, que consigue algo que funciona de veras más allá de las buenas intenciones.
PARÍS, Distrito 13
Ah, el cine francés, donde los personajes se preguntan a sí mismos si son buenos amantes y le permites que se hagan ese dilema porque estás viendo una francesa. Más allá de la coña, Jacques Audiard crea una película llena de intimidad que va conduciendo lentamente hacia lo sensual y la ternura, y el espacio donde se dan la mano. Su triángulo protagonista/amoroso puede tener sus más y sus menos, pero consigue rodarlos con una cercanía y un pulso emocional que no tiene tanto que envidiar de Wong Kar-Wai. Bueno, igual todavía un poco, pero ha conseguido una película bonita, no se puede negar.
En cines.
The Newsreader
Esta modesta serie australiana nos mete en la redacción de un noticiario local durante los ochenta, mostrando luchas de poder, romances y más sucesos entre bambalinas. Podría haber salido un trabajo de fondo de catálogo más, con narración cargada de algoritmo hasta en su ambientación ochentera. Pero no nada gratuito en sus decisiones, y nos entrega un eficiente drama notablemente actuado -podría ser la serie todo Anna Torv leyendo las noticias y sería igualmente atrayente- que toma bastante bien su influencia de Al filo de la noticia. Así que sí, es digna de invertir tu tiempo.
OK
Apolo 10½: Una infancia espacial
Como tantos otros directores actualmente, Richard Linklater recurre a su infancia y la encantadora nostalgia para su último proyecto, esperando que le saque de un preocupante bache creativo y vital reciente -cosa que, por cierto, también ha motivado a otros autores de estos ejercicios nostálgicos-. Aquí se vale de la animación por técnica de rotoscopia, ya empleada por él en cintas como Waking Life y A Scanner Darkly, para aproximarse a esa infancia en los suburbios de Houston como parte de esas familias trabajadoras en la carrera espacial. Una carrera espacial que forma parte de sus observaciones y hasta se vuelve protagonista en una subtrama de fantasía donde su yo joven es reclutado para una misión clandestina para la que sólo vale un niño de su edad (?).
Resulta más eficaz en ese formato de viñetas de crecimiento juvenil, un aspecto vital que Linklater ha reflejado como muy pocos -la magnífica Boyhood-, aunque la parte más fantasiosa resulta menos lucida y lastra el ritmo de lo que habría sido una película muy entrañable a la que sólo le habría sobrado un poco esa narración en off de Jack Black -nada en su contra, simplemente la herramienta resulta demasiado funcional-.
Caballero Luna
El interés de Marvel en venderte que cada producción realmente cambia las cosas, para acabar cambiando nada, es realmente encomiable, pero sí había cierta sensación de que Caballero Luna podía llegar a ello. Si tenía al creador de The Umbrella Academy y a Justin Benson y Aaron Moorhead (dos de los directores de ciencia ficción más interesantes del momento) de directores, metiendo en el proceso a Oscar Isaac e Ethan Hawke, al menos podíamos esperar algo mínimamente diferente.
Y lo es, beneficiándose de una aventura que trata de suceder lo más al margen posible del UCM, en un tono algo convulso que quiere meter en una coctelera cine de aventuras como La momia (la de 1999), drama psicológico de humo y espejos a lo Mr. Robot y algo de esa ciencia ficción de particular sentido del humor de Benson & Moorhead. Pero se queda mucho ratos en un "Sí pero no", cayendo en ciertas tendencias de las series marvelitas cuando teme estar yendo demasiado lejos. Su caída hacia la acción complaciente de siempre, o la caída en el penúltimo episodio a una especie de "reckoning" emocional que rompa a su espectador medio, ponen trabas a una serie tan interesante como frustrante.
La ciudad perdida
No vamos a engañar a nadie: esta hija declarada de la escuela Tras el corazón verde (a la que referencia visualmente en cierto punto) del cine de aventuras y romance cruzado con comedia acaba funcionando porque tiene estrellas entregadas al cachondeo, pero es demasiado funcional para resultar remarcable. Pero bueno, es la comedia romántica no basada en propiedad intelectual que nos viene cada 13 meses, que es maja y nos recuerda que antes estas eran más habituales y ahora tenemos que dar gracias de que exista ésta. Y oye, gracias, especialmente por Channing Tatum. Pero no estaría más que hicieran más a menudo para que de repente les salga alguna accidental joya como Noche de juegos.
En cines.
Muñeca rusa
Que hayan decidido seguir adelante con esta serie tras una primera temporada perfectamente hilada y cerrada, con el estallido de una pandemia antes de poder comenzar la producción y con la sensación de que han pasado casi 7 años desde la última vez que vimos la serie, muestra que realmente tenían ganas de hacer esta temporada de Muñeca Rusa. Luego Netflix ha sacado la temporada de mala manera porque... Netflix. Pero a Natasha Lyonne realmente le apetecía hacer esta temporada y contar lo que quiere contar.
Probablemente, para su desgracia, es mucho lo que quiere contar para el formato tan reducido que tiene y para lo poco que parece querer ligarla con lo que ya había de la serie. Aquí cambiamos los bucles temporales por, directamente, viajes en el tiempo, con sugerentes reflexiones sobre traumas que transcienden generaciones y sobre preocuparse excesivamente por alterar el pasado. Si tan sólo tuviera un poco más de voluntad en explicártelo de manera un poco más clara, menos atropellada, y con menos tendencia a la divagación, podría haber quedado un trabajo igual de remarcable o más que su primera temporada. Pero su obcecación en mantener sus misterios, y el hecho de que sus personajes son prácticamente omniscientes sobre los tejemanejes temporales, hacen que la serie pierda frescura y potencia emocional para intentar ganar en abstracción. Así que lo dejamos en "interesante".
MEH
El resto de episodios de Tokyo Vice
Fresh
Si no conoces mucho de esta propuesta de comedia negra y thriller, casi mejor mantente así si te apetece realmente verla. Si ya conoces un poco por donde van los tiros, probablemente pienses "Mmm, puede tener un interesante desarrollo como metáfora de los riesgos de salir a ligar hoy día". Desde luego, invita a pensar eso, pero luego no saca realmente mucho más allá de su punto de partida. Y no es por falta de querer comentar cosas, pero no las termina hilando con interés y la historia sufre en consecuencia. Por desgracia, tampoco cuenta con la suficiente gracia cafre o espíritu gore para que resulte entretenida por esa vía. Vais a permitirme la referencia fácil, pero al final le falta mordiente para llegar a alguna parte.
NO
Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore
Tres películas que no van a ninguna parte y a cada una que hacen hay dos o tres involucrados que terminan cancelados. Es hora de dejar morir esta desganada franquicia.
En cines.
La burbuja
Todos estos proyectos sobre la pandemia resultan fascinantes porque 1) es difícil pensar a gente entusiasmada por ver algo que le recuerda demasiado el trauma que está sobreviviendo y 2) van a terminan envejeciendo muy mal. Hacer una comedia tiene más riesgo, porque nada le viene peor al género que envejecer mal. Pero Judd Apatow se ha empeñado en querer meternos en un rodaje en estos tiempos, y disparar todos los dardos posibles a una industria tan esquizofrénica como los grandes estudios de Hollywood. De salir bien, podríamos tener una sucesora de la fabulosa Tropic Thunder.
Pero todo le sale mal, desde los personajes al ritmo, y hasta incluso los chistes. Casi ninguno aterriza. Y los personajes están tan satirizados que hay poco a lo que agarrarse con ellos. Y Apatow vuelve a su terrible tendencia de alargar demasiado el metraje, haciéndose una película más eterna que El irlandés incluso durando dos horas. Llegado al final uno de los personajes bromea con que a los espectadores les da igual que el inicio de una película sea una mierda si el final medio funciona, y no esta claro si habla tanto de los blockbusters gigantes de los que se ríe o de su propia película. Fracaso total.
Morbius
En cines.
Veneciafrenia
Que Álex de la Iglesia buscaba un disfrutón giallo/slasher setentero se hace evidente desde unos títulos de crédito iniciales que son lo más guay de la película -bueno, también hay algún asesinado divertido con el que se queda a gusto-. Que la solemnidad de su discurso anti-turismo masivo se interpone demasiado en ese ejercicio disfrutón es algo evidente a lo largo de sus turbulentos 100 minutos. Pero lo que más tira por la borda lo que debería ser esta película es su enrevesada estructura y su misterio descafeinado, que hace que se desinfle mucho antes de su habitual pinchazo en el tercer acto. Pero no os preocupéis, porque el final sigue siendo decepcionante incluso si la película te estaba pareciendo pobre antes. De la Iglesia, barrilete cósmico.
En cines.
Os dejais Pachinko que es TOP (Apple TV) Y sus creditos de inicio que son aun mejores que los de El Pacificador.