Tier list cine y series de octubre: Dahmer dahmer DAHMER
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar.
Hi, personicas.
Volvemos a hacer un repaso a lo destacado (para bien y para mal) del cine en el último mes. Un octubre muy cargado gracias a #distribuidorasespañolas y a cine de terror variado, lo que nos da un récord de películas comentadas. Y también más NOes que nunca. Primero un vistazo rápido:
Si algo de eso te interesa, ayúdanos a seguir haciéndolo:
EXCEL
Argentina, 1985
Pocas cosas más satisfactoria que una clásica buena película tan bien hecha. Santiago Mitre nos ofrece una película de juicios trepidante, entretenida, sobre uno de los sucesos más importantes del país. Vieja escuela para tocar asuntos como la justicia o como transicionar hacia un país mejor y justo precisamente recordando lo pasado. Rodada con elegancia, buen sentido del humor, con un Ricardo Darín fabuloso y cumpliendo con nota en todo lo que se requiere de ella.
En cines.
Blonde
Vete deshaciéndote de la idea de encontrar aquí un glorificador biopic sobre Marilyn Monroe para lucimiento de una Ana de Armas que, desde luego, está espléndida. Aquí no hay gloria, no hay biopic convencional, ni siquiera trazas de algoritmo. Andrew Dominik rechaza por completo las tendencias blanqueadoras o la resignificación moderna de iconos pop para mostrarnos la verdadera película de terror que toca vivir cuando buscas el amor que te ha sido negado en el lugar más horrendo y aprovechado de la Tierra.
Aquí logra extremos que no van a ser demasiado digeribles, que la equiparan en ciertos momentos a la aterradora y desoladora tristeza de Twin Peaks: Fuego camina conmigo. Sus decisiones pueden ser fastuosas, pero también pueden hacer reincidir demasiado su argumento a lo largo de casi tres horas. Pero el acabado visual, la música de Nick Cave y Warren Ellis, la propia De Armas y el tono poco comprometido la hacen el biopic que deje para el arrastre el resto.
Cerdita
Hacía falta ya una ópera prima con la urgencia y las vísceras suficientes para atreverse a diferenciarse dentro de nuestra industria. Carlota Pereda firma una de las mejores películas del terror patrio reciente con un slasher lleno de casquería y tensión, manteniendo siempre una buena línea entre el humor costumbrista y la brutalidad del terror puro. Cerdita mantiene siempre un buen pulso, ya sea para marcar su temática anti-bullying o para crear suspense hasta con el programa de una lavadora. Esta sí que es la mirada a la vida en el campo que nos merecemos. Brutal.
En cines.
Fuego
Las películas de Claire Denis tienden al hermetismo, al no ponerte la pelota botando, al no ponerte fácil bailar a su son. Pero cuando entras en sintonía con ellas, es un torbellino de emociones. Me estaba preocupando bastante que haya perdido mi sintonía con ellas tras dos películas que me han convencido poco, uno su exploración de la sexualidad en la mediana edad con Un sol interior y otro el desasosiego existencial en el espacio con High Life.
Extrañamente, juego parece juntar todo eso (menos el espacio, aunque se puede argumentar que sus películas no tienen lugar en nuestra misma tierra, sino una muy parecida) y no sólo he conseguido sintonizar sino que he acabado cautivado. Es posible que no sea tu caso, que su reflejo de las turbulencias en las relaciones se haga mareante, pero aquí vuelve a crear momentos a través de la cercanía y el movimiento de los cuerpos que te obligan a tener los ojos puestos en pantalla.
En cines.
Smile
Es difícil no ver la obra debut de Parker Finn como una respuesta al "terror elevado", queriendo tocar sus "ambiciones" temáticas pero buscando ser una peli de terror que dé miedo todo el rato. Y le sale guay, porque sus sustos están genialmente pensados, sin pensar en el "jump scare" como truco barato sino buscando maneras ingeniosas para emplearlos. Su atmosfera malsana también está muy conseguida, y se van apreciando decisiones visuales interesantes a lo largo de la película, además de una buena historia sobre cómo el trauma se va propagando y compartiendo. Pero, ante todo, es una estupenda peli para pasarlo de miedo, y jo, se agradece de vez en cuando una así.
En cines.
The Bear
La pequeña gran sensación de la seriefilia USA es tan buena como se esperaba. O, al menos, te va a encantar si no te duele demasiado la cabeza con gente gritando buena parte del tiempo y que la situación esté siempre a punto de estallar en píldoras de 20 minutos. The Bear a ratos funciona como una sitcom de montar un restaurante en la que todos los involucrados se han olvidado de tomar el lorazepam.
Por ello mira con bastante mala baba a la hostelería, desde la ansiedad continua de trabajar en un pequeño negocio hasta el asqueroso funcionamiento de la alta cocina. También personajes muy bien trazados, que te conquistan enseguida (su primer episodio es bastante magistral) y de guinda detalles interesantes sobre el duelo y la rabia que quieres lanzar y no sabes cómo sin que explote todo. Muy, muy guay.
Unicorn Wars
El corazón de las tinieblas escondido en una serie de animaciones con osos amorosos, tonos pastel y unicornios. Alberto Vázquez vuelve a confirmarse como un refrescante talento en el cine de animación tras la exquisita Psiconautas, los niños olvidados. Un talento que casi no se merece nuestra industria española, porque con Unicorns Wars reivindica el poder de la animación tradicional para realizar imágenes únicas y también para hacer un cine adulto desgarrador y oscuro en medio de una estética cuqui que es totalmente subvertida. Descenso a los infiernos y mensaje naturalista en una de las películas más especiales de la temporada.
En cines.
SÍ
Andor
No deja de tener su ironía que el fandom de Star Wars haya estado quejándose de la etapa Disney por ser "demasiado infantil" y que justo la producción más decididamente adulta de dicha etapa estén optando por no verla. Sarcasmo aparte, Andor consigue salvar las series de Lucasfilms después de dos aborrecibles propuestas en torno a personajes memorables. Aquí tira de nuevo con un personaje conocido, pero que permite una libertad de acción que no permite casi ningún otro personaje de La guerra de las galaxias.
Y aquí no se queda a medias por problemas de producción. Tony Gilroy hace un trabajo de espías ambicioso en lo visual y lo narrativo (con arcos funcionando en tandas de tres), que además no se anda con remilgos a la hora de ser violenta (bueno, algún remilgo queda) y moralmente compleja. Los costes de la rebelión mostradas en la obra Star Wars más decididamente barriobajera de su historia. No siempre está volando tan alto como ambiciona, pero qué bien entra.
Barbarian
Otro fiestote para pasarlo de miedo. Resulta refrescante tener aquí un fenómeno de terror que insista tanto en que sepas absolutamente nada sobre ella para que disfrutes al completo de la experiencia de montaña rusa que te prepara. Ambiciosa en estructura (aunque se le pueden poner pegas), muy inteligente en su manera de rodar y terriblemente cargada de humor retorcido además de ideas, la peli de Zach Cregger es bastante sensacional.
La maldición del hombre lobo
Probablemente la pregunta de aquí al futuro del universo marvelita es por qué EL GORRAS insiste en cubrir su cuota para Disney+ con series que no son más que películas alargadas y más cargadas de algoritmo mediocre y no en especiales de una hora como este. No necesitas ni llamarlos películas, puedes introducir fácilmente personajes o ideas marginales de los cómics en un formato directo, autoconclusivo, que no da la murga ni te insiste en la promesa de lo que se viene en próximas pelis/series y tiene un tono algo más libre y juguetón que el proyecto medio.
Se podrán poner pegas a que el trabajo de ambientación en el terror clásico de Universal que hace Michael Giacchino (con exquisitos decorados, gran música del propio Michael y algunos detalles visuales) se queda incompleta por ciertas tendencias modernas en la fotografía o los movimientos de cámara. Aun así, tiene la diversión clara de una grapa ligera, y es todo lo que necesita ser.
Mira como corren
A veces una comedia de misterio y asesinatos no necesita más que tener claro lo que debe ofrecer para entretener. Esta ópera prima de Tom George lo tiene todo en su justa medida y habría sido un estupendo entretenimiento adulto con un estudio que le pusiera más confianza. Un poco de autoconsciencia sin pasarse, bastantes gags de reírse, un inicio y un final bien hechos y Sam Rockwell y Saoirse Ronan espléndidos como pareja policial condenada a entenderse. Espléndida.
En cines.
Modelo 77
Una gran muestra de que Alberto Rodríguez es uno de los que mejor rueda en este país es que no le haya caído el estigma de cineasta señoro a pesar de tocar todos los géneros para señoros. Pero los toca bien, y consigue meter el dedo en las llagas de este país con ellos. Aquí lo hace con un drama carcelario en plena transición muy efectivo, quizá algo prolongado de más pero exquisitamente dirigida y ambientada. Algo menor con respecto a sus predecesoras, pero sigue siendo un SÍ.
En cines.
OK
Cobra Kai
Despidiendo a Yang
La ciencia ficción modesta suele tener una ambición interesante que sólo va a florecer con el debido interés por parte del que la ve. Es ciertamente el caso de la nueva película de Kogonada, que junta inteligencias artificiales con drama indie minimalista y zen para tocar cuestiones que van desde la identidad a la dependencia emocional y cultural a la tecnología. No está falto de interés incluso aunque sus emociones estén bastante contenidas (quitando la marchosa secuencia de créditos iniciales que es muy top), pero parece constantemente obsesionado por una poesía visual malickiana porque le avergüenza un poco lo escueta que es la historia que tiene entre manos. Vale la pena de ver, eso sí, aunque en mi caso no ha funcionado tanto a pesar de estar muy predispuesto a ella.
Los renglones torcidos de Dios
Si algo se puede alabar de Oriol Paulo es su manera de volver material enrevesado algo realmente entretenido y accesible, sin por ello renunciar a tener algo de personalidad y ambición. Quizá demasiada, al zambullirse en un torbellino de giros y recontragiros que en realidad consigue que la película parece que vaya a terminar cuatro veces en lugar de causar sorpresa. Por lo demás, su estructura funciona y resulta inteligente cuando desvela el pastel, y resulta especialmente jugosa cuando se mete en la ambigüedad sobre el estado psicológico de su protagonista. Deja momentos inspirados que te hacen hasta lamentar que no termine de aterrizar del todo.
En cines.
Rick y Morty
¿Está cerca esta serie de volverse The Simpsons donde sigue por inercia hasta perder todo el fulgor? La nueva temporada mantiene la tendencia ya marcada por su anterior temporada, también OK, así que me voy a autocitar porque si ellos no van a mover la aguja yo tampoco:
Es posible que algo se haya roto irremediablemente en Rick y Morty en su
cuartaquinta temporada, y la que fuera la serie de animación adulta más transgresora y divertidamente irreverente haya caído en una dinámica indolente. Muchas veces parece que los capítulos caen en la acumulación de referencias porque sí y terminan también cayendo en un nihilismo un poco vacío y estéril, en contraste con la dinámica autocrítica con la toxicidad de su protagonista.Probablemente se lo pasen bien haciendo burradas con diferentes cosas, pero transmite la sensación de haber entrado en su fase acomodada, donde siguen dejando momentos puntuales de gran inspiración e hilarantes, pero la sensación general ya no transmite la misma diversión de antaño.
MEH
El club de la medianoche
Mike Flanagan ha llegado a un punto donde hay que seguirlo sí o sí, porque resulta el único que combate el algoritmo desde dentro. No obstante, este parece haberle ganado esta vez en esta mezcla de Pulseras rojas + sustos con minihistorias con diferentes historias y tonos. No descartemos que no seamos en absoluto el público de una serie marcadamente juvenil, pero es difícil quitarse el regusto de que las historias funcionan de maravilla pero que quedan deslucidas por 20-30 minutos previo de drama poco inspirado y hasta pesado. Decepción.
Halloween: El final
Ciertamente esquiva el NO porque, al menos, toma decisiones más atrevidas que las dos anteriores Halloween (la primera una replica nostálgica, la segunda una idiotez que habla sobre la idiotez). De hecho, su mayor problema es ser una película de Halloween, porque desprendiéndose de eso quedaría como un drama indie de los que hacía David Gordon Green antes de erigirse como el gran revisionista de las sagas de terror. Un drama sobre traumas, de cómo se traspasan y se deforman, y sobre la angustiosa sensación de que el mal nunca deja de surgir y rodearte.
Sería la hostia de no notarse tan desligada de las dos anteriores, tanto por hechos que suceden como por personajes. Luego está cómo se torpedea un poco ella sola en varias ocasiones, o cómo las muertes se quedan muy flojas más allá de su gusto por lo gore y lo bestia. Desconcertante más que regulera o mala. Veremos como la trata el tiempo, igual es la más revisitable de la trilogía incluso siendo torpe y rara.
En cines.
La chica salvaje
Casi resulta raro que una truculenta historia de crimen e intriga en el Sur profundo no sea material de la miniserie del momento en una plataforma (cualquiera, a la semana ya la sustituye otra de la misma cuerda). Aun así, se siente muy escasita en todo, y ni siquiera el drama judicial le da la chicha necesaria porque hasta eso lo ejecuta con la misma planicie que hace fácil desconectar con todo. Casi tiene más jugo la historia real sobre si la autora del libro es una asesina. Ahí tienes el próximo documental/miniserie true crime de éxito en la plataforma (cualquiera).
En cines.
Moonage Daydream
El documental de grandes figuras musicales realizado con arte y ensayo en el montaje puede ser muy sugerente para acercarse a la esencia del artista más que a relatar los episodios de su vida como si del artículo de Wikipedia se tratase. No obstante, hay una fina línea entre lo fascinante y el simple vacile de material de archivo restaurado, y Brett Morgen tropieza en ella en su aproximación a David Bowie.
Es interesante que deje que sea el propio protagonista que cuente su enigma a través de entrevistas, pero no termina de llegar a nada concreto con ello y termina pasando por los puntos vitales esperables de un documental más convencional (incluyendo pasar más de puntillas por sus actos finales). Queda un poco de sensación de vacío entre tanta saturación de imagen y sonido, con un montaje muy hiperactivo y en ocasiones cuestionable que no disimula que es un poco todo una turra.
En cines.
Wendell y Wild
El esperado regreso de Henry Selick a la fantasía oscura e infantil en stop-motion lo hace a través del cheque en blanco de Netflix y la bula papal de Jordan Peele, que aprovecha el proyecto para el regreso de los sketchs de Keegan & Peele en forma de comedia demoníaca. Podría haber sido una combinación sorprendente y ganadora, pero la combinación no termina de cuajar. El Peele guionista tiende a la acumulación de ideas y temas (que luego refina como director, de ahí que sus fallos estén en proyectos como Candyman que no dirige), y el enfoque siniestro pero sentimental de Selick no termina de cohesionarlas. Es una exquisitez en lo visual, como de costumbre, pero parece que falta algo más.
NO
Black Adam
Esto no necesita darle muchas vueltas, más allá de la necesidad de meter a Jaume Collet-Serra (a.k.a. el John Ford de los directores de algoritmo) para que haga un sucedaneo de Zack Snyder justo cuando más quieren distanciarse de Snyder. Podría haber sido una horterada divertida, porque a ratos apunta a ello, pero da la impresión de que se avergüenza de ello y quiere tomarse excesivamente en serio. Y pocas cosas más aburridas que una peli de La Roca tomándose en serio (hacer chascarrillos sin gracia no vale).
En cines.
Catherine Called Birdy
Da un poco de pavor pensar en cómo le habrá sentado el tiempo a Girls, la serie que puso en el mapa a Lena Dunham, dejó cierta influencia pero ya ha quedado relativamente olvidada. No ha ayudado el relativo ostracismo en el que ha caído Dunham, que ahora vuelve con una historia de descubrimiento femenino adolescente en el medievo que claramente busca que la compares con Lady Bird. Pero sólo consigue poner en valor lo bien que lo hizo Greta Gerwig con su peli, porque aquí se ven todas sus costuras, su aura cargante, sin demasiada vuelta y con mucha nadería algorítmica.
Dahmer - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer
Es difícil saber si es más risible el título (sí, se llama así) o que justo esta haya sido la producción de Ryan Murphy que haya hecho al fin rentable el contratazo que le dio Netflix. Retrato de un asesino en serie sin intriga, con un morbo muy barato e incapaz de remover nada que no sea a los difuntos en sus tumbas. Hortera como casi todo lo de Murphy, pero aquí intentando disimularlo sin éxito. De verdad que no hay ni por dónde coger nada, ni siquiera el episodio "emocional" en el sexto. Cualquier cosa que intenta ya la hizo mucho mejor en American Crime Story: El asesinato de Gianni Versace, incluyendo la persecución de la comunidad gay. Que se haya muerto Mindhunter porque la veían pocos y esto lo pete es para daros de gorrazos a todos.
El teléfono del señor Harrigan
Adaptación de Stephen King de algoritmo sumado al propio algoritmo mediocre de la plataforma, con tufo neoludita que trata de colar discursito en una ambientación dosmilera (que encima es indistinguible de otras series juveniles modernas y no llega ni a inquietar mínimamente). Mira, no a todo esto.
En los márgenes
De la discusión pesada tuitera del mes sobre si hay que estar ideológicamente de acuerdo con lo que la película cuenta para valorarla positivamente sólo diré que, si me van a obligar a tragarme drama social tan destartalado, sin urgencia y barato en su sentimentalismo únicamente porque me parezcan mal los desahucios, chapo y le prendo fuego a esta sección mensual.
En cines.
Las de la última fila
El anuncio de Estrella Damn de todos los veranos ahora es una serie sobre el cáncer. ¡Yupi!
Yo me encargo de la cerveza
Es difícil sacar algo de una historia digna de anuncio emotivo de Budweiser, que además está desarrollada de manera que parezca la absoluta nada. Mínimo esfuerzo en todas sus decisiones, Zac Efron demasiado insulso y encima tibia hasta para enfocar Vietnam. Es como beber una lata de cerveza random sin alcohol, algo calentuja de estar abandonada al fondo de la despensa y ligeramente caducada.