El volquete del metal #67: los mejores discos de 2024
Los álbumes del sonido pesado que tienes que escuchar
Hi, personicas con greñas1.
Continuamos explorando los mejores discos de 2024, y lo hacemos con despliegue por géneros. Comenzamos con los más ligeritos, los del metal, en una selección bastante amplia que aquí no se tiene que amoldar a una serie de gustos diversos (ni tampoco a diversidades auditivas de los sordos que huyen despavoridos al oir un gutural).
Desgranando el año parece que la superioridad tradicional del black metal se ha tambaleado, pero al mismo tiempo el death ha florecido en todas las direcciones posibles, con disonancias y peripecias técnicas. Lo progresivo arroja sangre nueva bastante interesante, el doom metal deslumbra conforme más profundiza en la desolación y hasta hay variedad deslumbrante en el stoner.
Sin más, aquí los mejores discos de este año sin orden particular.2
Mejor disco de metal progresivo para ofrecer a los aliens: Blood Incantation - Absolute Elsewhere
Aquella mala broma de ambient que fue Timewave Zero era un mero parón en el camino, aunque su querencia por la electrónica siga presente en forma de colaboración con Tangerine Dream. El metal para estos músicos no se iba a quedar en los, por qué no decirlo, más excelentes Spectral Voice. Finalmente Blood Incantation vuelven, y hacen un muy buen disco de death metal progresivo.
Podemos incluso a aventurarnos a poner a Absolute Elsewhere por encima del famoso disco del alien, y no sería mera boutade. Los americanos regresan a lo extremo y lo técnico, y son capaces de expandirlo con miradas debidas al pasado, a los setenta, pasando mucho por Pink Floyd y los sonidos space rock, además de por las interesantes experimentaciones de grupos de la escuela kraut.
El resultado son dos macropiezas subdivididas en tres partes donde el grupo discurre por los sonidos, elabora pasajes de una producción sublime y deja también riffs con mordiente. Sería, incluso, el monumento al que tanto aspira a ser que le llevaría ser un claro favorito a disco de metal del año. Podría, porque si bien se sitúa cómodamente en la excelencia por sus refrescantes ideas y por una técnica envidiable, siempre tienen una mejor presentación de sus elementos ocurrentes que una orgánica integración que lleve su trabajo al siguiente punto emocional. Allí donde las obras maestras que pretenden construir realmente se solidifiquen. Ahí donde todo el disco sea como ‘The Message [Tablet III]’.
Mejor disco de Leprous del año: Kingcrow - Hopium
Aunque voluntariamente parecen haberse puesto a la sombra de Leprous en cómo han decidido replicar su sonido como si sólo se hubieran dado pasos laterales desde 2015, lo cierto es que los italianos Kingcrow han realizado unos cuantos sorpassos a los de Einar Soldberg en sus discos recientes, y este año se ha solidificado.
Songs of Blood and Mire es justo la clase de disco que esperaríamos de los noruegos si no se hubiesen torcido. Suena un poco a complemento a medias, como si Kingcrow no fueran capaces de entregar algo propio. Pero sus canciones están muy vivas, y al final encuentran rincones estupendos con los que sorprender y hasta cautivar. Sin duda, es uno de los discos de progresivo mejor rematados de este año.
Mejor disco de doom que Pallbearer ya no serán capaces de hacer: Endonomos - Endonomos II: Enlightenment
El Funeral Doom fue uno de los mejores subgéneros en retomar ese entrelazamiento entre lo extremo del death y lo monolítico, cruzando melodías que van sumergiéndose hacia profundidades oscuras que se vuelven inmensas. Endonomos deciden llevar el Funeral hacia un lado más claro, casi Pallbearizando (en su época buena se entiende) esta vertiente más lenta y sombría hasta reconectarlo con los puntos más emocionales del death doom. Endonomos II - Enlightment destila una exquisita artesanía, pero ante todo una emoción extraordinaria.
Mejor disco de death/black metal para ponerte tras ver que ha ganado Donald Trump: Sacrificial Vein - Black Terror Genesis
Otro fuerte candidato a tenernos obsesionados durante un tiempo con mundos oscuros y la posibilidad de que la existencia humana esté condenada de por vida. El toque disonante y avant-garde de Sacrificial Vein hace más cortante el siniestro ejercicio de black metal que realizan. En Black Terror Genesis nos adentramos en una de las atmósferas más viciadas, pero al mismo tiempo realizada con un aplomo increíble, consiguiendo establecer varias capas de profundidad mientras tocan en un ton y velocidad infernales.
Mejor disco de metal del año en Cataluña: Vidres a la sang - Virtut del desencís
Incluso aunque para alguno su grupo casi hermano Foscor les ha tomado cierta ventaja a la hora de practicar un metal extremo diferente y de culto, Vidres a la sang ha sido una fuerza constante y sólida en la escena underground catalana que no se debería dar demasiado por sentada. Especialmente porque puede resurgir de la manera más grande.
Así, Virtut del desencís se plantea como otro disco inconformista de una banda que ha ido incorporando matices y sensibilidades a ese espectro entre el death y el black metal. Un regusto progresivo y a veces melódico propulsa unas canciones que saben hincar el colmillo, que generan riffs de categoría desde un sonido bien estudiado y, al mismo tiempo, capaz de dejarse llevar por sorpresas que parecen gratificar tanto a los propios creadores como a los oyentes. Sin duda, un gran trabajo para una banda que nunca ha desmerecido su reputación.
Mejor disco de prog gafitas del año: Caligula's Horse - Charcoal Grace
Difícil entender cómo, pero enero de cada año parece reservar siempre un gran sorpresón para el metal progresivo que termina en alta consideración de cara al top. Si el año pasado nos lo dio con Riverside, este año InsideOut nos sorprende con unos Caligula’s Horse que recuperan el nivelón de sus Bloom e In Contact, ambos discos dignos de top de metal.
Si Charcoal Grace lo termina siendo será algo que dilucidaremos más tarde, pero no cabe duda de que los australianos han vuelto a dominar ese pulso para los riffs técnicos, las composiciones potentes y ambiciosas y más aspectos esperables de un disco de este género. Caligula’s Horse siempre se han marcado por un patrón bastante claro, pero siempre lo han ejecutado con deslumbrante habilidad.
Aquí lo hacen con una buena sucesión de temas largos, incluyendo una en cuatro partes donde el grupo maneja contrastes e intercala pasajes de manera exquisita. Tiene algunos temas más de single y más evidentes, que no hubiera pasado nada si se hubieran dejado fuera para dejar todo por debajo de la hora de duración. Pero los aciertos de este Charcoal Grace son tan fabulosos que se puede perdonar casi todo. Mirad Haken cómo se hace.
Mejor disco de metalcore del año: Missouri Executive Order 44 - Salt Sermon
Me preguntaste una vez, con toda la curiosidad, qué era el metalcore.
¿Era metal? ¿Era hardcore? ¿Era todo a la vez y a la vez nada?
¿Era ETA? Porque Bring Me The Horizon era el mal, no podía ser otra cosa.
Y yo, con toda convicción, lo dije claro: el metalcore es Missouri Executive Order 44 y te abren en canal.
Mejor disco de metal con especias de medio oriente del año: Lowen - Do Not Go to War With the Demons of Mazandaran
Nacida en Reino Unido después de que sus padres se exiliaran de Irán, la cantante Nuna Saeidi se toma su particular venganza desde lo progresivo y el doom metal épico. Al frente del grupo Lowen, realiza una serie de denuncias a la misoginia y los abusos sistémicos del régimen iraní en una serie de canciones demoledoras que trazan puentes con las raíces folk del medio oriente.
Pero Do Not Go To War With The Demons Of Mazandaran tiene más fuerza en sus sonidos y sus construcciones ambiciosas, no limitándose a ser mera denuncia. Trazando con mitología y guitarrazos, va tomando los caminos más exuberantes, haciendo de cada canción un monstruoso e implacable monumento. Uno de los discos más especiales que vais a tener la oportunidad de cruzaros.
Mejor disco de black melódico con toallas del año: Gaerea - Coma
Con Mirage hubo que rendirse por completo a los portugueses Gaerea, que expandiendo las atmósferas de un black metal arrollador y exquisito dejaba uno de los discos de aquel año. Era una papeleta difícil de replicar, pero en Coma consiguen estar bastante a la altura mientras encuentran matices nuevos a desarrollar.
Matices de post-metal que, sin embargo, no caen en la zona común del blackgaze, y muchas trazas de black melódico con el que hacerse un poco más accesibles pero también intensos. Una evolución bien sostenida, manteniendo el empuje arrollador que nos conquistó a tantos hace unos años. Ya el inicio es una sobrada monumental que te tumba de la silla. Cañonazo.
Mejor disco de black metal con trazas post del año: Panzerfaust - The Suns of Perdition - Chapter IV: To Shadow Zion
Cuarta parte de un serial que los noruegos Panzerfaust realizan para llevar el black metal árido que habían estado practicados a niveles de monumento épico. Aquí lo aderezan de cortantes y atmósfericos toques de guarrería sludge para que The Suns of Perdition - Chapter IV: To Shadow Zion sea una demoledora experiencia. Riffs de gran calibre en canciones inmensas pero nunca cansinas, encontrando el grado de accesibilidad perfecto para quedar satisfecho y hasta se sienta corto.
Mejor disco de sludge "creo que voy a partir mi alma en dos" del año: Thou - Umbilical
En casi dos décadas de andadura a Thou les ha dado tiempo a dar forma a una discografía ambiciosa, amplia y tan abrumadora que en sitios como Daily Bandcamp necesitan encontrar la manera de organizarla adecuadamente. Entre discos completos, EPs, colaboraciones y splits, han dejado una obra marcada por lo inclasificable, moviendo el sludge a todas las direcciones posibles por su propia mano o junto a otras que se salen de su zona de confort (de The Body a Emma Ruth Rundle o Mizmor).
Han entregado discos que han sido de lo mejor de la década, y al mismo tiempo no son estrictamente parecidos, practicando un sonido extremo que ha profundizado en la oscura abrasión o la épica solemnidad poco impostada. Umbilical logra ser otra sorpresa en su carrera, porque es uno de sus discos más directos en bastante tiempo. Sin muchas coartadas, van entregando colecciones de riffs intensos y de poderío propio de bomba nuclear, arrebatos de fuerza donde el músculo expresa los designios de un corazón cabreado.
Es un impresionante hallazgo precisamente por, incluso en una aparente simpleza, seguir expandiendo las posibilidades de un grupo que sigue manteniéndose como esencial en el género.