Tier list cine y series de septiembre: dragoncitos, anillitos, Cronenberg, Nick Cave y Sex Pistols
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas.
Ya toca evaluar el gran duelo entre los dos grandes eventos seriéfilos del año. También tenemos una buena colección de Excels, algunas movidas musicales chulas, el regreso de David Cronenberg y decimos cosas de No te preocupes querida.
Si algo de eso te interesa, ayúdanos a seguir haciéndolo:
EXCEL
Atenea
Con la película de Romain Gavras va a ser muy fácil quedarse a señalar su pirotecnia. Su bravura visual, cargada de espectacularidad a pie de calle y propulsada por planos secuencias que realmente impresionan y no estás distrayéndote porque "ves los cortes", puede ser el arma arrojadiza que muchos emplearán para hacerla de menos.
Pero suena a crítica superficial, porque precisamente Atenea logra meterte de lleno en un contexto de guerra en las calles y rabia social con esos momentos asombrosos, que logran contar cosas entre los fuegos artificiales. Nunca distrae del verdadero objetivo, que es denunciar la brutalidad policial y la escalada de violencia que tratan de prender los nazis para que nos matemos entre todos.
Cinco lobitos
En algún momento en este país podremos destacar el asombroso debut de una cineasta mujer que sea un thriller o una peli de de terror o fantasía en lugar de un drama minimalista e íntimo de descubrimiento, que estamos a punto de dar una patada y que nos salgan cinco.
Pero bueno, todavía no hay agotamiento con películas como la de Alauda Ruiz de Azúa, que resulta muy inteligente en cómo desarrolla y muestra las dos caras de la vida y cuándo a ti te toca lidiar con ambas de manera seguida, viendo lo conectadas que están. Una películas sobre frustraciones, sobre la necesidad de cuidar y sobre eso tan concreto que le pasa a una mujer cuando le toca ser madre sin dejar de ser hija. Fabulosa y genuinamente emotiva.
Compartimento nº6
No hay demasiado secreto en esta película donde Juho Kuosmanen nos lleva de la mano por los raíles de Rusia. Esta peli finlandesa recorre todas las paradas que uno espera de una película de viaje por carretera/tren con dos improbables desconocidos encontrándose, pero no por ello deja de ser encantadora. Al final, saca provecho de los momentos entre paradas, los que componen el viaje, creando interacciones hermosas pero también algunas cargadas de rabia y frustración (al fin y al cabo, están viajando por Rusia). Acertada en todo lo que tiene que serlo.
La casa del Dragón
Que íbamos a tener algo tratando de sacar jugo del mayor fenómeno televisivo de la pasada década estaba más que claro. Pero si tiene que ser de alguna manera, que sea como lo hace esta precuela que no sólo entiende bien lo que definía a la serie original, sino que lo aprovecha para fortalecer lo que quiere hacer. La casa del dragón se logra beneficiar de localizar la acción en menos escenarios y en torno a un grupo de personajes menos disgregado, más interconectado, disparados por un reparto magníficamente escogido y algunos puntos de dirección más notables que los de la serie madre. No es que esté a la altura, es que a ratos logra funcionar mejor.
Lo que hacemos en las sombras
Es la misma historia cada año. Vuelve una nueva temporada de la mejor comedia de vampiritos y te preguntas si podrán seguir manteniendo el nivel, si serán capaces de sostener el ingenio a la hora de satirizar los mitos sobrenaturales y continuar haciendo sitcom hilarante de primera. Y también ser capaces de hacer progresar a los personajes de manera adecuada como han estado haciendo hasta ahora. Luego te sorprendes viendo que lo vuelven a hacer, todo eso, y siguen cimentando la que puede ser la mejor sitcom de este periodo de la televisión. Un día miraremos este recorrido increíble como vemos el de Seinfeld o el de Parks and Recreation.
Tres mil años esperándote
A todos los cineastas de cierto poderío y de carrera con altibajos comerciales les llega su película de recordarse a sí mismo porque se dedican a esto -hacer pelis, contar historias-. Y con una carrera tan turbulenta pero cañonazo como la de George Miller sólo había espacio para una extravagante reimaginación de Las mil y una noches que vuela libre y, al mismo tiempo, resulta hermosa cuando decide ponerse íntima. Su tramo final está a punto de tirarlo todo por el garete, dando una sensación incompleta o a medio cocer, pero lo que lleva hasta ahí es arrebatador, tanto por la ambición visual como por el cuidado e imaginativo toque a la hora de narrar las historias. Que nunca falte Miller para seguir contándolas.
En cines.
SÍ
Jaula
Aquí estábamos cerca de un nuevo thriller/terror psicológico donde ves claro que va a haber un giro de guion y te temes que vaya a tirar por la borda todo lo que la película estaba sugiriendo con acierto, incluyendo el concepto de usar la tiza como un juego en el que se pueden establecer conexiones y lazos afectivos.
Pero el giro no sólo evita eso, sino que te replantea bien todo lo que estabas viendo (incluyendo la tiza) y, desde ahí, la película se vuelve mejor todavía. Casi mejor entrar en ella sin saber demasiado, pero mejor preparaos para uno de los terceros actos más perversos y oscuros que ha visto el cine español en cierto tiempo. Quitando un par de detalles que pueden chirriar al final, una potentísima sorpresa.
En cines.
Pistol
No es que falten motivos para aborrecer ligeramente esta aproximación a la vida de los Sex Pistols, incluyendo su poca imaginativa estructura de biopic musical (pasa por todos los lugares comunes del género, incluyendo momentos de explicar orígenes de nombres que resultan hasta paródicos) y que no siempre la dirección de Danny Boyle resulta lo bastante consistente (quiere hacer una recreación analógica que a ratos se le escapa cierto tufo digital).
Pero logra ser vibrante, descarada y juvenil en su mayor parte. Boyle recupera esos detalles de generación perdida de Trainspotting para retratar a los miembros del grupo, que no dejaban de ser chavales buscando un lugar en el que encajar, y para mostrar el movimiento cultural del punk en Inglaterra. En el fondo, mejor tirada de lo que piensas en un principio.
Solar Opposites
Ha vuelto Rick y Morty, pero realmente la animación para adultos y temática de ciencia ficción que vale la pena es esta otra producción de Justin Roiland. Algo menos rotunda que su anterior temporada, pero cargada de referencias muy ingeniosas, desde los diferentes rincones de la cultura pop a las metacinematográficas, y también un bien empleado toque de sitcom familiar que subvierte con ingenio. Sale muy beneficiada de su autoconsciencia de producto menor con menos exigencia que su hermana mayor.
This Much I Know to Be True
Nick Cave vuelve a exponerse bajo la dirección de Andrew Dominik después de hacerlo brutalmente con One More Time with Feeling, donde se veía como la grabación de Skeleton Tree (y del documental) se convirtió en un extraño fenómeno terapéutico ante el fallecimiento de su hijo. Seis años después, las heridas siguen supurando, y el australiano sigue buscando sentido y hasta redención de la mano de su inseparable Warren Ellis en los discos Ghosteen y Carnage, y Dominik vuelve a retratar el proceso psicológico y creativo con ambición.
Algo que captura muy bien This Much I Know to Be True es la esperanza de cicatrizar mientras las heridas se reabren en el proceso artístico. Es lo más impulsivo de un hombre por otro lado cauteloso, como muestra a la hora de responder a los fans en su newsletter o haciendo alfarería (!). Dominik expone bien sus engranajes (además de los de su propio proceso de rodaje) y va dejando relucir la importancia de tener de sostén a alguien como Ellis, con el que surgen cosas de manera espontánea pero no deja de ser el mayor valor seguro que ha tenido en todos sus años de carrera. El documental lo cuenta con mucho mimo y también cierto caos entre unas secuencias de actuación muy lucidas y hermosas.
OK
Buena suerte, Leo Grande
Incluso sin partir de una obra de teatro, esta dramedia británica recurre a bastante teatralidad en su estructura y su puesta en escena para poner el foco del todo a unos personajes complejos bien perfilados y a una exploración cuidada sobre el sexo y los trabajadores del mismo, tratando de no juzgar pero sí valorar todo lo mágico y lo extraño detrás del proceso. Emma Thompson y Daryl McCormack se las apañan para sostener la función, ayudando a que fluya la exposición y funcionen los momentos de incomodidad, aunque no esconden la austeridad general que a ratos le hace un flaco favor.
En Movistar+ y en alquiler.
El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder
La mejor decisión posible de esta extensión de la mitología de Tolkien en un ¿accidental? solape con la también fantasía medieval de La casa del dragón es intentan mantener las distancias. Mientras que la otra se vanagloria en la crudeza adulta y la miseria, aquí se apuesta de lleno por la alta fantasía de lucha entre el bien y el mal, sin retozarse en matices aunque tampoco pecando de naïve. Son esas decisiones las que permiten diferenciarla, y el valor de producción está en cada segundo de metraje (no se han cortado con los dólares, no).
Incluso Bayona consigue una dirección brutal en los primeros compases, que ayuda a hacer más digerible el desarrollo desigual al estar moviéndose entre muchos lugares, personajes y perspectivas. Deja la sensación de que está todo el rato asentando camino y yendo cautelosamente para no trastabillarse al ir con urgencia. Y está bien querer disfrutar del viaje, pero su parsimonia juega a menudo en su contra.
Malnazidos
No le preguntes a una mujer su edad, a un hombre su salario y a esta película si había gente mala en ambos bandos de la Guerra Civil. Más allá de un intento de conciliación que se siente simplista, aquí hay una simpática comedia de terror que conecta bien a Berlanga y a Romero, con algunas secuencias de acción bien llevadas y un reparto que funciona. Sin miedo a la fiesta zombie.
She-Hulk: Abogada Soltera
Mirad, después de tantas series inestables y que esconden poco que son películas alargadas, y de la inestable sensación que está dejando Marvel últimamente, casi que se agradece que apuesten por algo menor de verdad. Aquí lo hacen con una sencilla sitcom de abogados, con un desenfado que le sienta estupendamente y también menos ingenio del que se cree que tiene (de romper la cuarta pared se acuerda a ratos).
Además logra mostrar, sin pasarse de obvia, la frustración constante de una mujer minusvalorada repetidamente tanto en lo laboral como en lo personal, y cuida bastante tanto su viaje de autoafirmación y sus inseguridades. Es bastante intrascendente, sí, pero es entretenida de una manera menos mecánica que lo que es habitual en Marvel.
MEH
Crímenes del futuro
Sonaba bien la promesa de un retorno a las esencias del terror corporal y la nueva carne de forma explícita para que David Cronenberg reflexione sobre ambiciones artísticas en un mundo derruido y atraído por el plástico insalubre. Y es de agradecer que evite caer en las tendencias seniles que han acusado sus (horrendas películas recientes), consiguiendo explorar ideas medianamente frescas y construir un mundo sugerente.
Sus colaboradores también ayudan a engrandecer un conjunto que, por desgracia, se queda en recopilación de secuencias repetitivas y que terminan regurgitando lo mismo. Sabemos que cosas como "la trama" son accesorias en su cine, pero aun así algo de esqueleto parece ser lo que falta para que la película termine de hacer click en su melancólica exploración quirúrgica.
En cines.
No te preocupes querida
Parte de todos nosotros deseábamos una película tan alarmante o catastrófica para ir a la par con la campaña de promoción más demencial e ida de madre del Hollywood reciente. En su lugar, tenemos una Las esposas de Stepford que quiere pasar por el filtro Jordan Peele sin tener la gracia ni de una ni del otro. Sus decisiones visuales muchas veces parecen caprichosas y no sostienen la alegoría que busca hacer sobre toxicidad masculina y las mujeres que lo sufren, además de que trata por todos los medios sostener una atmósfera de misterio cuando ya ha dejado claro el "giro" en el primer acto.
No es plenamente incompetente, eso al menos hubiera sido divertido. Hay momentos de atmósfera desasosegante bien conseguidos, imágenes muy impactantes, actores notables entregados a la idea de una película mejor de la que obtenemos. Simplemente todo termina siendo algo frustrante por superficial y no especialmente entretenida. Una mala tierra de nadie en la que colocarse. MEH por no aspirar al menos a fallar con glamour.
En cines.
Viaje al paraíso
Ojalá poder decir que buena parte de la película no cae en un juego de Matrimoniadas rodada en lo que podría ser un paraíso fiscal pasando por Bali (todo esto emocionaría a José Luis Moreno), pero no es así. Al mismo tiempo, es satisfactorio ver a George Clooney y a Julia Roberts pasándoselo bien haciendo una comedia romántica sin miedo a ser noventera hasta el final (incluso una tan medianía como esta). Yo que sé, ni tan mal, está bien que al menos exista.
En cines.
NO
Buenas noches, mamá
¿Tiene algún propósito este remake más que hacer en inglés una sorprendente peli de culto austriaca? No mucho, la verdad. Hay ligeros cambios con respecto a la original, una perturbadora obra de terror psicológico que hace un fascinante uso de las perspectivas que compensa la predictibilidad de sus giros. Lo malo es que esos cambios hacen que se pierda una atmósfera inquietante y cruda que acentuaba al relato, y esta luce más profesional pero menos punzante, menos estremecedora.
No sé, decidme vosotros si viéndola sin conocer la original funciona, porque a mí me da la impresión de que toma decisiones pobres todo el rato, incluyendo poner a Naomi Watts como la madre (no es que lo haga mal, es que su elección en el casting le quita intriga y posibilidades al personaje).
En Amazon Prime Video (la austriaca también la tenéis ahí).
Dani de la Orden haciendo mil películas al año
Esto no es broma, en un mismo fin de semana se estrenaron dos películas dirigidas por De la Orden (42 segundos y El test). Dos más que caen en el olvido muy rápido. Bien por él por conseguir tener trabajo y además sacarlo con cierta facilidad, pero no tiene por qué sostener la industria cinematográfica española él solo.
Pinocho
Pasaba por aquí
Realmente te dan ganas de invadir Polonia o intentar reformar el código penal ver algunas películas, tan obsesionadas en reflejar las CONVERSACIONES (?) que se dan en Internet o en plasmar ciertos comportamientos de algunos personajes de redes sociales, que acaban cayendo en cierta vergüenza ajena. Que alguien le quite el acceso a Twitter a algunos cineastas antes de que ocurra una desgracia.