Tier list cine y series de agosto: osos, vampiritos, tortugas, tiburones, escarabajos y campeones cagados
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar.
Hi, personicas.
La tier de este último mes veraniego trae más bichos que nunca. También muchas series top, compensando que en cines suele llegar purria (y en streaming también). Vamos con la imagen y al lío.
EXCEL
How to with John Wilson
Ahora qué haremos con nuestra vida sin John Wilson (volverá, de alguna manera, pero no con este formato). Durante tres temporadas su documental cómico ha explorado las grietas de una ciudad gigante desquiciada por el capitalismo tardío y ha sentido genuina curiosidad por individuos variopintos. La segunda temporada sorprendió con un giro más personal que ayudó a compensar un poco menos de frescura, pero esta tercera logra ser un equilibrio de sus dos predecesoras, con Wilson entregando joyas imprescindibles que ves donde empiezan pero nunca adivinas a dónde te va a llevar.
Y te desarma, te sorprende y te emociona, además de hacerte descojonarte. Capítulos donde decide apuntarse al gimnasio, ver eventos deportivos u observar aves terminan derivando en el estudio de un mundo cada vez más extraño y distorsionado, pero donde siguen habiendo personas que igual sólo necesitan ser escuchadas. Wilson nos permite mirar a distancia desde su ventana, pero sus teclas consiguen que conectes con todo. Es un milagro.
Lo que hacemos en las sombras
Siguen molándolo todo, así que vuelvo a rescatar el mismo texto de todos los años:
Es la misma historia cada año. Vuelve una nueva temporada de la mejor comedia de vampiritos y te preguntas si podrán seguir manteniendo el nivel, si serán capaces de sostener el ingenio a la hora de satirizar los mitos sobrenaturales y continuar haciendo sitcom hilarante de primera. Y también ser capaces de hacer progresar a los personajes de manera adecuada como han estado haciendo hasta ahora.
Luego te sorprendes viendo que lo vuelven a hacer, todo eso, y siguen cimentando la que puede ser la mejor sitcom de este periodo de la televisión. Un día miraremos este recorrido increíble como vemos el de Seinfeld o el de Parks and Recreation.
The Architect
El mercado del alquiler es tan demencial que hace una distopía sobre el mismo se acerca más al realismo social que a la ciencia ficción. Aun así, bravo por esta serie noruega por encontrar el perfecto grado de humor en medio de un asunto que de gracia tiene poca. Su tono narrativo parece tener tanto de Succession como de Lars Von Trier, lo cuál va de maravilla para intentar explorar el mundo del urbanismo y la arquitectura. Tan demoledora como bizarra, una exquisitez.
The Bear
Cómo intentar hacer que broten cosas de un terreno poco fértil, casi inherentemente roto. Cómo poner algo de control en medio del ataque de ansiedad. The Bear ha decidido controlar su frenético ritmo para tomar algo del reflexivo reposo de series como Ramy, en la que el creador Christopher Storer participó y hasta el propio Ramy Youssef dirige uno de los mejores episodios. Pero ojo, nada de eso significa que haya perdido esa inquietud y esa vitalidad que le caracteriza.
Mientras los personajes intentan descifrar si su búsqueda de propósito tendrá destino o sólo paradas de tren dolorosas, la serie se nutre de un mayor presupuesto para canciones, dirección atrevida (en ocasiones cuestionable, como el amago a lo John Cassavettes del celebrado episodio 6) y permitirse explorar personajes que siempre eran parte importante del corazón de la serie (geniales los episodios 4 y 7). Un puñetazo de vida, explorando cómo la creatividad sólo surge de una sólida red de apoyo, y cierto desasosiego con el capitalismo tardío. Es la serie del momento.
SÍ
Háblame
La última sensación del terror no es tan elevada como cabría parecer. Su metáfora muy marcada sobre adicciones y traumas, de la mano de un retrato de los comportamientos juveniles muy cercano y desenfadado, tiene más de la adecuada referencialidad de It Follows que del, digamos, más resabidillo toque de Hereditary. Hay, aun así, bastantes detalles que la hacer distinguible, incluyendo una protagonista poco convencional para este cine de posesiones y un uso del sonido con mucho gusto para la ejecución de los sustos. Ni tan mal.
En cines.
Harley Quinn
Deberían dejarse de hacer series de superhéroes en general, pero sobre todo la mayoría que no tienen la energía caótica tan divertida que tiene Harley Quinn. Comiquera y ultraviolenta sin miedo ninguno a pasarse el canon por el coño, pero al mismo tiempo teniendo todo el cariño por personajes de DC y Batman. Por esta si vale la pena un poco dejar al lado la fatiga.
Heartstopper
Dije esto ya de la primera temporada: "Esta comedia romántica juvenil no engaña: quiere ser muy adolescente y muy bonica. Todo lo posible. Así que si tu grado de tolerancia de azúcar esta bajo mínimos, te va a repeler su absoluta falta de cinismo". Todo eso se aplica de nuevo aquí, con más intentos de visibilizar otras realidades del colectivo LGTBI y una facilidad pasmosa para ir dejando pasar cualquier atisbo de conflicto. Pero qué agradable de ver es y qué poco sufre por las tendencias del algoritmo.
Ninja Turtles: Caos mutante
Ojalá la mitad de los que hacen explotaciones de propiedad intelectual le pusieran tanto cariño como hacen los que trabajan en lenguaje animado. El reboot de las Tortugas Ninja es todo lo bueno que podía ser gracias a la animación moderna que conecta con los orígenes de cómic de los personajes a través de los trazos, humor adolescente muy cercano al coming of age y a un pedazo de musicote que combina temazos puro NYC con banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross. Ah, y viva Raphael.
En cines.
The Afterparty
La serie de misterio que FilmTwitter debería estar adorando vuelve con otro asesinato y más géneros cinematográficos que parodiar en forma de episodios divertidos e intrigantes. En The Afterparty se investiga quién es el asesino a través de la perspectiva de un personaje distinto, que relata los hechos, y el episodio toma forma de un drama de Jane Austen, un fresco thriller de atracos, un noir o una de Wes Anderson. Difícil igualar la frescura de la temporada inicial, pero nunca repiten recursos y siempre tienen un reparto que mola, así que se disfruta bastante.
OK
Good Omens
No seré yo quien se niegue a un poco más de fantasía marca Neil Gaiman, que vive un buen momento ahora mismo, aunque es difícil intentar continuar la irreverente frescura de la primera temporada de esta comedia fantástica sobre el fin del mundo. Con escala más reducida y más fe en que el dúo de Michael Sheen y David Tennant pueden sostener la propuesta, se consigue una entrega algo inferior pero también muy eficaz tanto en su parte humana como en la exploración de mitos teológicos.
Megalodón 2: La fosa
No era difícil mejorar la primera película, que acababa siendo la peor mezcla de cine barato de tiburones y blockbuster soso y olvidable. Cumple con los mínimos de una película de agosto, con Ben Wheatley aplicado dos ideas para dos películas distintas. En la primera hora tenemos un exploit de terror sci-fi que queda lastrado porque no se ve una mierda. En la segunda tenemos la chorrada divertida que prometía el tráiler donde suena 'Barracuda'. Ponerlas en ese orden es lo que marca que sea finalmente un OK. Eso y los créditos finales que sí parecen de Wheatley.
En cines.
Secuestro en el aire
Ahora que Netflix ha vomitado todo el algoritmo posible sobre la serie/miniserie de thriller británico, está bien que este vuelva a tener un poco de frescura y nervio aunque sea también algo funcional. Idris Elba estupendo de nuevo en el formato, giros administrados a lo largo de varios episodios y cierto espíritu de cine para padres latiendo desde la premisa. Podría verse en el avión, aunque igual te apetece morirte.
The Equalizer 3
Denzel Washington es mi pastor, nada me falta. Su franquicia improbable de thriller para padres/vigilante ultraviolento recibe un barniz propio del cine de acción europeo y del criminal italiano, manteniendo una frescura necesaria para que esto sea más que un complaciente entretenimiento. Cumple de maravilla su función.
En cines.
MEH
Blue Beetle
Plantilla de superhéroes para aburrir, aunque medianamente cuidada (y eso que iba a ir para streaming directamente). En lo visual por tener al director de fotografía de Ari Aster, en lo sonoro por la banda sonora de The Haxan Cloak y en general por ponerle cariño a la familia del protagonista. Al menos cosas sólidas en una película que se olvida rápido de algunas cosas que siembra, que no sabe qué historia darle a su protagonista ni tampoco qué lugar ocupa en los planes de DC.
En cines.
Tiempo de victoria: La dinastía de Los Lakers
El canallismo irreverente que quería darle la vuelta al biopic deportivo ha terminado quedándose en un gimmick estético del que te desentiendes pasado un rato, volviéndose un biopic deportivo más al uso en su segunda temporada. Sí, ya puse la primera temporada en meh y ahora he vuelto a ella, porque tiene todavía algo medianamente entretenido en su historia totalmente disfuncional. O simplemente soy demasiado débil para resistirme a ver a los Lakers teniendo dramones todo el rato.
NO
Agente Stone
La primera escena de acción de la película es básicamente una recreación del tercer acto de la última Misión Imposible, y la virgen, no os podéis imaginar lo absolutamente opuestas que son ambas en ejecución y emoción. Estas películas de acción para streaming que sólo valen para tener de fondo mientras cocinas se tienen que acabar.
Campeonex
Esta es una colaboración especial:
Somos cumplidores aquí.
En cines.
El club de los lectores criminales
Tuno negro era buena, os pongáis como os pongáis.
Gran Turismo
Una película de carreras que prefiere ser un blockbuster genérico a tomar las correctas lecciones de otras joyas del cine para padres, como un personaje de La Esposa a la que David Harbour (él único de todo el tinglado que sabe qué película hay que hacer) comenta su pasado traumático en el circuito, una escena del empresario en su despacho pensando cómo hacer dólares con esto y un par de mecánicos dando apoyo o comentando lo que está pasando en la carrera para que nadie se pierda. En resumen, incompetente. Y creíais que no se iba a notar que era de Neill Blomkamp.
En cines.
Mona Lisa y la luna de sangre
Un día tenemos que revisar cuándo acordamos que Ana Lily Amirpour era la gran promesa femenina del fantástico cuando no para de hacer las versiones plomo del género que harían Jim Jarmusch, pero sin talento. Aunque siempre escoge bien los títulos para las películas.