20 Aiko el grupo - Me están apuntando con un arma
Género: Gente con suerte y mal corazón
Lo de Aiko El Grupo explotó en el debut con la intensidad y el asombro de unos fuegos artificiales, pero haciendo honor a su título, iba totalmente en serio: uno de los mejores discos nacionales de 2020 e inmediatamente varias de sus letras compitiendo en mi corazón junto a muchas de mis preferidas ¡de la Historia! en español.
La mejor de las noticias es que Aiko El Grupo no hayan decidido que el segundo disco tenga que ser el de una madurez mal llevada. Se mantienen en la medida aurea del pop (11 canciones, 26 minutos), y aún llevan el pie hasta el fondo en el acelerador punk. No ha llegado el día en que Aiko se relajen: no hay razones aún para hacerlo. No debería haberlas mientras estén retratando las viñetas adolescentes que captan el espíritu de los tiempos y el eterno ennui de ser joven.
Porque ennui no es sólo sopor: del latín inodiare, “hacer repugnante”, lo que refleja este disco es ese demonio destructor del alma. La vida supuestamente fácil en la que estamos y que acaba por ser insoportable. La gente (“No me des las gracias, que tú no tienes de eso”), los pequeños rencores (“Me levanto y como siempre digo hola a los gusanos. Todos vienen de tu cuerpo y me atacan... constantemente. Poco a poco se han comido todo lo que me entretiene. Veremos por dónde sale, sé que explotará el año que viene”), las mejores personas que transmutaron en las peores (‘Romantinski’; son el único grupo capaz de sostener con gracia eterna una frase como “te fuiste a Moscú, me dejaste tururú”)… Y un último mensaje de esperanza: pese a todo, pese a saber toda esta mierda, se puede seguir teniendo la sensación de flotar.
Custodiando nuestras ráfagas de odio a base de punk-pop, afilando su lado amable (fantástica ‘Sexo Fender (Cenicero)’), creando las mejores viñetas costumbristas (que te dejen en una rotonda de Cantabria es para guardar todo el rencor del mundo) y bien custodiadas por un Carlos Hernández con la rara facultad en un productor de que siempre parece tocar sólo lo justo y necesario para propulsar el sonido de los grupos al mejor lugar en el que pueden estar, Aiko el Grupo han clavado otro excel con Me están apuntando con un arma. Dos de dos; que tomen nota los mediocres, las medianías y los engreídos sin nada tangible que sostenga tanta pose como llevan encima. (probertoj en la tier del 10 de octubre)
19 La Maria - L'Assumpció
Género: Ovidi Montllor meets Tanxugueiras
Del cancionero popular de 'Arranquen vinyes' a la exploración de una obra barroca del siglo XV. En solo un par de años, Maria Bertomeu, La Maria, ha mostrado cómo matar dos pájaros de un tiro, de un lado, rescatar y reivindicar la canción tradicional valenciana; del otro, todo un ejercicio de cómo actualizar el folk con una de esas propuestas para hacerlo más rico. Para hacerlo avanzar. La artista de Oliva debutaba hace unas semanas con este bello L'Assumpció en Propaganda pel fet!, sello obligatorio para toda la música en catalán, desde Obrint Pas hasta Zoo. Bello, pero a la vez transgresor, tanto por el ejercicio electrónico, sin mucho que envidiar a otras propuestas más recientes y conocidas que han hecho de los arreglos electrónicos un vehículo perfecto para ornamentar una propuesta pop, como por el resultado final. En esta ópera prima hace un recorrido circular en el que empieza y acaba con dos conversaciones con sus dos abuelas, también María, en las que dialoga sobre esa tradición del cante, de vivir cantando, en este caso en valenciano, para evitar su pérdida. Un precioso paseo en el que encontrar desde el folk polp lleno de raíces y autoafirmación en 'D'allà (Romanç 1: Sóc)', a solo un corte después esa exploración electrónica que otorga a su música tradicional un cuerpo mucho más vigoroso en 'Clavells i flors (Romanç 2: l'esclat)' o una ornamentación más delicada, pero también tradicional, esta vez en gallego, con 'Amodiño (Romanç 3: de ledicia)'.
Un álbum corto pero repleto de detalles, de tradición y de modernidad, que tiene su cenit en 'Sepeli (Romanç 5: d'assumpció)', inspirada en la música barroca del Misteri d'Elx, Patrimonio de la Humanidad, en la que repasa sus versos y que a su vez muestra cómo podría ser una obra centenaria interpretada por una mujer, ya que actualmente son niños quienes interpretan a los personajes femeninos. Quienes ejercen de las tres 'Marías'. Un regalo para la música tradicional, y también un ejemplo de salvavidas. Un disco que muestra las dos caras, y que como ocurre a menudo, alejarse del purismo para modernizarlo no solo no significa respetarlo, sino mantenerlo vivo. Hablando de la tierra y de la exposición viral de la actualidad. Una reivindicación de la música tradicional, pero también de otras lenguas del país, y de vivir la vida cantando para hacerla más llevadera. Un trabajo corto, pero muy esmerado y valiente. (Ferraia en la tier del 14 de febrero)
18 Aathma - Dust From a Dark Sun
Género: doom metal con necesidad de ventolín
Dentro del doom nacional, que no anda precisamente escaso de bandas de culto interesante, los madrileños Aathma presentan un formidable estilo que arrolló en Avesta, pero encuentra refresco en este Dust from a Dark Sun. Aproximación a sonidos de metal noventero, un doom más cercano también a los Paradise Lost de esa época, dejando un regusto melódico y épico que funciona la mar de bien. Una sólida colección de canciones, destacando el jitazo 'The End of My World', que incluso profanos del género apreciarán. (Black Gallego, en algún volquete)
17 Roldan – Fumarola
Género: La noche me observaba, amorfa, gigante, ciega y desprovista de fronteras.
Con el éxito y el arraigo que ha tenido la etiqueta post-rock y la poca cancha que ha conseguido el post-pop. Más allá de reduccionismos posteriores, cuando Simon Reynolds comenzó a darle forma, el post-rock hablaba más de lo que estaba fuera de la tradición del rock (las armonías, las progresiones, los arreglos), que de lo que estaba dentro (curiosamente, lo que acabó quedando como santo y seña del asunto). El post-rock vivía y tenía razón de ser en las fronteras del género y con el post-pop pasa parecido: es en esos límites donde va a brillar y resultar especial.
Roldán, sin expresarlo abiertamente, llevan toda una vida discográfica explorando los bordes del pop, más allá de los cuales habitan dragones que a veces toman forman canterburyana y otras remiten a lo mismo que buscaban Mice Parade. Juan Carlos Roldán sabe que habita el centro de gravedad del pop, y da igual cuanto se aleje, que siempre acabará volviendo allí. Por eso estira sus canciones en una experiencia que no por fácil de escuchar es precisamente cómoda: hacia dónde lleva temas como 'Gamelán', 'Marisma' o 'Locos del pueblo' desafía a sus oyentes. No va a ser una experiencia sencilla, pero tampoco vinimos aquí a eso.
¿A qué vinimos? A imaginar qué habría pasado si los Beach Boys de los 70 se hubiesen encaramado al futuro sonoro que habitaba en las cabezas de algunos y no en las billeteras de otros. A dejarnos diluir entre arreglos impresionistas y canciones indefinidas por su pura ingravidez. A recordar la escena final de Solaris. Y a tener claro que, en el camino del post, no debería olvidarse nunca la emoción: 'Se me olvidó' nos lo recordará siempre. (probertoj en la tier del 24 de octubre)
16 Pépe – Reclaim
Género: Futurismo valenciano que podría publicar Warp
Aunque aún puede ser un relativo desconocido para un gran público, el valenciano Pépe lleva tras de sí un buen reguero de producciones de gran factura. No es baladí que gente como Ben UFO y otros hayan pinchado sus temas en sesiones y mixes varios. Aunque sobre todo ha tenido notables referencias en formato EP, donde ha tocado desde derivaciones house, hasta el sonido baleárico, pasando por piezas de sofisticado techno, su obra ya empieza a coger relevancia en el formato LP, ese salto que a veces cuesta dar. Si el año pasado ya fue el turno de un notable Kamo Eagle (Young Ethics, 2022), a finales de marzo llegaba el turno de Reclaim, además con los catalanes Lapsus Records.
Un disco masterizado por otro nombre de la casa, (Pedro) Pina, Pépe explora a lo largo de diez temas otro futuro distópico, cada vez más común en otros productores, dibujando futuros donde la naturaleza ha recuperado un terreno perdido, homenajeando el emblemático hito arquitectónico de la capital del Turia, el Espai Verd. Si en sus referencias en corto sobre todo orienta sus piezas a la pista de baile, con un sonido exuberante y ambivalente, en Reclaim se centra más en un disco para la escucha, aunque no solo, en el que saca a pasear su rica paleta sonora. Un trabajo de muchas aristas y en las que esa destreza y control de varios géneros sale a relucir, con un sorprendente inicio que recuerda más a trabajos de electrónica progresiva por las secuencias de 'Goma A-Mix' o 'From Seed', que recuerdan más a artistas que tiran de esos agudos como Rian Treanor o Lorenzo Senni.
Un largo que también incursiona en ese sonido sofisticado de 'Optical : Activate' que ya se podía intuir en el final de Kamo Eagle, y que en general, está en la órbita de ese sonido post-todo con el que Oneohtrix Point Never empezó a fusilar cabezas ajenas hace algunos años, rompiendo estructuras. También hay espacio para polirritmias en 'HSC', donde combina ese amago clubbero con un sonido más cerebral que embarga todo el álbum, y que termina por explotaren 'Goma Prime Mix', ahora sí, con su dosis de breakbeat. Por el camino, un regalito de atmósfera elocuente como la de 'Resonant Bodies'.
En definitiva, un notable disco del productor valenciano, en el que saca a pasear su sonido exuberante, ya plenamente desplegado en sus EP, para llevarlo de nuevo a un formato larga duración con un resultado francamente bueno. En un marco sonoro que es poco habitual en las producciones patrias. Un disco con tantas aristas como excitante la trayectoria que lleva y que vendrá. No todo es el fantasma post-punk en València, ni esa renovada nostalgia y redescubrir del espíritu de la Ruta. Un nuevo capítulo, algunos años después, para propuestas más avanzadas. (Ferraia en la tier del 18 de abril)
15 Jai/Egun - Argiek Istili
género: bedroom flamenco pasado por la industria metalúrgica vasca
Have we been HUMOed again? El sello asturiano tiende a apuestas que cuando salen bien resultan deslumbrantes, pero algunas resultan más complicadas de desengranar. Jai/Egun a ratos da la sensación de que es un gimmick muy elaborado como los de algunos otros de Humo. ¿Un vasco tocando flamenco desde su habitación? ¿Cantando en euskera además? ¿Esto es de verdad o es una peculiaridad que hace gracia un rato?
Sin embargo, su manera tender puentes entre los sonidos flamencos y el folk norteño, entre Tomatito y Mikel Laboa, encuentra momentos realmente emotivos que desarman. Como una 'Bost batera' que es también un amago de folk raruno con narración río a lo Kiran Leonard. O esos inicios donde lleva su mezcla al barro del sonido electrónico industrial, mostrando un abanico mayor del esperado. A ratos te preguntas si este Argiek Istili más curioso que bueno. A ratos no te lo preguntas, te quedas atrapado en él. (Black Gallego en la tier del 28 de noviembre)
14 Priteo y Ochoa – Santería
Género: Finest Costa Norte
Javier Ochoa en los sonidos y Héctor Prieto en el micrófono. La pareja ya había tenido un amago de cumbre con Brebajes, pero ha sido en 2023 cuando Santería les ha dado un disco sobresaliente.
Para Ochoa es el segundo del año, tras un Redrum colorido aunque más difuso por su condición de disco de invitados. Aquí, ya (casi) solo con Priteo, sus sonidos le pegan un repaso a su manera de entender los ritmos. Da igual como de explosivos o calmados sean los beats, o si hablamos de G-funk, drill o cualquier cosa: estamos ante 12 canciones empeñadas en ser diferentes sin parecer haber nacido de diferentes manos.
Y luego Priteo, en una exhibición de flow como pocas. No sólo es flexible y va dejándose llevar hacia donde Ochoa parezca querer, sino que PRT domina cada canción que se le pone delante. Donde otros se hunden en lo monocromo, él domina eso tan difícil de explicar, pero tan sencillo de reconocer: el estilo. Sonará ‘Último baile’ y volverás a querer empezar de nuevo. (probertoj)
13 Za! - Za! Y la TransMegaCobla
Género: Piscodelia de unión de culturas
Además del de Crudo Pimento, teníamos otro disco nacional imprescindible en la nevera desde hace demasiadas semanas. Si el de antes era difícil de describir, hablar de la conjunción que han creado Za!, Tarta Relena y el cuarteto de viento que ha venido a llamarse La TransMegaCobla tampoco es ejercicio sencillo.
No solían conformarse el grupo de Terrassa sin explorarse y ponerse a prueba. Aquí, con esta apuesta por ir mezclando distintos sonidos de inspiración mediterránea, arábiga, hasta hindú, no han querido irse a lo fácil tampoco. Trabajan en el exceso, donde se mueven estupendamente en ese espacio en el que casi todo el mundo haría aguas. Y, además, encuentran en Tarta Relena a unas compañeras de viaje tan fascinantes que cuesta entender cómo coño esta gente no ha colaborado antes.
El séptimo disco de la formación es un trabajo experimental, que suena casi a improvisación, con coqueteos más que evidentes también con el free-jazz. Un viaje alucinante siempre y cuando uno llegue aquí bien dispuesto a entregarse en cuerpo y, principalmente, en mente. Una senda no exenta de efectos secundarios, de probables alucinaciones y sintomatología delirante, con la bondad de no dañar tu cerebro a medio y largo plazo. No podemos asegurar que, a corto, su efecto sí sea embotador y necesite de un proceso de adaptación. De deliciosa adaptación. (Chou en la tier del 6 de junio)
12 Joaquín Pascual - Baladas para un atraco
Género: la revolución del señor mayor
Baladas para un atraco es un disco hecho por personas ya algo mayores que habla de personas ya algo mayores. Y también es un disco bien hermoso, la verdad. No es el primer disco de un clásico de la escena alternativa española que nos roba el corazón este año. Recordemos a Fino Oyonarte, también presente en la construcción de este (juraría que) sexto disco de estudio de Joaquín Pascual en solitario1, una vez dejó a un lado su carrera con Surfin' Bichos y, posteriormente, Mercromina.
El albaceteño siempre consigue dotar a una apuesta austera como pocas del encanto suficiente para que, sin artificios, sus historias te vayan conquistando. ‘El plan’ o ‘El atraco’ son dos ejemplos magníficos de cómo montar canciones bien bellas con apenas cuatro acordes. Y entre las más oscuras, incluso experimentales, ‘Un final abierto’ o ‘El accidente’ son muestras del extraordinario momento de forma que atraviesa Pascual.
Extraordinario tanto por este disco, que es lo que principalmente nos ocupa, como por el rotundo SÍ que mereció igualmente el reencuentro con Surfin' Bichos en ‘Más allá’. Reencuentro, por cierto, que tiene cierta continuación hacia el final de ‘Baladas para un atraco’ con la primera canción de otra banda legendaria, Mercromina, en más de dos décadas. Si el disco ya era una delicia, ese regalo llamado ‘Empezar de cero como si nada’ no hace otra cosa que poner la guinda. Una pequeñita preciosidad. (Chou en la tier del 4 de julio)
11 Marina Herlop – Nekkuja
Género: Art Experimental Pop
La catalana Marina Herlop ha vuelto a hacernos felices. 'Nekkuja' ahonda en lo personalísimo y terriblemente inspirado que ya había sido su anterior 'Prypiat'. Indudablemente cimentado en lo experimental, 'Nekkuja' no le hace ascos a su alma pop, al poder de las voces, trayendo a la memoria otras propuestas recientes de paisanas de Herlop como Tarta Relena.
'Nekkuja' está repleto de capacidad para emocionar desde el mismísimo inicio con 'Busa' hasta lugares donde la electrónica deja algo más de espacio a las cuerdas, como 'Karada'. Y, con todo, si tenemos que hablar de los momentos que seguramente hacen de 'Nekkuja' un disco diferencial serían seguramente 'La Alhambra' y 'Reina Mora'. La primera con esa conjunción que mezcla una imponente importancia de las voces y bases de carices misteriosos y oscuros, incómodos y perturbadores. La segunda con la irrebatible prestación de Herlop como pianista notable, perfectamente eficaz en la neoclásica a poco que se lo propusiese. Una artista mayúscula. (Chou en la tier del 7 de noviembre)
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