Spotify es toda una fantasmada...
...y otras noticias y playlists con las que ponerse al día
¡Valladolid, buenos días!
Los jitazos de la semana
Para empezar el lunes, la ración de las canciones y jitazos de la semana ya está actualizada en la plataforma que uses.
A través de este link podrás acceder a la lista tanto en Spotify como en Qobuz, Tidal y Apple Music.
Además, en 2025 iremos recopilando todos los jitazos del año en playlist aparte (también en todas las plataformas).
King Gizzard y qué pollas es esta canción
Es posible que si no supieras de antemano que King Gizzard & The Lizard Wizard decidieron abandonar Spotify, ayudando a generar una potente ola de salidas, te parecería hasta normal que canciones de su último disco sigan en la plataforma. No notarías, eso sí, que la ‘Deadstick’ que se oye es una versión politono para móviles, o que un par de temas de su último disco son versiones orquestales no realizadas por el grupo.
El autor de estas versiones es, si haces click en los sitios correctos, Jayilor, cuya única presencia en todo Internet son playlists genéricas para poner de fondo donde rellena con covers instrumentales de cosas medio conocidas. Puro relleno que diríamos que monetiza a costa de King Gizzard y otra gente, pero como se apunta en esta pieza de Casey Newton hay algo más pernicioso detrás de estos doppelgängers que pululan las plataformas.
Spotify quiere contenido infinito para estas playlists populares para poner de fondo sin estorbar (y también sin escuchar), pero tampoco quiere pagar de más a quien las hace. Su alternativa son compañías de música de archivo, que no pagan royalties a artistas como Jayilor, permitiendo tener temas reproducibles a un coste mucho menos. Y, en consecuencia, quitando posibilidades a los músicos reales que intentan ganarse la vida con esto.
Pero ya ni basta con decidir no participar en su juego y salirte. Hasta tu nombre puede ser monetizado sin estar tú presente, obligándote a estar pendiente de que no te hagan pirulas de estas. La inundación de la bazofIA te ataca por todos lados.
Que hasta el Papa lo tenga más claro
La lógica de los algoritmos tiende a repetir lo que «funciona», pero el arte abre nuevas posibilidades. No todo tiene que ser inmediato o predecible. Defiende la lentitud cuando tiene un propósito, el silencio cuando habla y la diferencia cuando es evocadora. La belleza no es solo un medio de evasión; es, sobre todo, una invocación. Cuando el cine es auténtico, no solo consuela, sino que desafía. Articula las preguntas que habitan en nuestro interior y, a veces, incluso provoca lágrimas que no sabíamos que necesitábamos expresar.
Vaya por delante que no estamos aquí por vindicar a un representante de la iglesia católica, que con La Que No Debe Ser Nombrada ya es bastante problema. Pero eso, que Leon XIV lo tiene que más claro que las industrias (vale tanto para la del cine como la de la música).
De donde coño salió lo de los supergrupos
Ahora gracias a Dios es menos frecuente oírlo (hace no mucho algo como boygenius sería comentado en esos términos todo el rato), pero la década pasada se dio mucho la tabarra con los “supergrupos”. Ese término bastante odioso acuñado para dar más pompa a, básicamente, varios músicos de renombre o procedentes de grupos de renombre juntándose en otro grupo. ¿De dónde narices salió esta vaina?
Como casi otras tantas cosas odiosas en esta vida, todo se remonta a Eric Clapton. Cuando se juntó con Jack Bruce y Ginger Baker en otro grupo ya eran músicos destacados en otros proyectos, así que en revistas como Rolling Stone quisieron darle más prestigio a Cream llamándoles supergrupo. Por si fuera poco, a Clapton le dio por formar Blind Faith con Baker, y ahí sí que despegó lo del supergrupo.
Hay, por supuesto, ejemplos en el rock anteriores a Cream. Mike Bloomfield, Al Kooper y Stephen Stills (sí, el que luego estaria en Crosby, Stills & Nash) se juntaron para hacer Super Session, un disco reconocido como el primer disco de rock de un supergrupo. Steampacket incluía a Long John Baldry y Rod Stewart, pero no llegaron a grabar un disco para refrendarlo. Y luego estaban The Four Seasons, que juntaban a The Four Lovers con The Royal Teens. Es complicado escoger a los primeros, pero lo de músicos juntándose tiene más años que el mear.
Pausa de minutos musicales
El sube-baja hipersónico
👎 La americana, porque ha muerto Todd Snider.
👍 Los puretas.
👎 Los asesores del PP queriendo competir en ser COOL1.
(“Valladolid, buenos días“ es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)
El último seguidor de HS del PP fue Percival Manglano.









