Frikexín #5: un puñado de discos de indie y aledaños que merecen la pena
De Margarita Quebrada a PAPE, con Alvvays y otros terroristas haciéndoles compañía
Hi, personicas:
Nuevo mes, nueva sección de indie y aledaños. Si sois de los que estáis revisando si hemos cumplido con el plazo, no os molestéis: ya os digo que no. Pero haced como si sí, porque os traigo mandanga majérrima.
Disco del mes: Margarita Quebrada - Gas Lágrima
Cuando en su día hablamos de Luces, el primer EP de Margarita Quebrada, ya nos preguntábamos algunas cosas. La primera, qué coño pasa en Valencia con el post-punk. La segunda, cuánto iba a aguantar el grupo en su indefinición gozosa entre synthpop y oscuridad ortodoxa.
Gas Lágrima, el debut en largo del grupo bajo el sello Jabalina, no resuelve la duda, y quizás sea la mejor noticia posible. Es la manera de que no dejemos de encontrarnos terrenos melodramáticos y caos oscuro, canciones fácilmente bailables y playlistables junto a gritos, ambientes malsanos y mal rollo.
Son un grupo acostumbrado a saltar de ambiente, incluso en la misma canción, y siempre juega a su favor. No hay ni rastro de indefinición en que 'No sé cuántas horas' se acerque a la manera más lujosa de entender el pop sintetizado ochentero y que, inmediatamente después, 'Miedo' afile el cuchillo, corte la carne y sangre vestida de gótico.
Gas Lágrima es la clase de disco facilísimo de escuchar, adictivo al cien por cien (te puedes escuchar mil veces 'Otro lado', en modo adicto), y que a la vez te plantea dónde está el límite experimental de un grupo que no tiene miedo en pisar sus límites y tensionarse. Es decir, hablando mal, que son la puta polla y que esto es droga de la buena. Te lo pones justo después del Turboviolencia de VVV y se te queda un día de lo más espídico y emocionante. Aquel acabó siendo uno de los mejores discos españoles del 2021; éste apunta ya mismo a ir directo al excel (aunque será tarea de Chou en la próxima tier decidir).
Alvvays - Blue Rev
Aunque en la tier correspondiente le dimos un sí, también explicábamos que Alvvays era la clase de grupo con el que se nos revoluciona la Hipersónica Silenciosa. Es, por eso mismo, también que al resto nos cogiese con la guardia alta, altísima. Pero, amigos, hay algo entre todo ese indie-rock lujoso, stadium shoegaze y dream pop arrebatadísimo que consigue que te los creas, que veas que en los solos de 'Pharmacist' hay verdadera emoción y no simple seguidismo.
Desearía, varias veces a lo largo del trayecto de escucha de este disco, que quisieran ser un poco más pequeños. Que también sonasen menos grandes. Pero nunca me enfurruño del todo, porque luego me voy encontrando preciosidades como 'Tom Verlaine' y no me compensa. El disco de este 2022 que más me pone frente a mi propio espejo para dejarme claro que la culpa es siempre mía.
Ruiz Bartolomé - La otra cara del Guadarrama
Cancionero del Guadarrama fue uno de nuestros discos del mes en esta misma sección allá por el inicio del año, y es también uno de aquellos en los que más tiempo he consumido, también en una edición en vinilo que es puro amor, con múltiples postales para usarlas como diferentes portadas.
Pensábamos que Nacho Ruiz Bartolomé había acabado ya con esa andadura, pero antes de acabar octubre llegó el coletazo final, apropiadamente titulado 'La otra cara del Guadarrama'. La coda al proyecto que declaraba su amor por el paraje serrano madrileño continúa con la idea de poder saltar estilísticamente por donde le llevaran las canciones. 'Camino de Balsaín' adapta a Antonio Machado en un manto de ruidismo ensoñador. 'Los viejos oficios' recupera la solemnidad y los juegos folk del disco largo. 'Peñalara' es una joyita de dulce dreampop, para colocar cerca de Beach House…
Son 13 minutitos que celebro y se pasan volando (y emocionando), tan cortos que nos entristece que pueda ser el fin del proyecto. Esta vez, eso sí, sólo estará en digital.
PAPE - Un estudio de la vida en provincias
En un momento de la existencia de Kokoshca, en concreto al poco de lanzar La Fuerza, su primer disco enorme, Javi Aznárez, su batería, se expatrió. Del grupo y de España. Y pensamos que no volveríamos a saber de él.
A medidados de 2018, eso comenzó a cambiar con PAPE, nuevo proyecto junto a Alicia (bajo), Germán (guitarras) y Guille (percusiones y batería), pero no tenía nada que ver con lo que en su día fue, casi yéndose cercanas al punk.
O puede que sí hubiese conexiones, porque en las canciones de Un estudio de la vida en provincias, posthardcoretas casi, hay esa crudeza y angustia que habitaba también en La Fuerza. El sonido, por supuesto, es otra cosa: ramalazos avant, guitarras negrísimas, ruido casi industrial, Daughters por la vena, aullidos a lo Suicide, Birthday partyerismos y hostias verbales como panes: "Nada. Soy nada. Fui otro bache en el camino para alguien que he querido"
"¿Volverías 38 años atrás para comenzar? ¿Volver atrás?" se preguntan PAPE en 'Little China'. "Volvería 10 minutos atrás para cerrar mi boca", se responde. No, necesitamos que este chorro de ruido y teatro siga reventando.
Feeble Little Horse - Hayday
Feeble little horse lanzaron su debut hace un año, sin demasiado impacto inmediato. Quizás el mundo esté lleno de discos de aspecto similar, ese noise pop juguetón que parecía demodé durante muchísimo tiempo y que, por lo que sea, una parte de la chavalería que quiere hacer música está volviendo a abrazar. Los viejos del lugar que seguimos enganchados a una buena chuchería ruidosa nos alegramos.
Y en Hayday, la versión remozada que acaban de lanzar con algunas canciones extras, hay unas cuantas. ‘Dog 2’ parece salida del libro de recortes perdido de las Breeders. 'Worth It' es el tipo de canción pequeña de corazón grande que nos gusta (un minuto y 15 segundos para decirlo todo), y más cuando encaja con la algarabía Campesina! de 'Termites'. Puede que en ocasiones digas "ok, pero esto ya lo he oído", pero, claro, por eso hay géneros que te gustan más y otros menos.
Y algunas notas rápidas sobre frikexineces ya habladas:
Qué pedazo de baladón sobre los reinicios y los enamoramientos ha firmado Parade en 'Volver a encontrar un amor', de su nuevo Mares poco profundos. Y es obvio que su versión de EBTG es la que ha convencido a los otros de volver. Cero pruebas, tampoco dudas.
El otro día el algoritmo me puso 'Lo bello y Lo triste' de Mysterio al acabar esa canción de Parade y me eché a llorar. A veces no me queda más remedio que pensar que hasta el algoritmo acierta.
Hay algo majísimo en el Flood de Stella Donelly que consigue escapar del tópico de "disco de pandemia".
Amics, regocijaos, Titus han vuelto. De verdad.
La bajona de lo último de Airbag os la podéis quitar con Pasatiempo, de El buen hijo.
Es acojonante lo bien que resisten Built To Spill: salvo 'Rocksteady', que a veces da grima, todo en When The Wind Forgets Your Name entra tan a chorro como la electricidad que supura.
Alex G es un poco cansino con tantas piruetas. El nuevo Jens Lekman.
Me reconcilia con el mundo saber que todo lo que parecía que iba a salir mal en el Si no fuera por estos momentos, sería por otros de ParqueSvr sale tan bien que me veo ahí gritando sin miedo "¿debo leer a Baudelaire?"
Sigo pensando que WiZinkiers es el mejor calificativo peyorativo inventado por aquí desde aquel "los intensitos del uoooh".
A Chou y a otros les ha encantado, y puede que tenga algunas buenas canciones de pop de guitarras, pero a mí el Expert In A Dying Field de The Beths no me ha hecho tanto clic como a ellos, ¿qué se piensa entre vosotros de él?
En anteriores ediciones del frikexín
(Frikexín es una sección mensual de Hipersónica que selecciona buenos discos de indie y aledaños. Su nombre está basado en una canción facilísima de identificar. Si nos dices cuál, te llevas una suscripción de tres meses a Hipersónica por la cara.):