Billie Eilish contra las ediciones de discos, el esfuerzo ridículo de la censura...
...y otras noticias y playlists con las que ponerse al día
¡Valladolid, buenos días!
Ay, qué perecica volver. Aunque en realidad tampoco nos hemos ido: hemos tenido tier mensual de cine y series, tier semanal de discos y “Una canción, una escena” con extra de COREA.
Los jitazos de la semana
Aunque no es ya lunes, esta semana os va a costar todo el triple. Así que os dejamos la ración de las canciones y jitazos de la semana, que ya está actualizada en la plataforma que uses. Esta semana, 29 canciones y hora y 45 minutos para ponértela y no tener que hacer caso a nadie más durante ese largo rato.
A través de este link podrás acceder a la lista tanto en Spotify como Tidal y Apple Music.
No, tu disco no necesita 14 ediciones distintas, pesao
Ya es un fastidio comprobar como tu banda favorita no puede editar su disco en vinilo porque los artistas mainstream están ocupando todas las (pocas) máquinas prensadoras que quedan todavía en funcionamiento, imagina cuando encima el artista de turno las ocupa haciendo como 8 ediciones distintas de un mismo disco. Todo para que termine en el mismo destino.
Contra este fenómeno ha hablado Billie Eillish, que afirma sentirse frustrada por intentar sostenible con su trabajo, incluyendo la fabricación de formato físico de su música, y luego “algunos de los más grandes artistas en el mundo están haciendo 40 putas ediciones diferentes de vinilo que tienen una cosa única diferente sólo para conseguir que se sigan comprando más”. Un sacacuartos muy descarado.
Por supuesto, ella misma tiene sus limitaciones a la hora de llevar el discurso a la práctica, con ocho ediciones distintas para su último disco (todas, eso sí, echas con material reciclado, porque igual se puede ser sacacuartos sostenible). En conclusión:
Puff, Diddy
No porque alguien diera completamente la impresión de ser chungo en su vida privada se elimina la posibilidad de que realmente sea ultra-chungo. Sean Combs, más conocido por catorce alias entre los que se incluye Diddy o Puff Daddy, fue acusado por su ex-novia la cantante Cassie de participar en una trama de tráfico sexual además de otros delitos de violación y violencia física. Tras su denuncia el pasado noviembre, varias mujeres se sumaron a las acusaciones para contar cómo fueron también drogadas y asaltadas sexualmente por el rapero-productor.
Meses después de estas acusaciones, el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha realizado una redada en la mansión de Diddy en Los Ángeles. Con resultado infructuoso, ya que se encontraba en su otra mansión de Florida, donde también se ha realizado una redada. La detención se produce tras una investigación federal centrada en ese supuesto tráfico sexual realizado.
Es todo realmente duro y devastador, que deja un muy mal sabor de boca. Como tenemos que seguir escribiendo de cosas de talante más estúpido, vamos a intentar aligerar con una noticia relacionada que ha dejado un invitado especial inesperado: durante la redada en la mansión en Los Ángeles de Diddy, Ridley Scott se quedó sin poder entrar en su casa que estaba en el mismo vecindario y dejó un meme involuntario.
El trabajo inmenso detrás de la censura
Se cacarea mucho sobre si el streaming está censurando las obras clásicas para hacerlas más inofensivas ante el público actual. Es un argumento que te vale para justificar adquirir las películas en físico para preservarlas como es debido, pero no nos engañemos, no es nada nuevo. La televisión ha tenido su largo historial de modificaciones a películas para poderlas emitir en abierto o en horarios aptos.
El caso de Showgirls es glorioso con sus tetas tapadas (le tuvieron que echar horas los que trabajasen en aquello) y sus tacos censurados mal. Pero el de Pulp Fiction tiene especial gracia hasta el punto de tener cobertura nacional, ya que no es una película fácil de editar hasta llegar a unos mínimos aptos.
Su “world television premiere” tuvo lugar no sólo a partir de la última hora de horario infantil, sino que sacó de su hueco habitual en la parrilla a un show popular como El príncipe de Bel-Air. Tarantino supervisó los “de 10 a 15 menores ajustes” que incluía sobre todo quitar diálogos obscenos, teniendo que llamar a todo el reparto para regrabar audio de las escenas modificadas. Entre los cambios se incluyeron:
Eliminar una escena en la que Vincent se inyecta heroína; en otras partes, el consumo de drogas se insinúa, pero no se muestra específicamente.
La escena en la que Vincent dispara accidentalmente a un hombre sentado en el asiento trasero de un coche, provocando salpicaduras de sangre y cráneo. La versión televisiva acorta esta secuencia considerablemente, aunque la sangre sigue saliendo a chorros por la ventanilla trasera.
También se modificó radicalmente una escena en la que Butch y Marsellus están cautivos en la guarida de dos sadomasoquistas en una casa de empeños. Se ha eliminado un personaje vestido de pies a cabeza con cuero negro de bondage, así como una toma de Marsellus siendo violado.
El precio que pagar para todas esas grandes producciones calificadas para adultos, que entonces existían en masa en los multicines. Si te crees que lo de Pulp Fiction es una traición severa al espíritu original, espera a ver el caso de Jungla de cristal: La venganza donde se cambia el cartel que John McClaine lleva por las calles de Harlem para disgusto de sus vecinos, ya que llevaba un insulto racial:
Pausa de minutos musicales
(vía @foreverramonereydelasplazuelas en el discord)
El sube-baja hipersónico
👎 El análisis de los Wi-Zinks llenos.
👎 Lizzo, por no aclarar las cosas.
👍 El algoritmo de Netflix, buen sentido del humor.
👎 Shakira y este montón de sinsentidos.
("Valladolid, buenos días" es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)