Tier List 21 de mayo: manantiales, bandidos y psicodelia marroquí
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
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Daga Voladora - Los Manantiales
Género: Lo que me importa de verdad es que te importen las cosas pequeñas
Nos han enseñado tantas veces el futuro distópico dominado por megacorporaciones que, para cuando hemos vivido en él, hemos tenido difícil asumir que quizás no sea la manera correcta. En el mundo de la música, especialmente. La desintegración de casi todo lo pequeño, de los nichos, ha venido provocada por LOS DATOS: ¿cuántos millones de escuchas tienes? ¿Cuántos nuevos seguidores has conseguido? ¿Delante de cuántos miles de personas has tocado? Todo lo que ha pasado en los últimos 15 años ha ido destinado a destrozar o invisibilizar por completo cualquier alternativa. Lo que se construyó entre los 80 y los 90 fue ridiculizado, ahogado y aislado, a veces incluso por personas que creían estar haciendo lo correcto. Sin embargo, necesitamos lo pequeño.
Hay una serie de vasos comunicantes en la historia de la música pop que insisten en esa necesidad. Artistas, grupos, compositores que, sin estar relacionados estilísticamente, sí comparten ideas parecidas, una actitud que valora lo pequeño. Y en esos alambiques suele destilarse una mirada a la realidad que sabe ver que, bajo todas las capas de cinismo y los horrores cotidianos, hay personas y lugares que merecen la pena ser vividos.
Pero no bajes la guardia, por si acaso te sepultan LOS DATOS.
Los manantiales, de preciosa portada mate, contraportada icónica e interior clásico, es la manera en que Daga Voladora (AKA Cristina Plaza; ex-Clovis, ex-Los Eterno, ex-Gran Aparato Eléctrico) se suma de nuevo a esa idea. Sus discos previos ya la manejaban, y nos enamoraron a los que compartimos la necesidad de que el mundo sea algo tangible y asumible. Los manantiales va algo más allá porque quiere crecer: instrumentalmente, y en arreglos, parece haber la necesidad de escaparse de esa experiencia intimísima que fueron Rayos, truenos y relámpagos (2010) o Chiu-Chium (2016) y recoge, para hacer más grandes, las ideas que salían a borbotones en Espejo, Espejito (2012, tercer mejor disco de aquel año para Hipersónica).
¿Qué ideas? Las que se imaginan a una Victoria Legrand despojada del muro de sonido, tocando subida a la tapia de la casa de Ana D (‘Ceniza Plateada’). Las que recogen a Espanto tocando a Dan Treacy (‘Diamante’, una de las mejores canciones de 2024; una de las mejores canciones de mi vida). Las que adoran todo lo que hacían Broadcast y lo que cantaba (y cómo lo cantaba) Cristina Lliso (‘Quise ser’). Las enamoradas de las letras más sentimentales, a flor de piel, del flamenco (y de Kikí d’Akí). Las de quien ha leído muchísimo, escuchado muchísimo más, y en vez de ponerse a presumir, sale por peteneras y se inventa un dub protagonizado por Sam Spade, Philip Marlowe, tú y yo.
Y todo desde lo pequeño. “Lo he grabado todo con mi ordenador”, dice en la nota de prensa, “con mis instrumentos, mis teclados analógicos, mis cajas de ritmo, ruiditos que hago por ahí... Yo no hago maquetas. Me pongo. A lo bruto. Lo que sí hago es repetir. Lo bueno de este método es que muchas cosas ocurren de forma espontánea y ahí se quedan”. Ahí se quedan los bajos de los beach boys imaginando una ciudad en la que lo fundamental es comer pizza, acoger a los amigos. Ahí, las declaraciones de amor elegidas justo en el momento adecuado. Ahí, los bosques, esta vez sin cadáveres (quizás sólo el tuyo; si nadie recuerda tu nombre, cómo te iban a poder encontrar).
Ahí, las razones, pequeñas, para bajar la guardia.
Los Manantiales, un disco de música pequeña y preciosa, es aún más un disco de letras rotundas, y quizás ninguna tan perfecta como ‘Me pasará contigo’; qué hermosa declaración de desamor al amor, y cuánto conocimiento acumulado durante siglos sobre lo que nos hace felices y lo que nos destruye:
Me pasará contigo como me pasa siempre / Todo el tiempo del mundo no será suficiente
Pensaré: es amor – y solo será un capricho / Me arrepentiré de cada cosa que te he dicho
Olvidaré que siempre mi imaginación vuela / Me lanzaré cuesta abajo, aunque después me duela
Me dejaré llevar / Dejaré de ser prudente
Me pasará contigo: no quiero conocerte / Me pasará contigo, ya lo estoy viendo
Venga mensajes cifrados que ni yo misma entiendo / Mi corazón al galope como un potro desbocado
Sentiré que me ahogo cuando no estés a mi lado / Me dejaré llevar
Dejaré de ser prudente / Me pasará contigo
Por eso…
Me pasará contigo: por eso no he de quererte
Podría haber ido mal: podría haberse creído en la necesidad de hacerlo todo a lo grande, de pelear por entrar en MundoDato, de cometer los errores de otros, otras1. Pero Daga Voladora sabe cómo hacerlo, porque comparte la necesidad de lo pequeño. Casi ninguna puede cantarnos como ella nos canta. Teníamos a Cate Lebon y ahora tenemos a Cristina-La-Buena. Teníamos a Trish y ahora tenemos a Cris. Daga directa al esternón, al excelrnón. (probertoj)