El volquete del metal (XLII): death metal de todos los sabores y el Panopticon indígena
Los discos de metal que tienes que escuchar.
Hi, personicas.
Con algo de retraso vuelve la entrega mensual de repaso a lo que el género metal nos ha ido dejando. Y poca broma, hemos encontrado muy buenos discos, varios de ellos de death metal de diferentes clases. Y el disco del mes es una de las sorpresas de la temporada. Vamos allá.
El disco del mes: Blackbraid - Blackbraid I
Black metal melódico y pagano con influencias de folklore indígena de Estados Unidos. Lo tenemos que meter casi de manera obligada en esta sección, ya tan solo porque da para hablar del Panopticon nativoamericano. Aunque ojo, porque el debut en largo de Blackbraid ofrece una pericia técnica y unas composiciones vibrantes que entusiasmarán a los más clásicos.
Un bien hilado equilibrio con el que Sgah'gahsowáh marca un fascinante camino para el metal extremo norteamericano. Uno que consiga expandir las posibilidades del género mientras siga sonando como un puto cañón todo el rato. Vamos, el Panopticon nativoamericano.
Dawnwalker - House of Sand
No han sido banda muy cacareada, y quizá tampoco han llegado a ser de primer nivel, pero los británicos Dawnwalker han ido dejando interesantes detalles a la hora de cruzar progresivo y post-metal. House of Sand es muestra de cómo esquivan las rigideces de uno y otro género, moviéndose entre influencias, a ratos yéndose hacia Alice in Chains o rompiendo con una clásica balada de folk norteamericano distorsionada. Sorpresitas a lo largo de los cuatro rincones del disco, que dan uno de los discos progresivos de sonido más interesante de este año.
Sunflo'er - All These Darlings and Now Me
Aquí la cuotita post-hardcoreta fina filipina, que te despacha en pocos minutos y te deja realmente satisfecho con sus cañonazos, sus abrasivos toques mathcore y algún sorprendente matiz con más groove que algunos enmarcan en el stoner. Sea lo que sea, entra muy bien.
Vermin Womb - Retaliation
Ahora grindcorazo en vena. Si Sunflo'er te despachan en 25 minutos, Vermin Womb lo hacen en 19 con más "temas" y te vaporizan casi al instante. Y quizá el palo no te pueda sonar muy atractivo, pero vale la pena probar Retaliation por el vigor con el que tocan y lo corrosivo que suena a cada segundo. Una explosión visceral que te puede volar realmente la cabeza, o derretírtela. Merece casi toda la atención que ha recibido el de Wormrot.
The Halo Effect - Days of the Lost
Seguimos recuperando estilos que tuvieron mejor esplendor en el pasado metiéndonos en el death metal melódico. Y además del puro, del de Göteborg. The Halo Effect junta a varios músicos de In Flames, incluyendo al cantante Jesper Strömblad, con Mikael Stanne, antiguo de HammerFall y líder de Dark Tranquility. Una jugada para hacer con el sonido sueco lo mismo que hicieron Bloodbath con el death metal trallón en su momento, juntando grandes veteranos para hacer un trabajo arrollador, clásico pero no consumido por la nostalgia.
Hay vigor, hay piezas asombrosas y hay exquisitez en cada rincón del álbum, haciendo de Days of the Lost una increíble reverencia a una de las escenas más vitales del metal extremo que han habido en la historia. Vamos, que hay que escucharlo.
Holy Fawn - Dimensional Bleed
Los americanos Holy Fawn regresan cuatro años después para sacar un segundo disco que siga explorando las posibilidades de su post-rock/metal cargadísimo de shoegaze. No es sobre el papel la propuesta más fresca que a uno se le pueda ocurrir, pero la banda de Arizona encuentra la manera de dar vida además de conmovedora belleza a la mezcla, con composiciones que dan con la tecla adecuada y buenos aderezos de sonidos extremos para evitar la monotonía. Buen trabajo, aunque sigue faltando el salto definitivo que parecen estar a punto de dar.
KEN mode - NULL
Los veteranos KEN mode nos entregan otra severa tollina con su sludge metal y noise industrializado, que alcanza contundentes cotas en este NULL. Músculo y disonancia bien llevados para dar forma a 8 cañonazos con actitud, aunque puedan sonar a algo ya visto. Da igual esa sensación cuando tienes semejante grado de abrasión tan conseguido.
Frayle - Skin & Sorrow
Estábamos esperando a ver si el movimiento de Chelsea Wolfe al doom metal etéreo y hechizante fuese a ir creando una ola de acólitas dispuestas a darle pesadez y distorsión a la guitarrita que antes se daba al folk. Frayle apunta a ser una de sus discípulas destacadas, aunque este segundo disco muestra que aún queda camino por recorrer. De todos modos, Skin & Sorrow es un bien ejercicio de metal cautivador y de atmósfera densa y humeante, a ratos realmente hipnótico. Mejor estar atentos.
Gaerea - Mirage
Black metal atmosférico que UltraSÍ. Los portugueses Gaerea hacen una increíble reivindicación de las raíces y de la faceta más cruda del género con un tercer disco que arrolla, que deslumbra, que suena de escándalo. Porque rescatar no es sinónimo de retozar en nostalgia, ya que aprovechan las tendencias y producciones modernas para darle lustre a unas piezas tocadas con brío, con intención bien empleada en cada riffs abrasivo o cada melodía que se cuela. Disco que suena a catarsis en cada minuto.