El segurata de Taylor Swift, el "superservicio" de Netflix, ¿una huelga de compositores?...
El segurata de Taylor Swift, el "superservicio" de Netflix, ¿una huelga de compositores?...
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¡Valladolid, buenos días!
El domingo descansamos, el sábado lanzamos una canción, una escena de ‘Me quedo contigo y según la votación del pasado viernes parece que toca recuperar el especial Blur.
Los jitazos de la semana
Para empezar el lunes, la ración de las canciones y jitazos de la semana ya está actualizada en la plataforma que uses.
A través de este link podrás acceder a la lista tanto en Spotify como Tidal y Apple Music.
Toreando a Ticketmaster y reduciendo el paro
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Intentar conseguir entradas para la nueva gira de Taylor Swift iba a ser de por sí una tarea imposible. Además, Ticketmaster no lo puso nada fácil, provocando un cabreo entre los swifties sin entrada que les ha llevado a ser investigados por el congreso de Estados Unidos. No obstante, algunos de ellos encontraron maneras ingeniosas para no perderse la gira.
Vale, igual no innovadoras, pero graciosas igual. Davis Perrigo es un caso que está fascinando a Internet ahora mismo. Su trabajo diario, aparte de ser swiftie, era de contable, y tenía todas las ganas del mundo de asistir a la Eras Tour. No consiguió entradas, por desgracia, pero sí halló una manera para no perderse ni un concierto: ser segurata para los conciertos que pasasen por su zona, Nashville.
Así, su nueva salida laboral no ha pasado desapercibida para los fans, que ven al joven encargado de la seguridad cantando a coro las canciones de Taylor. “De hecho, la seguridad de Taylor me reprendió diciéndome que me estaba pasando y que tenía que bajar un poco el ritmo” comentó Perrigo en una entrevista una vez el caso fue notorio. “El viernes por la noche estaba al lado del escenario, y el sábado por la noche tenía casi una vista mejor”.
Un caso entrañable, además de un clásico si veis cuantos voluntarios jóvenes hay en todos los festivales. Es todo lo contrario del caso del segurata que le importaba más el trabajo que Taylor, que actuó con bastante dureza con unos fans y la cantante le recriminó en directo.
Por cierto, si tenéis cierto disco de TayTay, esto ha pasado:
Qué bueno es Alexanderplatz
Enésimo capítulo de decirlo. ‘Virgencica’ es el adelanto de su próximo disco, Noches blancas, mañanas negras, que se lanzará en septiembre de nuevo con Jabalina.
Los grandes éxitos de A24
Aquí un interesante vídeo del Vox Bueno de cómo A24 pasó de distribuidora independiente a convertirse en uno de los grandes nombres de la industria cinematográfica actual (no tanto por hacer cifras astronómicas como por pasar a ser prominente). Una gran combinación de astucia a la hora de escoger autores que promover y campañas de marketing poco convencionales y virales.
Interesante, eso sí, algo que el vídeo insinúa pero no termina desentrañando: la ironía de que el sello de A24 se haya vuelto más importante que los directores que promueve, que parten con libertad creativa y que su voz va a ser lo que realmente se imponga en el producto final.
También cómo esquivan la sensación de que de vez en cuando sacan truños (ejem, LA BALLENA).
De los guionistas a los compositores
Los guionistas se encuentran en huelga para denunciar lo que es una situación injusta en la industria impuesta por el mercado del streaming. La precariedad se impone y resulta más difícil ganarse la vida con el oficio, y por eso reclaman condiciones mejores. Claro, viendo que la gente que crea la base de las series y películas que vemos está peleando por un trato más justo, ¿cómo es que no sucede lo mismo con los compositores de las canciones que se escuchan con condiciones similares o peores?
Es algo que Rolling Stone ha querido explorar, ya que estos compositores ven con admiración a los guionistas organizándose bien en sus reclamaciones. No obstante, hay un aspecto de su realidad que les diferencia: los compositores no tienen el mismo poder, porque ya ejercen como contratistas independientes en lugar de como trabajadores, por lo que no pueden sindicalizarse ni negociar colectivamente sus condiciones (gracias Ronald Reagan y su neoliberalismo canceroso).
La pelota en este aspecto está en el tejado de discográficas y editoriales, que son las que controlan sus derechos de autor y sus grabaciones. Por ello hay iniciativas como la de Tiffany Red, compositora para gente como Jennifer Hudson, Jason Derulo o Zendaya, con una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de defender los intereses de estos compositores que reclama a la industria mejorar las condiciones de una maldita vez.
En esta trinchera están también gente como Justin Tranter (Fall Out Boy, Justin Bieber) o Ross Golan (Ariana Grande, Selena Gomez), que reclaman un cambio radical de la industria. Algunas de las reclamaciones principales: pago por cada sesión de trabajo, parte de la propiedad de las grabaciones de las canciones compuestas y seguro médico. Es urgente, porque la situación es demoledora: “Hay compositores increíbles con los que trabajo cada semana, que tienen streams de miles de millones y que necesitan conducir Uber o hacer OnlyFans porque no pueden pagar el alquiler” afirma Tranter.
Pero, para poder llegar a ellas, es preciso un movimiento de organización en forma de sindicato, con el WGA como ejemplo a seguir. Es la mejor vía si se quiere plantar cara a discográficas y a plataformas de streaming que cada vez atesoran más cachos del pastel.
Supertodovalismo
Con la huelga de guionistas están siendo unos upfronts (cuando cadenas y streamers presentan a los anunciantes lo que tienen entre manos) tranquilitos, ya que no se pueden pillar los dedos con promesas de cosas si no saben cuándo pueden producirse. No por ello deja de haber cosas, porque Netflix tiene contenido de sobra y mucho que vender a anunciantes dado que parte de su futuro pasa por ellos.
De hecho, han sacado todo el pecho posible de que su nuevo plan con anuncios está funcionando, con 5 millones de usuarios activos escogiendo esa modalidad barata. Hay que difuminar todo lo posible lo que se puede estar perdiendo al cargarse las cuentas compartidas.
Por supuesto, para mantener esas cuentas necesitan programación. La huelga puede afectarles menos, primero porque producen tanto que su parrilla está rellena para varios meses y segundo porque tienen las producciones fuera de Estados Unidos. Una parrilla de contenidos que han decidido detallar cómo se compone.
Según su jefa de contenido, Bela Bajaria, su estrategia se centra en “super servir” a los espectadores que, según sus datos, consumen de media seis géneros distintos al mes. En su presentación destaca que los usuarios pueden llegar a pasar de true crimes a fantasía young adult, de realities a thrillers, y sus planes pasan por producir a mansalva en variedad de géneros a lo largo de todos los países.
Otra forma de verlo: Netflix ya tiene su propia versión del zapping en la televisión en abierto. Ya no es “voy a ver esta serie que tiene buena pinta”, si no “ a ver qué echan en Netflix”. La fuerza del menú principal es poderosa, y si no lo creéis preguntad a vuestra madre como han acabado en casa viendo esa movida coreana que tienen a medio.
Pero esa narrativa no interesa, porque necesitan a los anunciantes para seguir produciendo a mansalva y mantener a los que se quedan. Por supuesto, uno diría que vale más generar menos y cuidar porque salgan más cosas de calidad que convenzan a la audiencia. Bajaria dice a eso “la calidad, como la belleza, está en el ojo del que mira”. Si eso fuera cierto, no habría la compresión que hay para que todas las series y películas tengan un acabado visual tan idéntico que sean indistinguibles.
Pausa de minutos cinéfilos
El sube y baja hipersónico
👎 Un baja extremadamente triste. Ha muerto Andy Rourke de The Smiths. Es tan triste que ni siquiera a Mozz le ha salido ser ruizruin.
👍 El compromiso de Tarantino con sus coñas.
👎 Presentadores y CMs que no pillan cuando Harrison Ford está cascarrabias.
👎 Marduk haciendo la nazificación otra vez.
👍 El cine, porque Alice Glass va a hacer versión de ‘Barbie Girl’ para la peli de Greta Gerwig.
👎 Arganda, porque ni los camareros portugueses quieren ir.
("Valladolid, buenos días" es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)