Tier list de cine y series de enero: los viajes de Emma Stone, alta costura, relatos de horror, hostias sordas, terror argentino
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas.
Nuevo año, nuevas películas que en su mayoría son de las que se llevan hablando meses. También nuevas series, aunque tampoco yendo a un ritmo de locura. Vamos tomando el pulso al inicio del año.
EXCEL
Cristóbal Balenciaga (Miniserie)
Cómo sacar adelante este biopic ambientado en el mundo de la moda sin terminar evocando a El hilo invisible, incluso aunque la peli de Paul Thomas Anderson tenga otros intereses bien distintos. Es difícil despegarse cierta inspiración, especialmente cuando hasta Alberto Iglesias en la banda sonora se sirve de Johnny Greenwood a ratos. Pero el trío de directores que ha dado Loreak o La trinchera infinita ha logrado rascar la superficie de alguien que ha hecho todo lo posible por mantener el enigma.
Alberto San Juan hace un fino trabajo de bisutería en una miniserie que sabe crecer, indagando en qué le llevaba a ese aparente apoliticismo o esa obsesión por la exclusividad. En el camino, se hace un impresionante trabajo sobre la creatividad, las asperezas al tratar con la genialidad y el imparable peso de una industria donde se rinden cuentas ante gente muy adinerada y puede primar la producción a la artesanía.
La zona de interés
No puede despertar más la curiosidad sobre cómo puede afrontar el Holocausto un cineasta como Jonathan Glazer, con una carrera tan definida por el espacio negativo, la abstracción y la indescifrable barrera entre la ambigüedad y la tomadura de pelo. Resulta aún más curioso que decida abordar el tema a través de los genocidas y, con una metodología de rodaje delirante, rodar todo a través de cámaras ocultas y alejado de los actores, recluido en un bunker donde observa pantallas.
Irónicamente, eso le ha servido para hacer uno de sus trabajos más concretos y más extraordinarios, quizá el que más. Todo lo que queda fuera del plano y de las conversaciones acaba hablando más que lo que se dice, mostrando increíbles niveles de miseria por parte de esta familia nazi pero nunca dejando de mostrarlo como humanos.
Es un increíble retrato del mal como ente cotidiano, pero aún más de la abstracción como método para convivir con la desgracia. Su uso del sonido es casi material de pesadillas, con ese diseño y con esa banda sonora de Mica Levi, y casi puede llegar a oler la propia película. De esas que no te despegas ni frotando bien fuerte en la bañera.
En cines.
Los que se quedan
Distribuidoras españolas, en su intento de no despegarse mucho de los Oscars para coger tirón, nos han desprovisto de unas navidades con una película más que apropiada para ello. Alexander Payne vuelve a los dramas clásicos sobre personas hablando, siendo ligera y emotiva como el cine adulto comercial sabía ser.
No todas las cosas le salen (como todos esos intentos de conectar con la Guerra de Vietnam), pero aun así es sencilla, cuqui y un poco agridulce, muy disfrutable como sólo saben ser sus películas, clásicas hasta el punto de crear falsos logos vintage para Focus y Miramax.
En cines.
Perfect Days
Por qué no iba a querer uno, si está en su mano, escoger la perfecta banda sonora para el día, y también reproducirla en el momento perfecto, como en el trayecto en coche. Wim Wenders hace una poética muestra de las cosas más nimias e intrascendentes, pero acaban haciendo la existencia un poco mejor.
Y aunque haya oscuridad en esas interacciones donde no se menciona lo importante, o en esas fotos que dejan escapar algo que no debería estar dentro de los márgenes del fotograma, esta bella película hace el mejor alegato posible por encontrar aquello que te proporcione paz, incluyendo aburrirse.
En cines.
SÍ
20 días en Mariúpol
Hay motivos para tener ciertas dudas creativas sobre un documental periodístico relatando los primeros días de la invasión rusa en Ucrania que es nominado al Oscar. Pero lo de Mstyslav Chernov, con el apoyo de Associated Press, es más que un necesario documento histórico de lo vivido en esos días de bombardeo.
Es una auténtica experiencia de terror rodada con increíble pulso y también una mezcla de rabia e impotencia, plasmada en una fascinante narración en off que podría bordear lo Herzogiano en sus reflexiones, pero ante todo queda impactada por la destrucción inmisericorde.
Lawmen: Bass Reeves (Miniserie)
La colección de series de Taylor Sheridan para Paramount ha tenido muchas sombras y luces muy puntuales. Las mejores han ido más cerca del western, como algunas temporadas de Yellowstone y sobre todo su spin-off 1883. Este thriller justiciero en el Oeste también sale beneficiado de ese toque, y también de que Sheridan sólo pone nombre y medios, no participación. Un trabajo de cierta solemnidad, pero muy entretenido en su desarrollo y en cómo aborda el coste de la justicia.
Yo Capitán
Muchas menciones de público en festivales (vale, en Venecia premiaron la dirección, pero jugaba en casa) para una historia de inmigración hacen temer la clase de cine social tipo Adú o explotación emocional a lo La sociedad de la nieve hecha por el capo de los thrillers criminales italianos. Pero Mateo Garrone ha sabido encontrar el pulso a esta odisea que sí, busca ser impactante y apelar a emociones básicas, pero tiene en mucha consideración a quien retrata. Personajes muy vivos, unos cambios de tono que sabe controlar y la sabia decisión de revestir todo con tishoumaren.
En cines.
OK
Cualquiera menos tú
Desde este espacio no nos hemos cortado a la hora de reclamar de nuevo un espacio para el cine para padres, mayormente los thrillers pollaviejas bien pero también las comedias románticas. Es difícil entonces reprochar que esta ofrezca justo las cosas que echamos en falta, si bien de una manera algo imperfecta por su manera de atarse a la obra de Shakespeare que adapta (porque la manera de plantear el conflicto es torpe-torpe). Pero es encantadora, payasa en ocasiones, cachonda en la dosis aceptable para una película comercial. Te da gusto ver a estos dos odiándose y dudando si quererse, así que cumple lo que se requiere de ella.
En cines.
The Curse (Miniserie)
Cruzar el humor surrealista de Nathan Fielder con el incómodo thriller perfectamente estilizado de los Safdie sonaba a combinación ganadora. Incluso suena especialmente potente si te cuenta que lanza dardos a la gentrificación, a los programas de reformas y a los salvadores blancos. Sin embargo, a menudo parece que no quiere ser otra cosa que rara e incómoda, a ratos poco graciosa.
Ficcionalizar al extremo no sienta especialmente bien al humor de Fielder (aunque brille en esa trama donde se preocupa por ser gracioso hasta el absurdo), que funciona mejor cuando difumina barreras entre lo real y lo fabricado. Meter a Emma Stone en el tinglado sonaba también a movimiento ganador, pero queda algo perdida en una serie que intenta llevar al extremo su juego de espejos y máscaras.
MEH
Cuando acecha la maldad
Con un hype inmenso detrás donde se juntan el premio gordo en Sitges y un fervor nacional argentino que parece que vaya a haber en algún momento furbol, es difícil no sentir algo de indiferencia ante algo que se va desinflando solo. A su favor está que es guarra, muy guarra, y lo aprovecha para impactarte visualmente. Pero llega a un punto donde no hay tantas imágenes y sólo guarrería, porque va perdiendo atmósfera, personajes y hasta su propio libro de reglas. Así que nada.
En cines.
Chicas malas
Vaya por delante que hay cosas rescatables en esta revisión de la comedia adolescente más memorable de los dosmiles. Tiene más ideas visuales con las que intenta vender la parte musical y el reparto no está mal escogido. Pero precisamente las canciones del musical, lo que debería justificar la existencia de la película, son flojísimas por esa aura tan de taller de teatro repelente. Su revisión de algunos chistes y tramas de la original no se aleja tanto de la Disney que quiere limar de asperezas sus originales para venderlos a audiencias contemporáneas.
En cines.
Pobres criaturas
El combo de La favorita (Emma Stone, Yorgos Lanthimos y Tony McNamara) se da una vuelta de tuerca en una Frankenstein extrañamente parecida en historia a Barbie por su historia de descubrimiento de identidad y mundo interior. Sólo que su descubrimiento viene a través del sexo. Por lo demás, le toca lidiar en un mundo plagado de toxicidades y Kens que ya implantaron el patriarcado.
Suena mejor sobre el papel de lo que termina siendo finalmente en pantalla, como esos mundos de fantasía retorcida a lo Tim Burton. Hay mucho de él, de Guillermo del Toro o incluso de Wes Anderson, por su manera de llevar la estética por delante y terminar descuidando la parte de hacer una película con ello.
Lanthimos tiene la suerte de ser menos vacío que ellos, pero sus intentos de explorar las luces y sombras del mundo llegan a un punto de agotamiento antes de que su segundo acto tenga punto de inflexión, y algunas cosas resultan incomprensibles (el giro sorpresa en el último acto, todo el personaje de Mark Ruffalo). A favor de su creatividad y de Stone sacando adelante este personaje, pero hay problemas.
En cines.
NO
Echo (Miniserie)
Marvel nunca puede dejar de Marvelizar. Incluso aunque te promete una serie fuera del canon, que puedes ver sin ponerte al día de 27 deberes previos, el piloto es prácticamente el recap de otra serie con apariciones estelares de personajes de otra serie distinta. Todo para hacer un falso thriller urbano donde la directora de casting no tuvo ganas de trabajar (básicamente han movido todo el reparto de Reservation Dogs a su set) y trata de hacer un falso prestigio con un lore nativo americano que le importa tres pimientos. Una escena de acción vale la pena, pero ya.
Griselda (Miniserie)
En esta droga de algoritmo tiene que haber fentanilo.
Intruso
Un dramita de ciencia ficción con IAs y planetas al borde del colapso con muy poca chicha en general. Usar Black Mirror para esta clase de distopías es facilón, pero realmente se parece a un descarte de la serie donde nadie le puso freno a Paul Mescal y Saoirse Ronan para hacer acentos americanos.
Vive dentro
Buscar alquiler sí que es aterrador, no que te okupen el cuerpo.
En cines.