Spotify llena de IA, los megamixes mexicanos, Pharrell y los manifestantes...
...y otras noticias y playlists con las que ponerse al día
¡Valladolid, buenos días!
Por si te lo perdiste:
Los jitazos de la semana
Para empezar el lunes, la ración de las canciones y jitazos de la semana ya está actualizada en la plataforma que uses.
A través de este link podrás acceder a la lista tanto en Spotify como Tidal y Apple Music.
El dinero que Spotify da a la IA
No hace mucho saltó el último escándalo que involucraba a Spotify y artistas o álbumes falsos. Muchos grupos con nombre compuesto por una palabra (Swans, Woods o Annie) han visto como se subían discos falsos a sus perfiles, con portadas hechas con IA y música que parece también generada, aparentemente todos producidos por un distribuidor llamado Gupta Music que metió 700 discos en la plataforma. Bandas de metalcore con nombres distintos también fueron atacados por otro extraño agente coordinado.
No sabemos exactamente quién está detrás de todo esto, pero gracias a un artículo de Elizabeth Lopatto en The Verge sabemos cómo generan dinero, que es de lo que va todo esto. Estos misteriosos estafadores se aprovechan de un sistema de buena fe sobre el que se sostiene la inclusión de música en el catálogo. El distribuidor de turno gestiona licencias, metadatos y pagos de derechos, y envía de los primeros a las plataformas de streaming para recibir lo último. Un distribuidor acepta tus canciones si le das tu palabra de que eres tú el artista en cuestión. Spotify acepta las canciones del distribuidor si este da su palabra sobre la misma cuestión. Ahí se parte la baraja.
Estos estafadores esperan que la suficiente cantidad de torpezas se traduzcan en ingresos. Es decir, que alguien escuche el disco falso porque le ha salido como novedad de un artista que sigue, que la reproduzca porque ha salido en una playlist poco moderada o sencillamente ha descubierto al artista y es lo primero que le sale. Con esos métodos ya extraen los ingresos de los verdaderos distribuidores y, en consecuencia, de los sellos y los artistas.
Hay también métodos más agresivos: subir falsos remixes EDMs o versiones de canciones para que la gente los confunda con los lanzamientos de verdad, o subirlos en un falso perfil que tiene una errata común (véase Kendrik Laamar o Jutin Biber). Comprar bots para inflar las reproducciones de las canciones falsas, o subir sus posibilidades de entrar en playlists. Incluso se pueden entrar en cuentas de seguridad vulnerada para entrar, hacer tres reproducciones, y salir como si nada.
Señalarlo no es fácil. Spotify puede mirarlo, pero te va a animar a ponerte en contacto con tu distribuidor para que se encargue él de denunciar el problema. Mientras se soluciona con lentitud, los ingresos se derivan hasta el punto donde los artistas falsos extraen entre 2.000 y 3.000 millones de dólares cada año de los músicos reales. Y los distribuidores pueden ponerse de perfil si siguen llegando ingresos, aunque estos no terminen llegando a sellos y artistas.
La estrategia de ponerse de perfil puede tener sus días contados si Universal consigue llegar a buen puerto con su demanda por todos los royalties no recibidos de sus artistas (unos 750 millones). Como se expone en el artículo, si las demandas se vuelven más caras que tener moderación de contenido, habrá moderación de contenido.
Una solución fácil sería deshacerse de contenido generado con IA, que es fácil de detectar según un antiguo empleado que trabajaba en algoritmos para detectar diferencias de sonido de una canción a otra. Pero claro, hay canciones de verdad generadas por IA que son un pelotazo, y luego los grandes sellos están llegando a acuerdos para hacer un uso de estas herramientas, así que difícilmente se va a contemplar.
Canonizando la piratería
Los recopilatorios pirata, que por aquí tuvieron su propio fenómeno gracias a los Megamix, empezaron a perder furor cuando los CDs hicieron más accesibles las canciones y, sobre todo, cuando Internet hizo más fácil ir directamente a estas sin pillar el resto. En Ciudad de México, sin embargo, hay un grupo de fanáticos que no desdeñan los lanzamientos piratas, sino que los intentan reivindicar relanzando recopilatorios como Super Disco Pirata.
Tal y como se explica en la pieza de Maria Barrios para Daily Bandcamp, la combinación de excelentes tracklist y portadas características dotan de un encanto difícilmente replicable. Además, estos lanzamientos contaban con versiones que extendían piezas originales o las hacían más bailables con remezclas, llevando a nuevos territorios la quinta sinfonía de Beethoven o dándole más vida al ‘Afro Oriental’ de Lucho Burbano.
Su encanto en la época era evidente. Daban mezclas muy marchosas a un precio muy ajustado. Además, adquirían gran difusión a través de los sonideros, mezclas de DJ y operadores de sistema de sonido, que se volvieron muy populares y establecieron buenas relaciones con los sellos piratas. Esta simbiosis causó una explosión interesante para la música de baile latina que ahora se reivindica con esos lanzamientos.
Métete el ‘Happy’ donde te quepa
El pasado septiembre, Pharrell se encontraba en Toronto presentando el documental sobre él mismo hecho con piezas de LEGO [sic]. Su coloquio fue interrumpido por gente protestando. Volvió a pasar en octubre, haciendo presentación de la misma película en Londres. Ha vuelto a ocurrirle ahora, yendo a la gala de Los Hombres del Año de GQ donde iba a ser reconocido como diseñador del año por su trabajo dirigiendo la sección masculina de Louis Vuitton.
Las protestas derivaron justo de este trabajo para la firma de moda. Los que protestan son activistas medioambientales que critican el uso indiscriminado de pieles de animales para sus piezas de moda. Por pura idiotez o simplemente carencia de capacidad para leer una situación, Pharrell se acerca a manifestantes e intenta abrazarles incluso con un póster entre medio de un animal al que le han arrancado la piel. Optamos por la opción de que es idiota.
Pausa de minutos ferraiables
El sube-baja hipersónico
👎 Zuckerberg y sus actos de amor.
👍 Los Oscars, sabiendo escoger.
👎 La de GY!BE tampoco está muy católica.
👍 Ridley Scott y Gladiator$.
("Valladolid, buenos días" es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)