Las mejores películas de 2022 (I)
En cómodo orden para que no tengas que mirar la cartelera
Ayer terminamos con las mejores series del año, y hoy toca pasar a los largometrajes. Entre algunas que quedaron estrenadas a inicio del año pendientes de la buena cosecha de 2021 y la buena de este año, nos invita al optimismo en cuando al estado de salud del cine como arte. Como industria ya tal, pero esperemos que de alguna forma sigan llegándonos joyas de todo tipo como estas.
30. Barbarian
Un fiestote para pasarlo de miedo. Resulta refrescante tener aquí un fenómeno de terror que insista tanto en que sepas absolutamente nada sobre ella para que disfrutes al completo de la experiencia de montaña rusa que te prepara. Ambiciosa en estructura (aunque se le pueden poner pegas), muy inteligente en su manera de rodar y terriblemente cargada de humor retorcido además de ideas, la peli de Zach Cregger es bastante sensacional.
29. Ambulance. Plan de huida / Avatar: El sentido del agua
Este puesto es compartido ya que ambas películas comparten algo muy primario e importante: grandes autores de acción espectacular a tope con sus propias mierdas y jugando con juguetitos nuevos.
Y de maneras diferentes, porque en cierto modo Michael Bay hace una de sus películas más “sencillas” con Ambulance. Plan de huida. dos horas de película de atracos y persecución en un escenario reducido (la ambulancia y entorno), con varios actores desatados pero entregados a lo que pide la empresa y situaciones locas encadenadas con nervio. Hay, por supuesto, espacio para estar destrozando cientos de coches, de meter tiros y explosiones hechas y contadas de manera impecable, y hasta experimentar con drones para rodar instantes imposibles.
Mientras tanto, James Cameron ha decidido rizar el rizo de su Avatar. Lanzado al High Frame Rate donde tanto Ang Lee como Peter Jackson han terminado estrellándose, Jimmy encuentra el equilibrio para usar la herramienta para amplificar la revolución que hizo con el 3D hace 13 años. Todo para volver a alucinar y no cuestiones la historia familiar hortera o el ecofascismo de salvar las ballenas, ya que hace un mundo tan impresionante y en el que te metes tan rápido que te dan igual las tres horas. Es tan Titanic que hasta la última hora va a ser una delicia para los que prefieren la parte del hundimiento.
Ambulance está en plataformas de alquiler, Avatar en cines.
28. Unicorn Wars
El corazón de las tinieblas escondido en una serie de animaciones con osos amorosos, tonos pastel y unicornios. Alberto Vázquez vuelve a confirmarse como un refrescante talento en el cine de animación tras la exquisita Psiconautas, los niños olvidados. Un talento que casi no se merece nuestra industria española, porque con Unicorns Wars reivindica el poder de la animación tradicional para realizar imágenes únicas y también para hacer un cine adulto desgarrador y oscuro en medio de una estética cuqui que es totalmente subvertida. Descenso a los infiernos y mensaje naturalista en una de las películas más especiales de la temporada.
En algún cine todavía.
27. Elvis
Probablemente la habitual desvergüenza y tendencia exagerada de Baz Luhrman no han estado más en su sitio que para contar el mito de Elvis en forma de tragedia griega. O casi como un relato de superhéroes (a los que hace muchos guiños, ya que Presley era fan) donde Lex Luthor gana a Superman. La rigurosidad de la historia será cuestionable, pero el ritmo y la energía que le mete al relato vuelve a este biopic musical todo un cañonazo de ritmo que celebra la grandeza de una de las grandes figuras del rock. Porque no se conforma en decirte que causaba sensación, que es lo que hacen todos los biopics musicales actuales, sino que te lo muestra. Ya solo por eso, bienvenida su inexacta irreverencia. Y muy guay Austin Butler.
26. Red Rocket
Las pequeñas películas de Sean Baker siempre destacan por su maravillosa sencillez y por su capacidad para observar el corazón de América de manera considerada, pero también con cierta crítica afilada. Red Rocket consigue llevarlo un poquito más lejos a través de un personaje protagonista realmente tóxico, de marcada labia y desvergüenza para llevarse lo que quiere. Baker consigue un equilibrio entre contar de manera enérgica y manteniendo interés en observar estos personajes, pero al mismo tiempo te deja claro lo calado que tiene al personaje de Simon Rex (impresionante interpretación) y lo que representa en el mundo. Fabulosa.
En plataformas de alquiler.
25. ¿Qué vemos cuando miramos al cielo?
Una joyita georgiana que acaba siendo un remanso de paz y cosas bonitas y te protege durante dos horas y media de todas esas cosas malas que ocurren en el mundo exterior. Esta historia de una pareja que se conoce y se enamora pero se ve condenada al caer presa de un embrujo que cambia sus cuerpos exige que te dejes llevar, y seguramente también algo de paciencia.
Pero la recompensa vale la pena: acaba siendo una cálida fábula sobre qué es lo que nos hace ser… bueno, eso, nosotros, y lo hace de una manera sencilla y a la vez poética, con una mezcla de géneros y de tonos tan bien llevada que le compras sin problemas tanto su extraño realismo mágico como esa forma que tiene de tratar temas profundos a través de diálogos y situaciones livianas. Súper recomendada.
24. Todo a la vez en todas partes
Una de las propuestas más únicas tenía que venir de los autores de la película del cadáver que se tira pedos. Aquí se valen de la impagable presencia de Michelle Yeoh para hacer un cóctel tremendo, con drama familiar, drama inmigrante, ciencia ficción sobre multiversos, comedia absurda y acción de artes marciales. Y también abrumador relato sobre realizar trámites burocráticos. Muchas pelotas en el aire, y a veces se empeña demasiado en epatarte con lo lanzada y rara que es, haciendo que no todos sus conflictos estén del todo bien perfilados. Pero hasta cierto punto tiene derecho a darse palmaditas por ser tan arriesgada, porque realmente lo es, y una de las películas con más personalidad del año.
En Movistar+ además de en plataformas de alquiler.
23. Argentina 1985
Pocas cosas más satisfactoria que una clásica buena película tan bien hecha. Santiago Mitre nos ofrece una película de juicios trepidante, entretenida, sobre uno de los sucesos más importantes del país. Vieja escuela para tocar asuntos como la justicia o como transicionar hacia un país mejor y justo precisamente recordando lo pasado. Rodada con elegancia, buen sentido del humor, con un Ricardo Darín fabuloso y cumpliendo con nota en todo lo que se requiere de ella.
22. La peor persona del mundo
Hay mucho de convencional en este relato de Joachim Trier, vendido por su composición de doce capítulos además de un prólogo y un epílogo, a pesar de lo que pueda parecer por sus tres set pieces específicas donde rompe la forma de manera interesante. El personaje de Renate Reinsve vive en una eterna indecisión e insatisfacción, encontrándose dudas continuamente cuando la percepción externa la ve como alguien que debería tener las ideas clarísimas y con potencial para ello.
La película quiere explorar esa crisis de madurez empleando una relación romántica como pilar central, con pocos remilgos para entrar en áreas muy grises y decisiones estilísticas muy arriesgadas (por ejemplo, ese uso de la voz en off o el salto al melodrama del último acto). Sigue siendo encomiable, gracias a su aire de “y todo esto no es bueno ni malo, simplemente es”. Da muchas ganas de llegar a casa y abrazar.
En plataformas de alquiler.
21. Red
Pixar vuelve a triunfar apostando por producciones originales llevadas a cabo por nuevos talentos con ganas de volcar sus experiencias personales en sus proyectos. Red funciona en su sencilla pero eficaz analogía de la pubertad a través de la transformación en un panda rojo que se produce cuando las emociones se desatan. Para ello emplea la tradicional fórmula emotiva de Pixar -sigue funcionando, amics- y recursos de las cintas adolescentes de Sundance que ayudan a solidificar esos conflictos familiares y las relaciones de amistad.
La animación, además, resulta deslumbrantes de maneras poco habituales en la compañía, incorporando expresiones y movimientos propios del anime, así como algunos códigos de videojuegos plataformeros (seguro que parte del equipo de guión se vició bastante en su momento al Super Mario 3)-. También acierta mantenido la escala relativamente pequeña, y no buscando villanos facilones -incluso el que podría serlo termina teniendo más matices- o un clímax desmesurado. La emoción es genuina, y se muestra muy acertada en todo lo que hace, así que es innegablemente zona noble de la filmografía de Pixar. Lo cuál suele ser sinónimo de una de las películas del año.
20. Alcarràs
Pocas veces una película tan pequeña llega con condición de evento, y en su mayor parte la película de Carla Simón cumple en ambos aspectos. Aunque su interés en mostrar el impacto de los cambios en la realidad del campo a través de diferentes generaciones hace el conjunto más difuso que en su sobresaliente Verano 1993, la película cuenta con virtudes similares. Su capacidad para contar a través de las pequeñas interacciones, de mirar con curiosidad y sin juzgar a los personajes y sus contextos, vuelven a Alcarràs una remarcable pieza de neorrealismo, humanismo y drama adulto. Como poco, confirma a la realizadora catalana como un talento imprescindible.
En plataformas de alquiler.
19. Nop
Llegará un punto de ruptura donde Jordan Peele se convierta del todo en Shyamalan y empiece a ver cómo la crítica empieza a darle la espalda mientras él está creando cintas fantásticas de primer nivel rodadas con gusto increíble. Sólo esperamos que no tenga que hacer una After Earth, pero quizá podamos estar tranquilos viendo como ¡Nop! es cine espectáculo potente, bien manejado, rodado de pelotas y hasta con atrevidas ideas sobre explotación, obsesión con la imagen y procesamiento del trauma a través del arte o el entretenimiento.
Un combo de ciencia ficción de pura energía de Dimensión desconocida (algún día se explicará cómo es que su reboot de la antología no llegó a funcionar) e inesperado western que crea uno de los terceros actos más asombrosos y originales de una película de Hollywood es bastante tiempo.
En plataformas de alquiler.
18. PARÍS, Distrito 13
Ah, el cine francés, donde los personajes se preguntan a sí mismos si son buenos amantes y le permites que se hagan ese dilema porque estás viendo una francesa. Más allá de la coña, Jacques Audiard crea una película llena de intimidad que va conduciendo lentamente hacia lo sensual y la ternura, y el espacio donde se dan la mano. Su triángulo protagonista/amoroso puede tener sus más y sus menos, pero consigue rodarlos con una cercanía y un pulso emocional que no tiene tanto que envidiar de Wong Kar-Wai. Bueno, igual todavía un poco, pero ha conseguido una película bonita, no se puede negar.
En cines.
17. Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion
Viendo otra película soberbia de misterio y asesinatos de Rian Johnson uno no puede evitar querer más de estas películas. Viendo otra película soberbia de misterio y asesinatos de Rian Johnson da la impresión de que él gustosamente se pasaría toda la vida haciendo estas películas. Sus guiones son ingeniosos, su humor es una delicia, están contadas de manera impecable y lucen fabulosas. Esta logra ser un poco más redonda y más afilada, además de contar con un reparto más completo donde todos están geniales. Va a ser difícil que todas estén tan fabulosas eternamente, pero Johnson está dispuesto a intentarlo.
En Netflix.
16. La hija oscura
Los puntos de mayor inspiración de Maggie Gyllenhaal en este, su debut como directora, dan sin duda para estar en una lista así. Es muy complicado tratar de abordar toda la complejidad de la maternidad, de entrar a cuchillo en la percepción de la "mala madre", y de emplear con tan buen tino simbología a través de fruta podrida y muñecas llenas de agua sucia.
Pero lo hace con pulso firme, al igual que hace una dirección de actores excelente con su dúo de "protagonistas" en Oliva Colman y Jessie Buckley, que en sus diferencias a la hora de interpretar este personaje terminan encontrando la complementación necesaria para hacer un retrato tan completo. Por eso da pena que, incluso siendo residual en comparación con el libro original, esas desviaciones hacia lo "criminal" que hace para crear un ambiente tenso se sientan tan innecesarias como hasta fuera de lugar. Esa trama tan de libro de club de lectura, tan consumible como falta de esencia, es lo único que separa de hacer una obra total.
En plataformas de alquiler.