Los mejores discos internacionales de 2022 (1/5)
Ordenados en cómodo ranking para que LOS TENGAS QUE ESCUCHAR
Hi, personicas:
Comienza nuestro resumen de lo mejor del año. 2022 quizás no haya sido el año feliz y estable que esperábamos tras los dos anteriores, pero no se puede decir que nos haya faltado música. Si nos habéis seguido semana a semana, más de mil han sido reseñados en todo este año por la redacción de Hipersónica, y también convenientemente ordenados cada semana “para que no tengas que pensar”, como dice el lema de las tiers.
Es obvio que es una broma: queremos que escuchéis los discos que nos flipan, que os caguéis en ellos y en nosotros si no os parecen tan guays y que descubráis al menos uno que os haga decir “cómo he podido no escucharlo”. De eso van las tiers semanales y de eso también deberían ir las listas de lo mejor del año en todos los medios y no de la creación de un canon occidental que, por repetición, acaba siendo más aburrido que otra cosa.
Como ya os avisábamos, los propios lectores de Hipersónica nos han pedido en discord que hagamos este repaso de diez en diez discos, para tener tiempo de sobra y dedicar a cada tanda la atención que se merece. Que evitemos así la sensación de que los puestos del 50 al 11 no valen tanto como el top 10. Si preferís leer la lista completa, podéis pasar el viernes a las 9 por vuestro email (o por nuestra web) y ahí la tendréis.
Ah… hacemos todo esto, semana a semana, sin más apoyo que el de los lectores. Ni publicidad ni nada que nos pueda distraer. Así que, por favor, si te gusta, piensa en suscribirte, que sólo te cuesta 2,5 euros al mes:
El Excel, finalmente, ha quedado resumido en estos 50 (o quizás algunos más) discos.
50. Avril Lavigne - Love Sux / Weezer - SZNZ: Autumn
Los caminos del señor son inexcrutables. Y los de la diversión en la música ni te cuento. Entre el estiércol que es la carrera de Weezer desde hace año nace una de las flores más bonitas de este 2022. Y del retorno de alguien que parece congelado en el tiempo (¡esa portada!) salen a la luz canciones nueva oleras con filo que nos indican que no era ella, Avril, quien se congeló: fue nuestro corazón.
En lo del disco de divorcio de Lavigne, habría sido fácil sentir resistencia ante esta jugada. A ver a una artista intentando replicar sus glorias pasadas mientras trata de lidiar con las mierdas del presente. A esta nostalgia dosmilera tan machacona. Pero las cosas como son, Love Sux es un disco di-ver-ti-do, desacomplejado y que apuesta todo a ir encadenando pepino tras pepino. Y hay muy pocas canciones donde realmente flaquea -vale, estaba claro que iba a haber una balada terrible como 'Dare to Love Me'-, casi todas rayan a un nivel muy sólido -el tramo de las primeras cinco canciones es bastante bárbaro-. Y luego está 'Bite Me', que era temazo absoluto desde que la escuchamos hace meses. Vamos, que a favor de discos de pasarle bien y gritar mientras te lames las heridas en 33 minutos.
Y en lo de Weezer, Es ahí, en ese territorio de guitarrazos, coritos amables y canciones saltarinas donde colocan su ep otoñal, pisando todo el (puto) rato la frontera de lo ridículo, haciendo incluso acrobacias con esa línea ('Francesca'). Y recordando, durante los 24 minutos fugaces, a aquel grupo que sí podía acertar más de una vez por disco. han tenido tantísima confianza que cuando aparece Vivaldi lo hace en la patética, autoparódica 'Tastes Like Pain'. Joder, sé que nos duele a todos, pero esto es todo el rato tan entretenido que se merecen el excel.
Críticas en la tier list: Avril Lavigne - Love Sux / Weezer - SZNZ: Autumn
49. Chat Pile - God's Country
Ahora que es mejor dejar kilómetros de distancia con Daughters, es hora de buscar reemplazos para su desgarrador y potente combo de ruidera punk y casi metalera. Y qué cosas, parece que ese viene de Oklahoma, con el debut de Chat Pile arrollando sin piedad. Su martillo pilón de industrial, noise y algo de sludge es un sustitutivo de gran nivel, nada de placebo, con detalles también de los primeros Godflesh que añaden dimensiones a su sonido. Tan brutal como desagradable, God's Country es una de las sorpresa de la temporada. (Black Gallego)
Crítica en el Volquete del metal
48. 박지하 (Park Jiha) - The Gleam
La surcoreana 박지하, para el común de los occidentales Park Jiha, ha logrado con tan solo dos discos mostrar todo el potencial que tiene en las coordenadas del post-minimalismo. En The Gleam (tak:til, 2022), la multiinstrumentista se vale de nuevo de extraños artefactos que solemos conocer como instrumentos para exhibir todo un ejercicio de música contemporánea bañado de música folklórica oriental. Algo que se desprende de sus temas, en los que haciendo paralelismos con viejos axiomas periodísticos, el medio es el mensaje. Nos acerca a esas músicas tradicionales desde perspectivas chocantes como la del saenghwang, una fascinante armónica típica de Corea del Sur, u otros derivados del dulcimer, oboes o xilófonos.
Con un sonido metálico en el que como ocurre con otros maestros del post-minimalismo, la electroacústica o derivados del ambient, el uso de raras instrumentaciones suponen un aliciente sonoro poco frecuente. Es el caso de Laraaji y su cítara. Pero más allá de esa rareza y contemplación de cuerpos extraños, en The Gleam hay pasajes verdaderamente maravillosos. Después de una introducción más calmada, a partir de 'Light Way', Park Jiha empieza a enganchar una tras otra piezas que evocan luz y armonía con delirios preciosos como 'A Day In...' o la emoción intensa de 'The Way of Spiritual Breath'. Qué bueno ver aquí cómo emparentar a nivel sonoro, pero de una forma relativamente original, desnuda, aquellos trucos de Aphex Twin con su piano preparado del druQs (Warp, 1992) y que ahora empuña Kelly Moran. Es verdad que no hay aquí el tempo más acelerado de los dos discos anteriores, pero la belleza es irreprochable. (Ferraia)
Critica en la tier list: (Park Jiha) - The Gleam
47. The Soundcarriers- Wilds
Entre 2007 y 2014, The Soundcarriers se aplicaron en traer de vuelta el lado más pop de la neo-psicodelia. Mientras gente como Broadcast lo hacían desde los bordes fantasmales del estilo, y otros como Stereolab desaparecían para siempre, ellos recuperaban, con la misma voracidad con la que otros casi contemporáneos, discos viejos para aplicar su pátina en sus canciones nuevas. Pero The Soundcarriers desaparecieron y sólo tras la llamada de los productores de Lodge 49, la serie de AMC, descubrieron que necesitaban volver a grabar. Se refugiaron en una casa rural y, finalmente, crearon Wilds.
No han vuelto precisamente al mismo lugar donde estaban. Pero esta vez, The Wildcarriers suenan con una potencia y un músculo que no da lugar a dudas: parece que estén mandando a tomar por riau aquella etiqueta horrenda que fue la hauntology. Si los desprecias por retro, estarás desdeñando excursiones por el lado motorik de la vida como 'At The Time' o jitazos de krautpop como 'All These Things'. 'Traces' recupera el riesgo de ser unos Stereolab del lado suave pero lo esquiva, de igual modo que 'Saturate' desafía a la comparación con Broadcast (de la que Soundcarriers saldrían perdiendo) gracias a pedirte que subas y subas el volumen. Encapsulando todas sus influencias en canciones más y más cortas, haciendo que el paseo por este disco se pase en un suspiro, Wilds demuestra que The Soundcarriers tenían madera para ser el grupo de tu año. (probertoj)
Crítica en la tier list: The Soundcarriers - Wilds
46. Wilderun – Epigone
El grupo americano sigue encontrando maneras de actualizar el legado de Opeth -incluso de los Opeth más recientes- así como del Devin Townsend Project que también gustaba de enriquecer el meta progresivo por varias bandas. Temas como 'Passenger' son una delicia por su magnífica construcción, con sus puntos desbordantes y extremos dando paso con fluidez a la fastuosa melodía sinfónica tratada de manera exquisita. Ese corte representa los mejores momentos de Wilderun en el disco, mientras que la ambiciosa suite en 4 partes de 'Distraction' representa mejor la experiencia completa del disco: rica, interesante y satisfactoria aunque pueda resultar irregular. (Black Gallego)
Crítica en la tier list: Wilderun - Epigone
45. Weyes Blood - And In The Darkness, Hearts Aglow
'And in the Darkness, Hearts Aglow' es un disco continuista. En el mejor sentido de la palabra. Weyes Blood recurre a los mismos trucos compositivos de entonces (especialmente palpables en 'Children of the Empire', con un estribillo que podría haber encajado como un guante en 'Everyday') y sale airosa. Su éxito se cimenta sobre una fórmula a priori condenada al fracaso: canciones cada vez más ampulosas, prolongadas más allá de los seis minutos, arrimadas al pop psicodélico de los sesenta y arregladas no tanto con sintetizadores y teclados como con guitarras acústicas y cuerdas. A ratos, como en 'Gravepine', uno tiene la sensación de que Arthur Lee va a asomarse al final de cada estrofa.
Y Mering es ahora más corazón que nunca. Esto es evidente ya desde la portada y el título del disco (ese fuego incandescente que le brota del pecho), pero también desde la columna que vertebra todas sus canciones: la pasión. Una pasión que en sus trabajos anteriores, incluso en Titanic Rising, siempre pareció condicionada a los arabescos estéticos y ambientales a los que Weyes Blood eligió someterse. Aquí tiene vía libre para correr y expandirse a su antojo, como en 'Hearts Aglow', una canción que abriga con la calidez de los mejores Beach House (cuyo sonido, por cierto, mimetiza hasta el paroxismo en 'Twin Flame'). (mohorte)
Crítica en la tier list: Weyes Blood - And In The Darkness, Hearts Aglow
44. Madrugada - Chimes at Midnight
No los esperábamos ya. Su mayor disrupción fue Industrial Silence, pero ellos siempre fueron un grupo centrado en ejercicios de estilo sublime que dieran lugar a canciones desgarradoras y seductoras. El sentimiento a flor de piel, el exquisito combo de ese rock noventero con country y blues clásico...
Y Chimes at Midnight suena vivo precisamente por ello, porque saben lo que funciona ('Nobody Loves You Like I Do'), saben tocar lo más profundo de tu ser ('Help Yourself to Me') y saben que no hay muchos más grupos haciendo lo que ellos ('Slowly Turns the Wheel'), y muchos menos que lo hagan tan bien como ellos ('Empire Blues'). No hace falta darle muchas vueltas, Chimes at Midnight es un disco delicioso. (Black Gallego)
Critica en la tier list: Madrugada - Chimes at Midnight
43. Ultha - All That Has Never Been True
Los germanos Ultha están sonando muy fuerte en la escena del metal extremo gracias a un black metal atmosférico, a ratos derivado hacia lo melódico, que es enriquecido con elementos externos al sonido pesado. SU nuevo All That Has Never Been True hace progresiones adecuadas en esa vía, al mismo tiempo que mantiene un cuidado equilibrio con las partes más black. A ratos queda cierta dispersión que le resta algo de contundencia, pero en los momentos donde pega fuerte muestran un formidable nivel. (Black Gallego)
42. Sharon Van Etten - We've Been Going About This All Wrong
Puede que tuvieseis dudas, pero quedan resueltas desde el mayúsculo 'Darkness Fades', tema que da magistral inicio al disco. Seguramente una vuelta a momentos previos, dejando claro que 'We've Been Going About This All Wrong' no va a ser precisamente continuista de su hermano anterior. Sí estamos, sin embargo, ante un disco exigente. Me atrevería a decir que el de mayor exigencia de Sharon Van Etten. Lejos de ese amor inmediato que podía surgirnos con sus primeras obras. Van Etten lo canta de forma allegada a divas pretéritas (por momentos nos viene a la mente la misma Kate Bush, en cortes como esa otra maravilla que es 'Born') y lo envuelve de un tono épico perenne a lo largo de todo el minutaje, incluso cuando afronta apuestas más aparentemente sencillas como 'I'll Try' o ese te-món que es 'Anything'.
Así que para aquellos que dudaseis (qué coño, que dudásemos) de si los momentos de amor incondicional regalados a Van Etten se conjurarían en tiempo pasado, desechad la idea. 'Headspace' es otro momentazo para dejaros las cosas claritas. Supongo que lo de las crisis de fe es algo que le ocurre, antes o después, a cualquier creyente. Pocas pruebas de la existencia de diosa mayores. (Chou)
Crític en la Tier List: Sharon Van Etten - We've Been Going About This All Wrong
41. Billy Woods - Aethiopes
Con la producción de Preservation como base, Woods firma un trabajo que ya no debería quedar en los márgenes, sino que puede optar a ser uno de los mejores discos de género de 2022. Los límites del abstract hip hop siguen expandiéndose, con sonidos de jazz oscuro y de experimentación en sus ritmos creando una atmósfera única. Mientras tanto, Woods rapea unos versos que juegan con lo poético mientras recupera cierto flow de la vieja escuela. Casi parece canalizar la energía de un Gil Scott-Heron de era moderna.
Aethiopes es un disco más agradecido de escuchar de lo que sus ambiciones experimentales y oscuras pueden dar a entender. Ayuda una de las mejores secuenciaciones del hip hop reciente, que mantiene un ritmo urgente y potente todo el rato, y una buena plétora de colaboraciones empleadas con astucia (Quelle Chris, Boldy James, El-P de Run the Jewels). Ya no da lugar para muchas suspicacias, Billy Woods firma un disco imprescindible, y su nombre ya no debería estar fuera de su radar. Quizá no pueda mantener este nivel por lo prolífico y kamikaze que es, pero no parece que vaya a dejar de sonar interesante nunca. Funcionen más o menos, en sus discos siempre van a pasar cosas. (Black Gallego)
Crítica en la tier list: Billy Woods - Aethiopes
Avril Lavigne, sois unos cachondos!
¿El discazo de Van Etten en el top 50? ufff, bajad el volumen de los auriculares que os estáis quedando sordos. (Editado porque ya no sé ni contar)