El volquete del metal (XLI): Señores del caos
Los discos de metal que tienes que escuchar
Hi, personicas.
El parón veraniego nos ha dado para indagar discos pendientes o a los que había que darles una segunda vuelta, además de alguna novedad interesante. Así tenemos una buena colección de discos pesados con los que pasar otro mes tremendo. Vamos al lío.
El disco del mes: Ashenspire - Hostile Architecture
Son escoceses, pero cuenta: ¿Son Ashenspire el primer caso de la nueva generación británica del club de lectura de Slint aplicado al metal? Ya sabéis, los Black Midi, Squid y compañía que revuelven las entrañas del art-post-post-post-punk con variedad de sonidos, instrumentos y vigorosas composiciones. Hay muchos detalles de bandas de dicha generación en este segundo disco de esta banda avant-garde, y la verdad es que impresionan de veras.
Menos punk y más metal extremo cargado de atmósferas, Hostile Architecture emplea muchos de esos códigos y encuentra terrenos fascinantes a los que llevarlos. No sólo eso, sino que crea uno de los trabajos de metal abstracto y ambicioso más deslumbrantes que se han escuchado recientemente, encontrando todas las vueltas posibles que darle al sonido y elaborando piezas magníficas que te van absorbiendo poco a poco, incorporando de la manera más orgánica instrumentos como el saxofón, el violín o el dulcémele sin que quede (demasiado) estomagante por pretencioso. Uno de los hallazgos del año.
Final Light - Final Light
Detrás de Final Light se encuentran James Kent y Johannes Persson, dos nombres muy a tener en cuenta para los aficionados del metal y aledaños. El primero más en los aledaños con su alias de Perturbator, haciendo ese synthpop muy cañero y potente que concibe como si estuviera haciendo piezas metal. El segundo como cantante y uno de los principales motores creativos de Cult of Luna, con los que sobran las presentaciones.
En este trabajo conjunto, de título homónimo, suman intereses comunes. Un metal pesado y atmosférico pero muy atrevido, aderezado con capas de sintetizadores muy intensas pero no exclusivamente oscuras, añadiendo notas de color -de color chillón de neón, concretamente-. Es una mezcla que funciona y es curiosa. Tampoco profundiza quizá del todo en ella, y quizá queda la sensación de quedar por debajo de los respectivos proyectos principales de Kent y Persson. Pero está un peldaño por encima de la curiosidad, hay momentos muy contundentes como 'In the Void' o 'Ruin to Decay' que no decepcionan en absoluto.
Candy - Heaven Is Here
Vaya, un grupo llamado Candy, con un disco llamado Heaven Is Here, que en realidad mete una caña brutal y hardcoreta al 11. Qué irónicos. Fuera coñas, este grupo de Richmond se supera a sí mismo en su segundo disco, con un tremendo ejercicio de punk metalizado, powerviolence y ocasionales desviaciones hacia el noise y el metal industrial que golpea como un cañón. Ruidoso e infernal, pero también de 30 minutos y sin dar un momento de paso en falso o mal medido. Buen pepino.
Nebula - Transmission From Mothership Earth
Nebula fueron unos clásicos de la escena stoner californiana, pero clásicos de culto, sin tener el mismo tirón que otros compañeros de generación. Pero regresaron en 2019 con un Holy Shit que sirvió para autoreivindicarse, y funcionó porque aquí estamos siguiendo sus pasos. Transmission From Mothership Earth es otro buen ejemplo de ese stoner de tendencias psicodélicas y espaciales.
No deciden complicarse en exceso con la fórmula, pero las teclas que tocan las tocan bien. Y no se hace pesado y monótono como cabría esperar de un disco stoner en 2022. Nebula van fluyendo en tonos y ritmo, siempre con una contundencia alucinante para ese clásico vuelo sin motor que el género te puede proporcionar. Ni siquiera tienes que ser cafetero del género para disfrutar de sus hipnóticos sopapos sonoros y sus construcciones sonoras tan desérticas como exquisitas.
Inexorum - Equinox Vigil
No es que esté la cosa precisamente para tirar cohetes con el black metal melódico, que no tiene grupos para presumir de una vitalidad rebosante. Quizá por ello Inexorum quieran compensar ellos solos la letargia de casi todos, con un Equinox Vigil que va a tope desde el primer momento, que se va desviando adecuadamente al death melódico cuando lo ve pertinente, y que consigue entretener de sobremanera. Un buen pepino que te arrollará incluso sin ser este palo lo tuyo.
Wormrot - Hiss
Un poco de grindcore y powerviolence de Singapur no hace daño a nadie. Pero ojo, que más allá de tener una procedencia exótica para nosotros, occidentales creiditos, Wormrot consiguen apabullar con los ingredientes más elementales y efectivos. Una batería, una guitarra y un gritón de primera que ofrecen una electrizante colección de canciones cortas, directas y arrolladoras. Apuntan un poco a pitchforkazo sobredimensionado, pero la verdad es que tienen un disco notable entre manos, que cumple con lo que promete.
Ernia - How to Deal With Life and Fail
Pero si queréis grindcore del bueno, sólo tenéis que ir a Logroño y disfrutad del segundo álbum de Ernia. Los riojanos exploran del todo la violencia del deathgrind, incorporando también pequeños detalles técnicos enriquecedores sin necesidad de caer en la pretenciosidad prog. De hecho, temas como 'Room Full of Paper Cranes' muestran lo bien medido que tienen todo y como pueden sacudir lo más profundo de tu sistema nervioso. Hasta hacen memes de sus discos que valdrían casi como reseñas nuestras. Muy a favor de su movida tan picante como pincho de sardina con guindilla.
Wailin Storms - The Silver Snake Unfolds
Aquí tenemos que extender bastante el término de "aledaños", pero vale la pena por el exquisito trabajo de rock gótico, tan punk como deathrock y noise, que realizan Wailin Storms. Aquí hacen su disco de confirmación, mostrando maneras interesantes de llevar sonidos y elementos que tenemos más o menos conocidos -incluyendo desviaciones hacia el blues-, creando canciones contundentes y arrebatadoras en el proceso. Ya desde el primer tema consiguen seducirte a base de atmósferas y decibelios tan oscuros como sexys, así que es disco a considerar.
White Ward - False Light
A los ucranianos White Ward ya los tuvimos en el radar con su interesante debut Futility Report. Ahora, cinco años después de aquel trabajo, llegan con un tercer disco que confirma todas las promesas. False Light es un disco de black metal meticuloso, que explora todos los espacios en los que crecer otorgarle cierta sofisticación oscura. Encontramos detalles algo avant-garde, algo colindantes con el progresivo, pero sigue siendo ante todo un disco abrumador desde la vertiente atmosférica. Sus desviaciones jazzísticas dan un distintivo toque a su estilo, que está mejor ensamblado que nunca y da pie a mejores construcciones -y hasta canciones-.
Chat Pile - God's Country
Ahora que es mejor dejar kilómetros de distancia con Daughters, es hora de buscar reemplazos para su desgarrador y potente combo de ruidera punk y casi metalera. Y qué cosas, parece que ese viene de Oklahoma, con el debut de Chat Pile arrollando sin piedad. Su martillo pilón de industrial, noise y algo de sludge es un sustitutivo de gran nivel, nada de placebo, con detalles también de los primeros Godflesh que añaden dimensiones a su sonido. Tan brutal como desagradable, God's Country es una de las sorpresa de la temporada.
Black Magnet - Body Prophecy
Black Magnet es uno de los múltiples alias empleados por James Hammontree en forma de proyectos en los que despliega su ruidera llena de poderío. Body Prophecy es un disco industrial con algo de carácter clásico, muy conectado al electro, y también mucha disonancia propia del noise, que hacen un disco muy abrasivo desde el primer instante. Dado como está el industrial estos días, quizá este sea uno de los mejores trabajos de ese palo en cierto tiempo. Aunque en este caso concreto no es decir poco.
Norma Jean - Deathrattle Sing for Me
Norma Jean son el rarísimo caso dentro del metal que se han convertido en valor seguro dentro de un subgénero que ha perdido la relevancia que un día obtuvo. No se alejan demasiado de la esencia del metalcore, pero siempre encuentran matices que añadirle y mantienen una frescura impropia en un estilo anquilosado. Sólo la imposibilidad de mantener siempre engrasado un sonido tan machacado como este hace que discos como este no resulten una experiencia redonda, pero siempre ofrecen un solidez envidiable para la mayoría de bandas del género metal.