El volquete del metal (XLIII): Escuela de metal
Los discos de metal que tienes que escuchar.
Hi, personicas.
Se va aproximando el final de año y ya vamos mirando algunos discos por sus posibilidades de cara a los tops. Pero además de los discazos de cada mes encontramos también discos muy buenos que satisfacen nuestras metaleras. Un poco de todo eso encontramos en esta nueva entrega de vuestra sección favorita.
El disco del mes: Brutus - Unison Life
Algunos ya teníamos en el radar a los belgas Brutus por dos tremendos discos de post-hardcore con tendencia metalera y atmosférica muy bien llevada. Pero lo de Unison Life es la clase de salto de gigante que debería ponerlos en el mapa, porque han sacado uno de los discos revelación que pasa de haces cosas buenas con elementos familiares a uno de los sonidos más potentes y frescos del momento.
No es que deje de sonar familiar, pero la manera en la que emplean los sonidos se desmarca de lo previo y de otros grupos punk-metaleros. Han abrazado un fabuloso músculo compositivo pop que forja unas grandes canciones a las que el sonido sirve, no al revés. No es sólo madurez, es abrazar un enfoque personal que les convierte en un grupo más interesante, más enérgico y con más cosas que contar.
Sus canciones se mueven en duración media, ni muy cortas pero tampoco largas, y aun así en cada una de ellas caben multitudes. Los cambios dentro de las canciones están fabulosamente medidos para engrandecer, logrando que no choque con esa ambición de crear himnos tan estruendosos como íntimos. Un equilibrio aparentemente contradictorio pero que Brutus han conseguido dar forma en un disco grande digno de celebración.
Escuela Grind - Memory Theater
Mira, hacen grindcore bastante potente y encima nos hacen los memes que haríamos nosotros para recomendarlos. Así que directos al excel metalero:
A.A. Williams - As the Moon Rests
A priori parecería fácil enmarcar a Alex Williams y su propuesta, con muchos paralelismos a establecer con la Chelsea Wolfe mas guitarrera y cuasi-metal. La vía abierta por Wolfe daba mucho espacio a herederas interesantes, que explotasen ese espacio del metal etéreo o el rock inmenso y cautivador, y lo que apuntaba la británica era a alumna aventajada en ese terreno.
Por supuesto, hay detalles que la desmarcan. A ratos juega con hacer la cara más expansiva de PJ Harvey y en ocasiones muestra detalles post-rock muy interesantes que se salen del sube-baja en el que se ha encajonado el género. Todo ello con una voz característica, unas canciones muy notables y atmósferas envolventes de las que no te despegas fácilmente. Si se pueden poner pegas, quizá hace falta una cohesión más fuerte, una contundencia que termine de redondear el álbum. Con todo, estamos ante un disco cargado de emoción y armonías, de influencias claras pero aprovechadas hacia una dirección concreta, y que sigue teniendo espacio para crecer.
Gevurah - Gehinnom
Después de haber perdido a Mizmor para la causa con su descenso a la espiral de la abstracción ruidosa, está bien que Gevurah decida coger el testigo para la causa del black metal judío. Eso sí, aquí hay menos coartadas intelectuales, menos desvíos a sonidos como el sludge extremo o el noise. Black metal puro y duro, intenso además de urgente, que saca el provecho de cada minuto en el que se está tocando. Gehinnom es un cañonazo de entidad.
Birth - Born
Detrás de estos nombres aparentemente reiterativos tenemos el grupo nacido de las cenizas de grupazos como Astra o Psicomagia. Los mismos músicos conforman Birth, una banda de San Diego que prosigue la escuela de rock progresivo bien embadurnado de psicodelia ácida y otras trazas lisérgicas que harán delicias de aquellos que no quieren el prog ni con un palo.
Hay mucha continuidad en este Born en la manera de abordar el sonido, con un poco de giro espacial muy envolvente y delicioso que pone la guinda a unas piezas exquisitas y más pop de lo que cabría esperar. Aquí tenemos esa cualidad que hacía cautivadores y urgentes a Psicomagia, y esa magnificencia sonora que hacía imprescindibles a Astra. Cosas como 'Descending Us' o 'Cosmic Tears' muestran, además de que siguen sabiendo cómo sonar de lujo, que su embrujo no entiende de fronteras y géneros, son simplemente músicos a seguir.
Pinkshift - Love Me Forever
El trío de Baltimore Pinkshift ha ido haciéndose la ronda por medios de diferente calibre que han seguido muy detenidamente su álbum debut. No obstante, quizá por la moda, estos están insistiendo en meterlos en el saco del pop punk que se siente bastante alejado de lo que hacen. Ni siquiera sus momentos más punk noventero y melódico cae por esos derroteros.
Lo que lleva a engaño, porque su Love Me Forever tiende a lo pesado, hacia un hardcore tan heavy que a ratos suena directamente metalcore. Y suena estupendo, dejando jitazos como 'GET OUT' o 'Trust Fall' que son super bestias sin dejar de ser perlazas de juventud angustiada y llevada por los vuelcos del corazón. Han encontrado un buen rollo bastante bien medido y si siguen fabricando cañonazos pueden petarlo del todo.
Ruby the Hatchet - Fear Is a Cruel Master
A estas alturas ya nos conocéis mejor que nuestras madres, y sabéis a lo que tendemos con ciertos grupos, como por ejemplo los de stoner y psicodelia pesada como Ruby the Hatchet, con los que flipamos en su debut y luego estamos un par de discos buenos después diciendo que aún tienen su punto. Lo que viene después de eso es el olvido por nuestra parte, los juguetes rotos, especialmente si pasan tiempo fuera como ha pasado con esta banda de Philadelphia.
Pero Ruby the Hatchet parecen hechos de una pasta rarísima, donde tocan teclas familiares todo el rato y hasta se puede argumentar que hacen siempre el mismo disco pero acaban funcionando siempre. Con otros grupos no nos toparíamos un disco tan estupendo como Fear Is a Cruel Master a estas alturas, que nos lleve a pensar que va a dar igual las repeticiones y las ausencias, que aquí hay grupo consistente para dar alegrías y que va a valer siempre la pena ponerse su nueva referencia. No van a dar nada que no esperes, pero no van a dejar de sonar fenomenal por ello.
Red Sun Atacama - Darwin
He tenido que mirar concienzudamente que este trío frances no tuviese una conexión, aunque fuese lejana, con Earthless, porque la verdad es que comparten no sólo la pasión por la psicodelia pesada y alucinante con guitarrazos para ponerse en órbita, sino que les salen igual de buenos. Aunque vale la pena aclarar que hay también conexiones con el fuzz garagero de San Francisco, de la clase de grupos montados en el tren del subidón aunque se pueda dar contra el muro.
Eso hace de Red Sun Atacama la clase de grupo de stoner que va a resultar divertido de escuchar hasta para aquellos no habituados a escuchar el género de manera recurrente. Darwin es un disco formidable, que da un viaje entretenidísimo de inicio a fin y que tiene un tono lo bastante fresco para que no tengamos que defenderlo sólo por buena ejecución.
The Otolith - Folim Limina
La introducción de cuerdas orquestales ha sido tratado con mucho cuidado en el metal extremo porque rápidamente puedes caer en Lo Prog™ que te lleve de manera irremediable a lo hortera. Por eso lo vemos más en grupos de black/death de ambiciones técnicas, no tanto en un grupo doom como The Ololith. Lo mejor es que hacen una jugada lujosa que llega a término.
Folim Limina es un disco inmenso y ambicioso, de sonido exquisito que se integra bien en la pesadez inherente al grupo. Las melodías van bien hiladas, hay detalles post que no caen necesariamente en el cliché y las composiciones tienen miga que vale la pena rascar con repetidas escuchas. Es una de las sorpresas de la temporada, y veremos si no llega a más.
¿os estáis haciendo copypaste a vosotros mismos?