Frikexín #7: Las velas, las llamas, la carne muerta del indie
Una selección de los mejores y más recientes discos de indie (y aledaños)
Hi, personicas:
Volvemos a nuestro resumen mensual de discos, canciones y cosas que acontecen en el mundo del indie y sus aledaños. Hoy no nos pararemos mucho en las presentaciones, que tenemos mandanga de sobra.
Disco del mes: Robert Forster - The Candle & The Flame
Bien, la crítica de este ya la tuvisteis en la tier del 14 de febrero, así que dejadme os haga una lista (no tan) rápida de momentos que me enamoran de él:
La chulería de los últimos 20 segundos de ‘She’s a Fighter’, con los ah-ah-aaahs dejando claro que si hay que darnos de leches, nos damos.
El cambio de tono de ‘Tender Years’ cada vez que Robert Forster comienza aquello de “I’m in a story with her, I know I can’t live without her, I just can’t imagine one”, de pura emoción sencilla que, no sé por qué, me recuerda a Nick Cave. Y cómo vuelve a esta repetición en torno al minuto 4 para hacerla aún más bonita. Porque se podía, porque Robert Forster siempre puede.
Que ‘It’s Only Poison’ me la imagine cantada por Jonathan Richman. Que precisamente sea la propia Karin, la destinataria de tantas frases del disco, la que ponga los dulcísimos coros mientras Robert insiste: “sólo es veneno, déjalo ir”.
La letra de ‘The Roads’, la manera de cantarla, la sencillez acústica y esta vez sí, dolorosa. Que cierre la cara A. Que después de una canción así venga el silencio. El silencio en sí y quienes saben aprovecharlo en su música.
El cachondeo rocanrolero tras ‘I Don’t Do Drugs, I Do Time’. La contención. Su “Make it stop & rewind”. Su poquito de Lou Reed.
Que exista una frase como “I’ve been thinking about you always / I’ve been thinking about you always / At the edge of financial ruin, always”.
Todo lo que ocurre en ‘When I Was Young Man’, especialmente su letra.
Nana Grizol - Dancing Dogs
Me da cierta pena, como seguidor de sus discos, que Nana Grizol nunca hayan acabado de contagiar a mi alrededor el mismo entusiasmo que a mí. Porque ellos recogieron estupendamente el legado sonoro del Elephant 6 para intentar hacer con él canciones aún más pop-potentes. Sí, adelantaron por la derecha a padres putativos del asunto como The Apples In Stereo en discazos tan ¡GUAYS! como Ruth (2010).
Bien, precisamente este Dancing Dogs lo que nos permite es volver a intentarlo. Nana Grizol grabaron las nueve canciones que lo componen en el invierno de 2008-200 en su Athens natal. Y les gustaron, pero decidieron meterse a un estudio, con un productor ajeno a ellos, para darles la vida definitiva. De allí salieron reconvertidas, transformadas, en Ruth. Oírlas en su estado casi inicial es sorprendente: ciertamente son algo más asilvestradas, aprovechando todas las limitaciones del lofi (sí, esto lo he escrito porque es verdad) pero lo principal es que suenan diferentes, como salidas de otro universo paralelo a éste.
Y, de nuevo, son estupendas. Como dice la estupenda letras de ‘Atoms’: If we have spent most of a lifetime dreaming / Then dreaming is the state we shall keep / The stories of our solitudes will sing themselves to sleep / And we will sing to everything, the stories of where we have beens.
The Tubs - Dead Meat
The Tubs, londineses, falsos debutantes porque antes ya tuvieron un grupo editado, han sacado un disco que va directo al corazón, desde el campanamuertismo más trotón y vitalista. Lo metimos en el excel en su tier correspondiente y no es para menos: desde hits contagiosos como XXX (y aquí, en estas XXX, puedes incluir cualquiera) hasta bajonazos emocionales en clave racaraca y ecos del Murmur de R.E.M., tienen el libro de oro del jangle aprendido hasta el tuétano. Está muy diver, y eso ya es muchísimo más de lo que se puede decir de la ingente cantidad de discos que intentan moverse en coordenadas similares.
(Lo vimos en la tier del 7 de febrero).
Bruitz≤ - Apologie Du Temps Perdu Vol. I
The Machine Is Burning and Now Everyone Knows It Could Happen Again nos gustó por aquí por no tener miedo a añadir lo electro-industrial a un paisaje post-rock casi canónico. Con él comenzaron una gira que, como ellos mismos explican, les obligó a intentar superar los límites de sus energías y su sonido:
Tuvimos una intensidad sonora, emocional y física que nunca imaginamos que tendríamos. En este frenético torbellino nos pareció esencial encontrar momentos para detenernos, meditar y dar un paso atrás.
Por eso Apologie Du Temps Perdu Vol I se viste con una capa más suave, más ambiental. Como los momentos más paisajísticos, desolados, de Godspeed You! Black Emperor, ‘La sagesse de nos aïeux’ abre un camino hacia las canciones que no explotan: en realidad, es su propia canción original ralentizada para hacerla aún más pesada, “fosilizada” según sus propias palabras. ‘Les temps perdus’, con sus 9 minutos, explora atmósferas retro futuristas sin levantar ni una sola vez la voz.
Sí, de nuevo creo que tienen clarísimo que el post-rock es mucho más que lo que la gente tiene en la cabeza cuando piensa en el género.
Parannoul - After The Magic
Ok, Parannoul se nos ha hecho mayor, pero sólo en el sentido de que ya aparece en medios de todo el mundo. Era normal que pasase: su debut pasó bajo el radar para la mayoría pero eso no suele ocurrir dos veces. Así que After The Magic va a ser mirado con lupa, sobre todo porque ya cotiza entre “buah, lo mejor del año”. Ya todo el mundo le va a intentar buscar las costuras.
Las hay, las había en el debut. Lo sabíamos, pero nos quedamos a vivir sus canciones de shoegaze incendiado, de ultradrama de pop ruidoso con baterías rotísimas. Para nosotros, sin duda, lo más relevante del segundo disco es que no se haya conformado con hacer otra vez el mismo disco que en el debut: ha girado aquí hacia posiciones evidentemente más limpias, ha estirado los márgenes y no sólo por la épica (’We Shine At Night’ lo hace añadiendo capas de ruido al dream pop) y ha corrido el riesgo de ser un puñetero hortera.
De momento, no lo es.
(Se llevó el excel en nuestra tier del 31 de enero)
Euros Childs - Curries
El que fuera líder los IMPRESIONANTES Gorky’s Zygotic Mynci hace ya tiempo que vive ajeno al tiempo y al espacio, aunque aún se le puede ver en este planeta saliendo de gira con Teenage Fanclub. Mientras, él va editando nuevas canciones que cuelga en su web y por las que tú pagas algo si quieres. O no pagas nada si no, desgraciao.
Y de esa biblioteca nacional de los elfos, que así se llama su web, van saliendo golosas canciones de psicodelia juguetona, y esto no es una frase hecha: sus canciones parecen estar continuamente queriendo divertirse. A ratos suenan a un Robert Wyatt de vinos con Syd Barrett. Creo que eso debería ser suficiente para que las cataseis.
Dari Bay - Longest Day of The Year
blablblablba lemonheads blablbnlaba cancionacas blablabla Lemonheads blablablabla Big Star blablabla que te lo pongas, hostia.
Está tan, tan, tan bien…
(Fue Disco que sí en la tier del 21 de febrero)
Daily Worker - Autofiction
Los que lleváis un tiempo explorando estos lares sonoros quizás recordéis a Cotton Mather, mini-heroes del indie-rock. Allí habitaba Harold Whit Williams, con sus guitarrazos y sus voces, dando forma a discos tan recomendables como Kontiki (Copper, 1997). Y ese mismo Whit Williams, que también hace muchas otras cosas como escribir libros, ganar premios de poesía y escribir tantos ganchos melódicos que no sabe ya qué hacer con ellos ha editado bajo el seudónimo de Daily Worker este Autofiction.
¿Qué hay dentro? Pues joyas como ‘The Great Whatever’, una de mis canciones preferidas de este inicio de 2023, riffs contagiosos y un puñado de canciones que se pegan, con letras buenísimas, arreglos saltarines (en ’All The Way Gone’ es complicado quedarte sentado) y música para menear bien a gusto la cabeza. Canciones que te mezclan la new wave con los Stones si hace falta y tú ahí tan a gustito. Es un señor disco que no va a entrar en las listas del año salvo que tú y yo lo remediemos y entre en la de nuestro corazón.
Y sí, lo del This Stupid World de Yo La Tengo por supuesto que tiene que entrar, pero a ése ya le estáis dando candela, ¿no?
Recordad también que el Arrecife de Fino Oyonarte está puntuando altísimo en nuestros corazones. Fue excel por muchísimos motivos: el principal, es que te vas a sentir fenomenal con sólo escucharlo. Es tan bueno que no os extrañéis si dentro de 30 días sigue aquí, como disco del mes.
En anteriores ediciones del frikexín
#6: Lo de Mark Linkous, lo de Guv y otras cosis de inicio de 2023
#1: Lo de Cosmic Rough Riders, lo de betcover!! y esa Canadá de la que usted me habla
(Frikexín es una sección mensual de Hipersónica que selecciona buenos discos de indie y aledaños. Su nombre está basado en una canción facilísima de identificar. Si nos dices cuál, te llevas una suscripción de tres meses a Hipersónica por la cara.)