Rimas a paladas #5: una selección de los mejores discos de Hip-Hop del último mes y pico
El efecto Jermiside, el bombero rapero y otras aventuras alucinantes en el mundo hip-hop
Hi, personicas:
Nueva aparición de la sección mensual menos mensual que existe. Hoy seleccionamos un puñado de discos de hip-hop recientes que merecen vuestra atención.
Recuerda, si algo de esto te gusta, puedes ayudarnos a seguir haciendo más:
Disco del mes: Jermiside & The Expert - The Overview Effect
Aunque el doble lanzamiento de Ka, que comentaremos luego, podría estar también aquí por número de escuchas y maravillas que esconde, el de Jermiside & The Expert es tan disfrutable y, además, puede ser una excelente apuesta si aun no os habéis caído en las redes del hip-hop (y Rimas a Paladas es una sección que va a estar buscando constantemente que lo hagáis).
The Overview Effect es una sorpresa deliciosa: una mezcla entre la psicodelia Soul y el hip-hop ejecutada de tal manera que siempre parecen las canciones más divertidas posibles. No hablamos de producciones bombásticas, de la búsqueda del hit actual: hablamos de perfecta fusión, de una sensibilidad infinita para coger la época dorada del hip-hop y el sampleado y utilizarla como trampolín para rimas conscientes, denuncia social y CANCIONACA.
No debería costaros mucho más que escuchar 'I Love You, Still?' (una canción de desamor y dudas… hacia su país) o 'Crime Rule The City' para entender que aquí están algunos de los mejores minutos de hip-hop recientes. Uno que, además, abre la puerta a cualquiera al que le gusten los 60s psicodélicos (de pop, de soul) y los 70. Vaya discazo.
Otros discos
Ka - Woeful Studies / Languish Arts
Aunque en HS seamos así de lerdos que nos haga muchísima gracia "el bombero rapero", Ka es justo eso, y es parte también de su radical independencia. Hay muy poco exhibicionismo de ello por su parte, pero Ka es la auténtica independencia, el underground hip-hop: su sello es él, sus discos no tienen el respaldo de nadie. Bombero por la mañana, rapero por la tarde-noche, los lanza primero fuera de cualquier plataforma de streaming y, al cabo de un tiempo, ya los acaba dejando ahí. Pero el runrún que ha construido en torno a él y a su manera de entender el hip-hop nada tiene que ver con el zeitgeist, con la viralidad, el algoritmo, con estar continuamente sacando cosas para ser playlistable.
Ka ejerce su magisterio desde la oscuridad, desde unas bases que son suaves (ya no del todo drumless, algo está cambiando ahí) pero inquietantes, a ratos casi fantasmagóricas. Su flow es quebradizo, áspero; sus rimas contribuyen a cocerlo todo a fuego lento. Pero él no va lento: su ritmo de producción no es el de billy woods pero tampoco es timorato; ahora llega con doble disco, que no disco doble incluso aunque final de uno y principio de otro engarcen como partes del mismo puzzle. Para él son diferentes, y así los trataremos. Lo que los dos también son es magníficos.
Apóstol de la bajona, parece que sus canciones cada vez acogen más al oyente: ‘We Hurting’ tiene la textura sedosa de unos Portishead. Pero en cualquier esquina te vuelve a encontrar al rapero que lleva una pila de discos ensanchando el abstract hip-hop a base de ser lo menos bombástico posible y ahí te topa con él, en 'I’m Tired', donde ataca con su flow más apesadumbrado aún mientras las bases parecen querer meterle en su propia ‘Sed de Mal’. Y en ese recorrido nada se hace largo, y hay algo adictivo, impensable para la clase de hip-hop que hace.
Danger Mouse & Black Thought - Cheat Codes
Agradabilísima sorpresa, y uno de los discos que, a priori, habría pensado que iba a caer en el cajón del MEH. Danger Mouse se quita de en medio todos los tics chungos, y se convierte en el productor dorado. Su boom-bap aquí no tiene ni un solo momento de piloto automático: los samples son gloriosos; la arquitectura, acogedora. Se la pone botando a un Black Thought que, coño, ya hace tiempo que demostró las barbaridades que puede conseguir, con ese flow en el que jamás te sientes fuera como oyente.
Son tan, tan listos que lo dejan en 38 minutos. Cero paja en uno de los discos imprescindibles del año.
billy woods - Church
Es curioso lo que me pasa con Church: no estaba seguro de que necesitase otro disco de woods después del sensacional Aethiopes, porque le tengo mucho miedo a los artistas que no son capaces de frenarse a sí mismo. Pero si algo necesitaba, desde luego, era un disco accesible de woods. Y justo es lo que entrega Church: canciones que, sin dejar de estar en el filo, porque woods es un talentazo experimental, lo ponen muchísimo más sencillo.
Sus barras son sensacionales, woods es uno de esos letristas tan diferentes a todo que hay que masticarlo despacito. Canciones como 'Fever Grass' no las puedes encontrar en casi ningún otro lado del hip-hop, y esta vez billy te ha abierto la cancela del camino que más rápido y sencillamente llega a su universo. Adelante, pasa sin miedo.
Avantdale Bowling Club - Trees
Reconozco, y dejadme dejar claros mis límites antes de seguir, que el jazz-rap no es mi subgénero favorito del hip-hop. Más allá de los monumentales A Tribe Called Quest, me cargan muchísimo Digable Planets, a Guru lo pongo siempre en cuarentena y, reconociendo lo brillante de The Roots, siempre hay otros discos que prefiero poner. Por eso tomaos este Trees como un disco que os debería gustar sí o sí si ese es vuestro rollo o si cualquiera de los artistas citados os ha hecho tilín alguna vez.
De hecho, Avantdale Bowling Club (el neozelandés Tom Scott) debutó con un disco que me dejó frío, pero aquí hay es inevitable ponerle pegas a temas gloriosos como 'Rent 2 High'. Es tan sedoso como es habitual en el subgénero, así que palante si os suele gustar o si no sabéis de que os hablo.
Otros Rimas a paladas:
#2: la mezcla que ningún fan de Beastie Boys debería dejar pasar
Disco gordo, gordo lo de Jermiside & The Expert, que ni les conocía (¡Que Diosito les bendiga HS!). Y lo de Ka, pues muy tremendo, en su línea habitual.