El volquete del metal #52: Summer is gone
Los discos de metal que tienes que escuchar
Hi, personicas.
Vamos a echar una miradita a lo que la cosecha metalera ha ido dejando en los coletazos finales del verano. Sí, salen discos en esa época, y algunos realmente guapos.
El disco del mes: Godthrymm - Distortions
Es posible que muchos de los habituales estén cansados de que el doom de corte más gótico sólo salga a colación cuando Paradise Lost sacan discos. No pasa nada, tenemos referentes más modernos capaces de hacer el mismo disco soberbio. Vale, en realidad no, son dos ex-My Dying Bride que estrenaron grupo en 2020 con un notable debut, Reflections, pero eh, es algo.
Fuera coñas, el segundo disco de Godthrymm es un increíble salto adelante. No por revolución ni nada por el estilo, pero sí que encuentra la manera de que ese doom clásico y noventero siga sintiéndose épico y profundamente emocional en 2023. Riffs como catedrales, solemnidad bien entendida y sin abusar, y en ningún momento una sensación de que es un disco fuera de su tiempo y su lugar. Distortions es un trabajazo como la copa de un pino.
Rannoch - Conflagrations
Messhuguismo en vena. Con un poco menos de intensidad eso sí, para que no temáis los que sufrís de dolores de cabeza tras poneros un disco. Rannoch son una buena apisonadora de death progresivo con alguna concesión más contenida, pero donde más convencen son en esos tramos de puro martilleo técnico diseñado al milímetro. Un buen pepino.
Somnuri - Desiderium
Cuando recurrimos a términos como "sludge progresivo" es fácil pensar en la garra groove de grupos como Mastodon. Es natural, son el grupo más prominente en esa clase de subgénero. Somnuri son de otra concepción del estilo, probando con pasajes melódicos y hasta influencias psicodélicas que otros grupos sólo han probado tímidamente. Eso hace de Desiderium uno de los trabajos más frescos que se han escuchado recientemente en el progresivo de más músculo.
Agriculture - Agriculture
Aquí en el volquete nos gusta ver cultivos florenciendo como deben y luego recopilarlos a granel. Por eso es difícil resistirse a un grupo que se llama Agriculture, que en su primer trabajo, homónimo, intentan explorar los terrenos ya demodé del blackgaze como si estos no se hubieran estancado por su repentina popularidad.
Muchos detalles de interés a través de ligeros toques avant-garde, jugando con patrones desafiantes pero contundentes que ya querrían Liturgy para sí mismos. Su canción en tres partes, 'Look', es una increíble construcción que evidencia un talento a seguir.
Fleshvessel - Yearning: Promethean Fates Sealed
Quizá erróneamente, algunos siguen (iba a decir seguimos, pero estoy dudoso) añorando ese florecientemente momento del metal progresivo de hace una década, con muchas bandas excitantes y jóvenes dando lustre y dirección al género más allá de viejos dinosaurios. Ahora parece más disgregado, con aquellas bandas nuevas ya siendo los dinosaurios inamovibles, y los discos emocionantes sonando diferente, pero en direcciones muy dispares.
Pero que no haya caminos tan marcados es justo lo que favorece irrupciones como la de Fleshvessel. La banda de Chicago ofrece un death progresivo que explora de veras las dos partes de su nombre. Los primeros Cynic flotan un poco en el ambiente, pero avanzando más en una dirección que los propios Cynic dejaron atrás. Yearning: Promethean Fates Sealed es un disco de atmósferas intensas, de pequeños giros surrealistas y capacidad de sorpresa en sus guitarras. Se siente fresco, libre de ataduras, y contundente. Raro pero estupendo. Es emocionante, es justo lo que el género necesita.
Starer - Wind, Breeze, or Breath
El underground está viendo asomar un nuevo y prolífico nombre, el de Josh Hines, que entre varios proyectos y este Starer está acumulando varios trabajos, dejando pistas muy interesantes para seguir. Wind, Breeze, or Breath es el tercer disco de Starer en tres años, y deja claro que su enfoque del black metal atmosférico es bastante rocoso. Algo cascadian y con pequeños detalles sinfónicos, pero muy arrollador y muy vivo en sus riffs. Desde luego, hay fuerza en momentos como 'Crossing', además de argumentos para que su nombre no pase más bajo nuestros radares.
Ringworm - Seeing Through Fire
No os voy a engañar, Seeing Through Fire no ofrece nada a estas alturas que no cabría esperar de un disco de Ringworm. Uno de los mitos del metalcore hace un disco potente, cañero, lleno de riffacos e intensidad cuasiextrema. Y se disfruta como un polo en el verano, porque con 30 años ya de carrera a sus espaldas saben una cosa o dos sobre cómo se hace este business.
Horrendous - Ontological Mysterium
Unos cuantos discos de runrún después, Horrendous parecen haber dado el salto necesario para demandar atención a pesar de un estilo bastante técnico y agresivamente complejo. Un death metal progresivo que mira tanto a la escuela sueca de Death of Sanity como a la ferocidad técnica americana de Atheist. Ontological Mysterium es un trabajo interesante, si bien no redondo, que logra en 37 minutos decir más cosas que muchos trabajos de metal extremo técnico contemporáneos.
Anti-God Hand - Blight Year
Probablemente el disco que le hubiera venido a blackgaze para que no lo declarásemos por muerto a causa de la inflación de grupos clónicos. Anti-God Hand destilan una fiereza propia del black metal tocado con el vello erizado y una técnica cuasi-progresiva que expande las canciones y las enriquece. Hay buenas ideas, hay una ejecución encomidable, hay un disco notable.
Vak - The Islands
¡Albricias! Un disco de stoner doom con ambiciones progresivas que no tiene tentación de caer en el sludge por la vía Mastodon/Baroness. Es cierto que hay bastantes grupos que están buscando caminos alternativos donde lo guarro y la fina ambición se den de la mano, pero pocos suenan como Vak.
Con The Island firman un trabajo mayúsculo con influencias claras, pero también decididamente único en cómo decide sonar. Sus canciones son contudentes al mismo tiempo que exploran lo marciano. Destrozan, pero también te llevan por rincones sugerentes. Hay una artesanía exquisita, pero también es negro como un pozo de alquitrán. Es la leche.