El Kalorama aguado, de gira con Osees, sionistas contra GY!BE...
...y otras noticias y playlists con las que ponerse al día
¡Valladolid, buenos días!1
Si os despertáis el lunes y estáis cansados, nosotros también. Puede que no sea sólo culpa nuestra:
Para quitar el cansancio, los fans del Metal recordad que el sábado os dimos la dosis mensual de vuestra sección favorita, seleccionada manualmente por uno de nuestros mejores sordos. Si no habláis greñas, puede que os encaje más la de indie o la de electrónica.
Los jitazos de la semana
Para empezar el lunes, la ración de las canciones y jitazos de la semana ya está actualizada en la plataforma que uses.
A través de este link podrás acceder a la lista tanto en Spotify como Tidal y Apple Music.
Un irónico Kalorama
Desde hace tiempo flota una maldición en Madrid que la hace un infierno para celebrar festivales de música, y sólo así se explica cómo un festival de agosto llamado Kalorama termine pasado por agua. Fue el gran caos de la jornada de viernes junto a un desastre de playback de Yves Tumor, que ya venía con mala imagen después de un jueves donde no asistió casi nadie (aunque sigue dejando las clásicas imágenes distópicas de cada festival).
Un pinchazo que estaba esperando producirse. En la semana previa a su celebración ya estaban haciendo la clásica de desprenderse de abonos a precio de saldo para intentar arreglar números, llegando a estar a mitad de precio para desagrado de aquellos que ya pagaron el abono completo
Por allí anduvo Ferraia, aunque solo viernes y sábado, porque los días con granizo molan más, que quiere apuntar algunas notas:
¿Por qué organizar un festival en fechas peligrosas para la lluvia? Aunque sea tarde, suponemos que vale la pena apurar las fechas veraniegas para subirse a la rueda. Y a priori, el cartel tenía nombres muy atractivos a pesar de perder por el camino a The Smile y Fever Ray
Dicho esto, el concepto es interesante, festival cómodo (pequeño), pocos nombres cada día y sin solapes, apenas colas y recinto manejable. Ideal para despedir agosto si no has ido antes al Canela. Y sin el caos de transporte y colas de pretéritos Mad Cool.
A pesar de las fotos ‘tramposas’ del jueves a las 17:00 horas sin poca gente y solo cemento, también hay césped (eso sí, sombras pocas). Y más tarde sí hubo gente, sobre todo viernes y más aún el sábado por Massive Attack (muchos solo fueron ese día para verles). Pero:
Lo de TODAS LAS VECES con las bebidas: precio mínimo de cerveza a 5/5,5 euros (dependiendo de Heineken o Águila) (dependiendo de si te gusta la cerveza o no) y una fianza del vaso de tres euros. Todo lo de comer, media de diez euros, hasta el kebab, salvo honrosas excepciones.
Una barra cuadrada en medio de la pista del principal escenario, genial para taparte si ves el concierto desde atrás (no se dio el caso porque no había tanta gente). Y otra, ¿qué necesidad de no poner separación o más lejos la carpita de electrónica del escenario 2? Desde un lado de este el solape y mejunje era evidente.
Sobre la tempestad Truenorama que ya se veía venir con
elplaybackdeTumorlos rayos premonitorios, el festival puso su primer mensaje en redes una hora después de la explosión repentina. Se suspendió Raye obviamente y Soulwax, que tenían que cerrar, porque se les mojó el equipo y por ello tampoco pudieron actuar en Portugal. Muy tarde, en medio de caos con gente cobijándose donde podía. La solución, habilitar el pabellón 3, se podría haber previsto —o al menos avisado— antes como Plan B sabiendo que el jueves ya había conatos de temporal.Unos cuantos se cobijaron, los que podían, en la carpa de electrónica. Last night a dj saved my life. Gazzi y Aleksandir flipando con la tormenta fuera y los clubbers allí embutidos, y cada vez más.
Aunque suponemos que es difícil, también se tardó otra hora u hora y pico en confirmar el mensaje esperado: Prodigy iban a tocar, lo hicieron después de Overmono.
¿Por qué no utilizar alguno de los pabellones como un escenario más? Sobre todo si son fechas potenciales de gota fría de las que ya hay antecedentes en Madrid
Prodigy empezaron con ‘Breath’. Siguen sonando potentes en directo, y después del padecimiento de los que aún se habían quedado, se agradeció que empezaran a bocajarro. Un hit detrás de otro: Breath, Vodoo People, No Good, Omen, Firestarter… con un bonito homenaje a Keith Flint, con los visuales dibujando su icónico perfil y sus bailes. Explosión de breaks y gloria generalizada a pesar del frescor que había quedado.
El sábado ya fue todo de color de rosa, sin temporal, pero todos mirando al cielo de reojo. Y orando para que Massive Attack no volvieran a suspender en Madrid seis años después del Mad Cool 2018 (algunos empezamos a tener recuerdos del Vietnam cuando tardaron un poco en salir al escenario). Pero salieron.
El resto ya se puede imaginar. Trending topic el domingo. Una burrada en la que cumplieron con creces lo esperado, quizá satisfaciendo el chasco de 2018. Con una decena de músicos sobre el escenario, Del Naja y Daddy G inclusive, y todos los colaboradores y colaboradoras necesarias: Horace Andy, Deborah Miller, Elizabeth Fraser… y Young Fathers, cono tres canciones, incluyendo ‘Voodoo in my Blood’.
No sonaron todas las grandes, aunque tampoco quedó mucho: ‘Risingson’, ‘Black Milk’, ‘Safe From Harm’, ‘Karmacoma’, ‘Angel’, ‘The Unfinished Sympathy’, una versión guitarrera de Ultravox (‘ROckwrok’)… aquello parecía por momentos Mogwai con su particular inmersión sonora guiada por las guitarras.
A pesar de la veteranía de Fraser o Andy, verles en directo con sus voces siempre impresiona cuando sonaban en los clásicos, especialmente ovacionada la exvocalista de Cocteau Twins tocando Song to the Siren de Buckley. Aunque todo lo que cantó, en general.
Sonoramente, exquisitos. Como ha hecho a veces Pj Harvey en giras como la de Let England Shake, cuando hay tanto músico en directo el panorama es otro, permite apreciar el trabajo que hay detrás y la importancia de querer ofrecer lo máximo. El sonido profundo y sinuoso del bajo, la tensión contenida y progresiva que a veces rompía la guitarra, distorsiones más experimentales en combinación con la parte electrónica… Un setlist tremendo. A pesar de que tengan que apagar las lavadoras de tres kilómetros a la redonda como requisito.
Y si lo de Fraser, Andy y los duetos, fuera del dúo que nuclea Massive Attack o de Del Naja con Fraser, la voz de Deborah Miller está a otro nivel. Bien en ‘Safe from Harm’, pero impresionante una vez más escuchar ese Unfinished Sympathy que salta las lágrimas a cualquiera. Poderío vocal.
El concierto finalizó con Group Four por todo lo alto, estirando el clímax de guitarra. Repetía la frase una vez, y después otra, y más fuerte. Brutal. El Mogwai vibes.
Audiovisual renovado, más político que nunca con Ucrania y Palestina (en el brazalete de Robert Del Naja), y mensajes sobre la post-verdad, el maguferío, el individualismo, el consumismo y reflexiones sobre el consumismo. Mensajes al activismo Trans americano de hace décadas… Una cosa realmente emotiva. Nada impostado. Sonó Avicii para romperlo a modo de mundo real VS burbuja superficial de consumo, individualismo y la vida de Occidente. En fin, para el recuerdo todo.
A pesar de toda esta turra, porque el asunto dejó huella, aún hay idiotas que se pasan todo el concierto hablando, incluso en Massive Attack. Incluso en el crescendo de Angel en el que el silencio es clave. Incluso cerca del escenario.
Por último, y fuera de Massive Attack, muy bien lo de Carbs en la carpita electrónica, con Glenda Galore como especial invitada, importante por su apoyo a la comunidad trans. Buen gesto del festival. Públicos inclusivos, como lo fue siempre en esencia la electrónica y sus fiestas, que decíamos el otro día.
Dwyer y sus FACTOUS
Ser una banda de nivel medio o bajo en la carretera es siempre una aventura que puede costar la salud. Con varias décadas de carrera en sus espaldas y piernas, John Dwyer sabe lo que supone, y por eso ha compartido con Bandcamp Daily su lista de consejos que le han permitido a sobrevivir miles de conciertos con Osees por todo el mundo. Y bueno, es una colección de FACTOS:
Moderación en todo, incluido el setlist: “Me gusta empezar fuerte, quedarme ahí un rato, caldear al público y luego darle un respiro. Ese es nuestro modus operandi en el escenario. Probablemente mataría a mis baterías si no tocáramos ‘Sticky Hulks’ una vez por noche. Es su descanso de la carga”.
Conducir durante el día: “Esto es algo que solíamos hacer cuando éramos chavales, conducíamos de noche. Ya nunca hago eso. A la mierda. Es peligroso y agotador y todo el mundo está hecho polvo y el show sufre por ello”.
Trae tu propio equipo: “Muchos locales quieren que compartas equipo, lo cual está bien, pero eso se reduce a la pereza del técnico de sonido del club que no quiere mover micros. Pero eso no debería importarte una mierda, porque ese es literalmente su trabajo”.
Nunca se es demasiado punk para comer en una cadena de comida orgánica: “Odio admitirlo, pero lugares como Whole Foods han cambiado el juego de las giras porque puedes conseguir comida decente en lugares donde antes desayunabas alitas de pollo. Hay una cantidad limitada de eso que puedes comer antes de decir: 'Ahora me siento como si estuviera hecho de beicon y huevos'”.
Únete al club de socios del hotel: “Antes nos drogábamos toda la noche y dormíamos en el piso de cualquiera, y siempre pasaba algo, como que el tipo era racista o algo así. Hoy en día, como nos lo podemos permitir, conseguimos habitaciones de hotel para todos. Obviamente, eso no es una opción para todas las bandas. Si vas a pillar habitaciones de hotel, consigue la tarjeta. Únete a su club. Conseguimos tantas habitaciones que ahora podemos conseguir habitaciones gratis en el Crowne Plaza. Ascender de categoría de esa manera marca la diferencia”.
Pide y (probablemente) recibirás: “Antes conseguíamos un concierto para alguien de la zona, y luego nos cambiaban por un concierto en su ciudad natal. Ahora, gracias a Internet, es mucho más fácil organizarse uno mismo una gira o tocar en un almacén. No hay que tener miedo de pedirle a la banda de un amigo: "Oye, agencianos un puto concierto’”.
El velcro es tu amigo: “Tengo este sistema de velcro para todas mis cosas, así que todo se cierra y puedo llevarlo como una sola cosa. Es extremadamente pesado”.
Cuidado con la honradez alemana: “Siempre pasa en los países teutones, pero sobre todo en Alemania. Siempre hay un tipo, probablemente de mi edad, que me dice algo así como: ‘Me ha gustado mucho el concierto esta noche, pero el anterior fue muy superior’”.
Sé amable primero…: “Sé siempre amable en primer lugar con todos los que trabajan en un club. Básicamente tienen control de tu noche. ¿Y por qué no serlo? Es muy fácil saludar y dar la mano a alguien, independientemente de quién sea”.
…Pero nunca subestimes un “Vete a la mierda” bien empleado: “‘Vete a la mierda’ es sin duda el botón nuclear que no recomendaría a todo el mundo, pero ser asertivo y firme siempre es bueno”.
RYM asolada por el sionismo
Qué poca información se necesita, como saber que lo nuevo de Godspeed You! Black Emperor está titulado así en referencia a los palestinos asesinados por Israel desde que intensificaron el bombardeo, para entender qué ha llevado a Rate Your Music a cerrar su caja de comentarios en la ficha del disco. Cero conversaciones normales se pueden tener con un sionista.
Pausa de minutos musicales
El sube-baja hipersónico
No sabemos muy bien cómo puntuar esto de Nawja Nimri, como suele pasar con Nawja Nimri en general.
👎 El cine, porque vuelve N
W
R.
👎 El hip hop marchoso, porque ha muerto Fatman Scoop.
👍 El deathcore.
("Valladolid, buenos días" es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)
Excepto para los aficionados del Real Valladolid, claro.
Me alegro que el concierto Massive Attack fuese tan esplendido. Todas las crónicas lo ponen muy bien. En cuanto al tirar los precios de los abonos cuando la cosa no va cómo se espera... pues es algo cada vez más habitual. Pero es que esta promotora, ya lo hizo en su primer BIME Live hace 10-11 años. Un precio de salida muy ajustado (y más comparado con los precios actuales) que conforme llegaba las semanas del evento se desplomó y al final se vio a muchísima gente en el recinto con invitaciones.